Probamos al Ford Mustang: un regalo de cumpleaños

lunes, 17 de octubre de 2016



Nos fuimos a Buenos Aires para probar a la última generación del Ford Mustang. ¿Por qué? Porque es nuestro aniversario.
Hace algunos días atrás pudimos probar en Buenos Aires a uno de los productos más icónicos de la gama Ford a nivel mundial, la sexta generación del Mustang. Para celebrar el (justamente) sexto aniversario de Autoblog, nos fuimos a usarlo como se debe: en un circuito.

Durante estos seis años de vida de este blogcito he podido probar de todo un poco. Desde autos comunes y silvestres, pasando por rarezas y otras cosas menos agradables. Si bien para los cinco años no decidí celebrarlo con nada en especial, para el sexto aniversario se dieron dando una serie de eventos que llevaron a que esta nota que estás leyendo ahora sea la próxima prueba y el regalo de cumpleaños.

Hace unas semanas atrás estaba en Francia cubriendo el Salón de París 2016 (ver cobertura) ya preparándome al regreso de ese viaje a Buenos Aires, para asistir a la edición de este año de Autoclásica (ver nota). Un par de días antes de retornar a Sudamérica, mi colega/hermano de la vida, Carlos Cristófalo de Autoblog.com.ar me envía un mensaje de Whatsapp con el siguiente texto: "Tenes tanta, pero tanta suerte (usó otro término, pero hay gente que no vota aún leyendo) que la semana que viene tu viaje coincide con mi semana de Mustang en casa. Blanco, para más datos".


Con esto en mente no quedaba otra que planificar una prueba como se debe. Buena producción de fotos, algún que otro video, y muchos, pero muchos litros de combustible gastados sin siquiera mirar el estado de cuenta bancario de ninguno de los dos redactores de sendos sitios web. Iba a ser una prueba para el disfrute total.

Como siempre pasa, los regalos de cumpleaños suelen estar cargados de sorpresas. Una de ellas, terminar girando a fondo en una perfecta pista privada como Owners Club con algunos amigos, unas buenas cámaras para registrar el momento, y además, la compañía de un fierro de este calibre maridado con una pertinaz llovizna que humedeció el asfalto solo lo justo para divertirnos sin tener que pasar revista de roturas a la gente de Ford.


Sé que muchas veces reclaman pruebas de autos accesibles que todos podamos comprar. Y algunas hago. Las que las marcas me facilitan, básicamente. Pero muy en el fondo, algunas evaluaciones son una mera excusa laboral para sacarme el gusto de usar manejar tal o cual modelo. Y este fue el caso del Mustang GT. Acá no intervino ninguna marca, fue una decisión propia de ir a probarlo, por tres motivos.

En primer lugar: no se vende en Uruguay, por ende, a muchos de ustedes no le importará. Segundo: dudo que alguno de ustedes pueda pagar los U$S 95.000 que piden en la vecina orilla, si es que me están leyendo desde Argentina. Tercero: es una prueba que nadie pidió. Ni uno de ustedes, una vergüenza. Pero no importa, es un Mustang. No pide permiso para presentarse.


Sin embargo, y pese a la pasividad de los lectores frente a la llegada de este modelo a la región, decidí hacer algo que nadie hizo aún. Al menos no en Uruguay. Antes de contarles detalladamente cómo anda el Mustang GT (eso lo haré en la prueba), oficialmente declaro inaugurada la campaña #MustangEnUruguay de la que ustedes formarán parte. Y esta es la excusa de este texto, básicamente.

Hace algunos días abrí una petición (real) en Change.org (ver en este link) en donde ustedes podrán firmar si quieren que Ford Uruguay (Multimotors) ponga a la venta al Mustang oficialmente. La idea es poder llenar las calles y rutas del sonido de 421 cv galopando, porque sinceramente considero que en Uruguay hay un nicho de mercado para este modelo (pregúntenle a General Motors Uruguay por los Camaro que vendieron) y porque usar un muscle car como este, es (casi) un derecho petrolhead. No en vano, es el coupé más vendido del mundo en estos momentos. Y argumentos, le sobran.


Si más, dejaré que llenen la petición hasta completar el cupo. No hace falta que los que firmen solo los puedan comprarlo. Si tienen el dinero, ojalá puedan hacerse un regalo/capricho así. Pero para aquellos que no lo tenemos, simplemente con ver un Mustang de estos pasar haciendo rugir a su V8 atmosférico por las calles y rutas con matrícula de Uruguay, será recompensa suficiente.

Mientras esperamos a que juntemos las firmas (y que sin bromear, las haré llegar a la gente de Ford Uruguay cuando se complete), en unos días más Autoblog cumplirá sus primeros seis años de vida. Y exactamente ese día se publicará también la prueba completa de este ícono de la industria automotriz norteamericana. Si luego lo importan o no, es algo que será ajeno a este sitio. Pero no pueden negar que estamos haciendo el esfuerzo. ¿Se suman?