Cuando las bestias atacan: Jeep presenta al Grand Cherokee Trackhawk

miércoles, 19 de abril de 2017



717 cv para mover a este Jeep Grand Cherokee Trackhawk. Es la novedad de la marca en el Salón de Nueva York 2017.
El Jeep más rápido y potente de la historia se ha convertido en una realidad. Se llama Grand Cherokee Trackhawk y está propulsado por el motor del Dodge Challenger SRT Hellcat con nada menos de 707 cv y una velocidad máxima de 290 km/h. Se presenta para el Salón de Nueva York.

Por fuera el Grand Cherokee Trackhawk parece casi idéntico al Grand Cherokee SRT8, pero con algunas salvedades. Por ejemplo, aparecen nuevas llantas calzan enormes neumáticos Pirelli P Zero Scorpion 295/45 R20, las luces antiniebla dejan paso a más aperturas para la refrigeración en la parte delantera y por detrás cuatro salidas de escape se encargan del soundtrack de esta animalada.

Adopta el mismo motor empleado en la serie Hellcat de Dodge con un V8 de 6.2 litros de cilindrada asistido por un enorme compresor, entrega unos brutales 707 cv de potencia, número que ve aún más bestial cuando tomamos en cuenta que otros productos similares como el Porsche Cayenne Turbo o el BMW X5 M producen 520 y 575 cv respectivamente.


La diferencia con los productos de Dodge que utilizan este mismo motor es que en el caso del Grand Cherokee Trackhawk la fuerza se transmitirá a las cuatro ruedas, no sólo a las traseras. Para conseguir esto, Jeep ha utilizado componentes reforzados en la caja de transferencia como eslabones de cadena de acero forjados y una cadena más ancha de lo habitual. 

También se ha lo ha dotado en el eje trasero de un diferencial electrónico de deslizamiento limitado, un eje trasero y un eje de transmisión mucho más resistentes con los que es capaz de transmitir la fuerza del propulsor al suelo y lanzar a este enorme SUV a 100 km/h en 3,5 segundos, cumplir con el cuarto de milla en 11,6 segundos o alcanzar una velocidad final de 290 km/h. 


Para detener a toda esta bestialidad, se incorporaron elementos como discos de freno ventilados de 40 cm delante con pinzas de seis pistones y 35 cm detrás desarrollados por Brembo y capaces de detener al Trackhawk de 100 a 0 km/h en 35 metros. 

La transmisión usada es una automática de ocho relaciones con convertidor de par y controla la entrega de potencia a las cuatro ruedas a través de cuatro modos de conducción (Sport, Track, Tow y Snow). Cada uno de estos modos actúa sobre el comportamiento de la transmisión, la respuesta sobre las levas, la suspensión o la asistencia a la dirección eléctrica.