Tres décadas de un éxito francés: el Citroën ZX cumple su 30 aniversario

viernes, 26 de marzo de 2021



Citroën está celebrando los 30 años del lanzamiento comercial del ZX para el mercado europeo.

En 1991, hace ya 30 años, se presentó un nuevo vehículo para todos los clientes Citroën del mundo. Se trataba del ZX, el compacto de la firma francesa que llegaba por entonces a tomar el lugar que existía entre los AX y BX. Incluso se llegó a producir en Uruguay. Hoy repasamos su historia, a continuación.

El lanzamiento comercial de este nuevo modelo llegó unos meses más tarde de la presentación de un nuevo vehículo de competición que había debutado el año anterior en el rally raid Baja España-Aragón (primera salida y primer triunfo) y que había disputado también el París-Trípoli-Dakar de 1991 (donde también ganó). El ZX Rally-Raid, nombre de esa variante de competición, permitió a Citroën ganar, entre 1991 y 1997, cinco títulos mundiales en la especialidad de los raids.

La versión presentada en septiembre de 1991 estaba destinada a la venta al público, era fruto de la colaboración con el centro de diseño de Nuccio Bertone, y no tenía nada que ver con “el rey del desierto”, pero suponía una solución perfecta para una serie de necesidades de movilidad cotidiana para un gran número de personas. El ZX se ofreció con una amplia gama de motores que comprendía mecánicas de entre 1.1 y 1.9 litros, esta última, dotada de culata de 16 válvulas, para la versión deportiva Volcane.

La carrocería se declinó inicialmente en dos variantes a las que más tarde se añadiría una tercera: berlina de 5 puertas con un sistema de regulación del asiento trasero que aumentaba, según las necesidades, el espacio para las piernas de los pasajeros traseros o la capacidad del baúl; coupé, cuyo diseño recordaba al del Rally-Raid.

Finalmente, algunos meses después, el familiar denominado “Break”, que fue un éxito de ventas y convenció a quienes buscaban más espacio de maletero y mayor funcionalidad. El ZX Coupé sorprendió en su época, asimismo, por una serie de innovadoras soluciones tecnológicas típicamente Citroën como el eje trasero autodireccional, capaz de girar junto con el eje delantero gracias a unos soportes elásticos con deformación programada.

La gama de motores incluía un diesel y otro turbodiesel, ambos de gran fiabilidad y perfectos para recorrer largas distancias. Las nuevas técnicas de construcción de su tiempo, y el chasis monocasco particularmente bien proyectado ofrecían una sensación de robustez que correspondía a un salto cualitativo muy importante en la fase de ensamblado y que posteriormente se transfirió también al sustituto del ZX, el Xsara, que, con sus numerosas versiones, entre ellas el monovolumen Picasso, ocupó el puesto del ZX en la gama de la marca desde el año 1998 y hasta bien entrado el siglo actual. 

La producción del modelo se llevó a cabo en varios puntos del planeta: Rennes, en Francia, Vigo, en España, Wuhan, en China y la que todos conocemos, la planta de Oferol en Barra de Carrasco (ex-Sevel Argentina por aquellos días), en donde se fabricó el ZX desde el año 1997 en carrocería cinco puertas con mecánicas nafta y diesel. Su reemplazante fue el Xsara, cuya historia también ya fue repasada en Autoblog con motivo de los 20 años de su lanzamiento (ver nota).