Por primera vez entró al garage de Autoblog un producto de Land Rover. Y comenzamos por el Discovery Sport. |
"Ceci n'est pas une pipe". Eso le dijo René Magritte a aquellos que miraron por primera vez su obra titulada "La trahison des images", o "la traición de las imágenes". El cuadro no es una pipa, sino una imagen de una pipa. Y lo mismo pasa con algunos automóviles. Cuando los vemos parecen una cosa, y en la práctica, resultan ser la imagen de algo que intentan ser.
Land Rover es una de las marcas pioneras de eso que hoy conocemos como SUV. Ellos hace 70 años que vienen fabricando vehículos con tracción a las cuatro ruedas. Y lo hacen muy bien. Tanto, que se animaron durante mucho tiempo a decir que sus productos eran "The best 4x4 by far" (el mejor 4x4 por lejos).
Pero las modas y necesidades pasaron. Ya la gente no quiere un 4x4. Quiere un SUV. O por lo menos, algo que tenga la imagen de uno. Por eso cuando la gente de Land Rover Uruguay me comentó que estaban empadronando un Discovery Sport (ver lanzamiento) para ser evaluado, sin dudarlo lo pedí para llevármelo unos días y poder compartir con ustedes el análisis que verán más adelante.
Más allá de que esta marca tiene un lugar especial en mi, porque mi abuelo me inculcó gran parte de todo lo que sé de autos en viajes a bordo de su Land Rover Santana Series IIa de 1970, creo que el Discovery Sport no es un SUV, pese a que lo quieran vender como uno. Y paso a explicar por qué.
El concepto germinal del sport utility como tal, implica que sea un vehículo apto para transitar tanto por caminos asfaltados como en mal estado. Sin embargo, cada vez más están desarrollados para lo primero y cada vez menos, para lo segundo, por no decir, preparados en absoluto para estos fines. Son berlinas con tacos al final del día.
Land Rover no hace SUVs, según mi entender. Hace todoterrenos. Aunque sus clientes rara vez los hagan meterse en un lodazal de esos que parecen un jacuzzi para cerdos, no duden que cualquier modelo de esta marca es capaz de entrar y salir como si nada. Pero también son famosos por ser capaces de llevar a tu familia de vacaciones envueltos en un interior de calidad para que no se embarren cuando se bajen del auto.
Hoy las marcas que venden SUVs venden una noción de capacidad todo terreno. Cuando en realidad lo máximo que un cliente pretende sortear, es un lomo de burro. Es como el que se compra una campera a prueba de nieve para ir a cenar en las mesas de afuera de un restaurante de Carrasco. Sin embargo, hay marcas que siguen apostando al off-road de verdad porque lo llevan en el ADN y no prestarle atención a esto, sería una traición a sus raíces.
Un sport utility te puede llevar y traer a tu casa. Un todoterreno te puede llevar y traer tu casa de un lugar que pensaste que no ibas a poder salir. Y a mi entender, Land Rover, junto con Jeep, son las únicas dos marcas que se pueden atribuir semejante elogio. El resto son algo que no es tal. Como la pipa de Magritte. Ahora faltará ver qué más es y no es el Discovery Sport. Pero para eso, van a tener que esperar a la prueba completa.