Prueba: Nissan Tiida Sedán 1.6 M/T

viernes, 24 de junio de 2016



Probamos durante cuatro días y más de 390 km al Nissan Tiida Sedán con la mecánica 1.6 16v de 106 cv.
Autoblog pudo probar hace algunos días atrás al Nissan Tiida Sedán, un producto que regresó al mercado uruguayo como una opción para aquellos que buscan una berlina compacta a precio de una chica. Lo evaluamos durante cuatro días y más de 390 km con el motor 1.6 16v de 106 cv.


El Tiida (Versa en América del Norte, Latio en el Sureste Asiático) nació en el año 2004. El producto tenía por entonces la tarea de ser una versión más accesible y compacta, sin salirse del segmento C, del conocido e histórico Sentra.

Usando como base la plataforma B0 del Grupo Renualt Nissan (usada por los Renault Clio III, Modus, Sandero, y Logan), el Tiida salió al mercado mundial como un modelo que combinaba algunas soluciones de practicidad de los monovolúmenes (en el caso de la versión cinco puertas), con la línea de un hatchback. Y el resultado a nivel de ventas, en muchas regiones, fue más que satisfactorio.


El Tiida se comenzó a fabricar en 2006 en la planta de Aguascalientes, México, y dos años más tarde comenzó a comercializarse en Uruguay con cuatro versiones, dos denominadas Full y otras dos Extra Full, ambas con una mecánica 1.8 litros construido en aluminio que genera 125 cv (MR18DE), con caja manual de seis marchas o automática de cuatro.

Primero comenzó a venderse solo con carrocería de cinco puertas, y posteriormente se repitió la gama, pero con una configuración sedán de cuatro puertas. El modelo se comercializó en Uruguay hasta 2013 en el caso del cinco puertas, y comienzos de 2014 en el caso del sedán.


En febrero de 2015 el Tiida retornó al mercado uruguayo en una sola variante con carrocería sedán (ver lanzamiento), y un motor que si bien es conocido en otros productos de la marca, para Uruguay es nuevo para este tricuerpo compacto. Se trata del HRDE16, un 1.6 litros, cuatro cilindros, 16 válvulas con distribución por cadena, que eroga 106 cv, y va asociado a una caja manual de cinco marchas.

Autoblog pudo probar durante más de 390 kilómetros al Tiida Sedán 1.6, que en Uruguay se comercializa a un precio de U$S 17.990 y con una garantía de 3 años o 100.000 kilómetros. La evaluación completa de esta berlina de origen mexicano se transcribe a continuación.


Exterior

Habiendo nacido en el 2004, y sin haber sufrido muchos cambios estéticos -más allá de un cambio de la parrilla en el 2010, que no se trasladó al modelo actual-, el diseño del Tiida Sedán se mantiene congelado en el tiempo desde entonces. Y eso se nota con solo verlo. Los 12 años se le notan en la piel.

No es un auto moderno ni mucho menos. Pero también hay que ser honesto, desde su nacimiento tampoco buscó hacer escuela en este aspecto, ya que se diseñó desde adentro hacia afuera. El modelo siempre intentó otras conquistas en otros terrenos. En el plano estético, ningún Tiida buscó clasificar para una pieza de museo de arte, y sus líneas siempre fueron por el carril de lo clásico, priorizando lo funcional puertas adentro. Por ejemplo, la visibilidad que tiene gracias a las grandes superficies vidriadas que tiene es uno de esos ejemplos.


En el caso de esta versión tricuerpo, esto último se ve más claramente. Es una carrocería con los tres volúmenes bien marcados y para esta versión MY2016, la vemos vestida con sus ropas de entre casa. Casi como si llevara puesto un jean, championes, y una remera blanca. Es lo que se dice un "básico".

Los plásticos sin pintar en los tiradores de puerta y baúl, además de los espejos retrovisores son "el nuevo negro", mientras que aquellos cromados que solía tener el Tiida en la parrilla ahora desaparecen e incluso suma el estilo del primer modelo que vimos allá por 2008. Reitero, el modelo no busca conquistar con sus líneas. Tiene otros atributos mejor trabajados que no se descubren a simple vista.


Lateralmente otro detalle que muestra su naturaleza "entrada de gama" son las tazas plásticas (de 15 pulgadas), con un diseño que personalmente it's not quite my tempo. En otros mercados (como el mexicano) sigue ofreciendo llantas de aleación de 16 pulgadas. En la unidad probada montaba cuatro neumáticos Bridgestone B250 en medida 185/65 R15.

En el sector trasero la única forma de diferenciar a este Tiida Sedán de uno anterior es que ahora lleva un aplique de portapatentes de color negro, y no cromado como solía lucir antes. El resto es exactamente idéntico. Tampoco cambiaron las dimensiones desde entonces. Mide 4.470 mm de largo, 1.695 mm de ancho, 1.548 mm de alto y tiene una distancia entre ejes de 2.600 milímetros.


Interior

La misma simpleza del exterior, desprovisto de todos los lujos se traslada al habitáculo una vez que ingresamos. El estilo nuevamente es el mismo de los Tiida previos, con sus ventajas y desventajas. Entre las primeras encontramos la calidad de fabricación, que pese a los "recortes" de equipamiento, en líneas generales es correcta, pero solo eso. Si bien todos los plásticos son rígidos y (muy) rústicos, no hay malos encastres, rebarbas, o piezas que parece que se van a romper de solo mirarlas.

Entre las segundas, la posición de manejo ya no tiene tantas regulaciones. Por ejemplo, ahora la butaca del conductor carece de ajuste en altura, mientras que la columna de dirección sigue con la misma configuración de antes, solo se mueve en altura. El resultado es una posición de manejo algo alta, pero a la que uno se acostumbra. Párrafo aparte para la comodidad de las butacas, que no solo sujetan mucho el cuerpo, sino que además tienen un mullido muy agradable. La única contra que tienen es que sus apoyacabezas son fijos y el respaldo a su vez, es un poco corto.


El instrumental es otro de los elementos que se conservaron de Tiidas anteriores. Tiene tres elementos de agujas (tacómetro, velocímetro y cantidad de combustible en el tanque), mientras que en la extrema derecha lleva un pequeño display para los tres odómetros (total y dos parciales). Carece de computadora de a bordo (debería ofrecerla por el precio) y de medidor de temperatura del líquido refrigerante. En su lugar tiene dos testigos, uno azul y otro rojo, es decir, uno marca cuando está frío y otro cuando se fue al extremo opuesto, es decir: cuando tenés que ir marcando el número de la grúa.

En la consola central aparece uno de los nuevos cambios. Ahora incorpora una radio (instalada localmente) marca Blaupunkt modelo New Jersey BT220 con necesario hoy en día, es decir, AM/FM/CD además de conexiones auxiliares (Aux-In y USB) así como telefonía por Bluetooth con audio streaming. El equipo suena muy bien, pero es demasiado complicado de utilizar tanto sus funciones como sus pequeñas teclas son a veces confusas. Por suerte trae un sencillo control remoto similar al de un minicomponente que a veces te saca del apuro.


Por encima de la radio hay una profunda bandeja portaobjetos con tapa, que se suma a los varios espacios para guardar llaves, billeteras o también si queremos poner vasos o latas, cuenta con cuatro espacios entre las butacas y dos más en las puertas delanteras.

Más abajo del equipo de sonido están los comandos de la climatización que presenta las clásicas y confiables perillas. Su funcionamiento es muy intuitivo y el sistema trabaja muy rápido, ya sea para enfriar como para calentar el habitáculo. A su vez, cuenta con dos salidas de ventilación extra hacia el parabrisas que pueden cerrarse o abrirse igual que las cuatro frontales.


Si salimos de la parte delantera y nos vamos a las plazas traseras veremos uno de los elementos que hizo al Tiida tan famoso, su excelente habitabilidad. Allí dos adultos de 1,80 m (y un poco más también) podrán ir sin problemas tanto a lo alto, ancho como a lo largo, Sobra tanto lugar para las piernas, al punto tal de poder llevarlas cruzadas. Sin embargo, el ancho delata su plataforma de segmento B estirada a un C y un tercer ocupante irá un poco más apretado, aunque no incómodo, porque el respaldo está bastante inclinado, haciendo que en líneas generales se viaje muy descansado.

En relación a la seguridad disponible, los apoyacabezas son solo dos (y fijos), mientras que los cinturones de seguridad de tres puntas se limitan a las plazas laterales, mientras que quien viaje en el medio tendrá que conformarse con el central de dos puntas. Otro punto negativo, es que no cuenta con anclajes para sillas infantiles, algo que el anterior Tiida tampoco nunca ofreció en nuestro mercado.


Pasando al baúl, Nissan declara una capacidad de 467 litros. Si bien no llega a ese número mágico de los 500 litros que muchos rivales sacan cartel, de todas formas el volumen da más que bien para las intenciones de un padre de familia y su troupe. Lamentablemente en caso de precisar más espacio, no se puede rebatir el respaldo trasero, ya que ahora pasó a ser fijo.

Por debajo de una alfombra -de una calidad muy mejorable-, se esconde el auxilio, que es un Maxxis en medida T125/70 D15, es decir, un temporario "tipo galleta". Recordemos que los cuatro neumáticos titulares son unos Bridgestone B250 en medida 185/65 R15.


Motor y transmisión

Tras los March (ver prueba), Note (ver prueba), y Versa (ver prueba), este Tiida es el cuarto Nissan que pasa por nuestras manos movido por el conocido impulsor HR16DE. Tiene 1.598 cc de cilindrada, doble árbol de levas a la cabeza, inyección multipunto, distribución por cadena, 16 válvulas, una potencia de 106 cv a las 5.600 rpm, y un torque máximo de 142 Nm a las 4.000 vueltas.

Para nuestro mercado va exclusivamente asociado a una caja manual de cinco relaciones, aunque en México, donde se fabrica el Tiida Sedán, también existe la chance de elegirlo con una automática con convertidor de par y cuatro relaciones. Es una combinación mecánica conocida de otros productos de la marca y por suerte en este modelo le sienta igual de bien que a sus hermanos menores.


Cabe destacar que al ser un motor cadenero y no con polea de distribución, se evitan las vibraciones y reduce costos de mantenimiento a cero, ya que esa pieza no precisa recambio. El block es de aleación de aluminio, para reducir peso. Obviamente, por más que estamos ante una mecánica probada y de buen desempeño, aquellos que tengan o hayan probado a los primeros Tiida, que tenían un 1.8 de 125 cv, notarán la diferencia entre ambos.

Este 1.6 se presenta como un impulsor muy elástico en su respuesta, siendo además muy silencioso por debajo de las 3.000 vueltas y más ruidoso recién por encima de las 4.200, especialmente en ruta. Pese a que no goza de una cifra de par generosa (142 Nm), incluso por debajo de las 2.000 rpm, el impulsor ya se mueve con ganas, pero eso más que mérito del motor, es un trofeo que se lleva la caja de cambios.


La transmisión tiene marchas cortas, en especial las cuatro primeras, mientras que la quinta si bien es un poco más larga, en general todas las relaciones de caja están pensadas para sacarle todo el jugo al motor mil seis. Todas entran sin el más mínimo esfuerzo, y es técnicamente imposible errarle a una marcha. Es de esas cajas en las que se siente el "clac" los engranajes, una sensación que personalmente me agrada bastante.

En ciudad hace que el Tiida mueva ágilmente, saliendo casi siempre primero los semáforos, y cuando nos vamos a la ruta, también hace que tengamos entre manos un producto vivaz con un motor que trepa en vueltas muy rápido. Si a este motor bien no le sobra potencia (ni torque) para mover a esta berlina de segmento C con la soltura que tenía el 1.8, en líneas generales este 1.6 cumple más que bien su cometido si consideramos que se le dará un uso familiar y relajado.


Fábrica no declara velocidad final o aceleración de 0-100 km/h, aunque sí los siguientes consumos: 6,7 l/100 km en ciudad, 4,8 l/100 km en ruta, y 5,7 litros cada 100 km en ciclo mixto. El depósito de combustible cuenta con 52,4 litros, y el peso en orden de marcha es de 1.224 kg.

Si bien la realidad no es tan optimista como las fichas técnicas, en nuestras mediciones conseguimos los siguientes números en relación al consumo de combustible: 9,6 l/100 km en ciudad, 6,9 l/100 km en ruta, y 8,3 litros cada 100 km en ciclo combinado, todas cifras más que correctas, considerando su tamaño, peso y cilindrada.


Comportamiento dinámico

Los usuarios del Tiida siempre ponderaron su buen confort de marcha y pese a que los años pasaron, esa virtud del modelo se mantiene intacta. Es un producto que, gracias a unas suspensiones blandas presenta un comportamiento suave y que sabe lidiar bien con calles en mal estado, pozos, o calles empedradas. Además el chasis se siente robusto, mientras que su esquema filtra bien estos problemas topográficos.

Si bien el producto apela a la suavidad en el andar, en algunas situaciones, como vías de tren o pozos de esos que uno querría haber esquivado, ambos ejes manifiestan cierta sequedades, pero es solo en esos casos específicos. Los neumáticos rodado 15" con perfil 65 saben mitigar en parte estas sensaciones poco agradables.


En la ciudad tanto el motor como la caja se encuentran en su hábitat natural. El 1.6 apenas se oye cuando está en ralentí desde el habitáculo, y la transmisión deja sacarle provecho a un impulsor que mueve con agilidad una carrocería que orilla los 1.200 kilos en orden de marcha. El conjunto le permite trabajar al 1.6 a 2.000 vueltas con la quinta conectada para circular a unos 70 km/h.

La dirección es un placer para doblar en las esquinas, pero en especial para estacionar. Cuenta con asistencia variable en función de la velocidad, aunque en esas situaciones no se la percibe tan ágilde reacciones. La pedalera, en tanto, es algo gomosa de más, en especial el embrague, que tiene demasiado recorrido, algo que noto en cada Nissan con caja manual que he probado hasta ahora.


En relación a la ruta, el impulsor puede trabajar un poco más descansado gracias a una quinta marcha más larga que el resto, pero que de todas formas no desahoga del todo al motor, ya que se lo siente algo enroscado de más. Pedirle una sexta marcha sería exagerado, pero sí una relación final de la caja que le haga bajar un par de revoluciones al motor. A 110 km/h, el Tiida viaja en 5º a 3.100 rpm.

La insonorización si bien es correcta en ciudad, no lo es tanto en ruta, especialmente del motor cuando superamos los 110 km/h y por la rodadura de los neumáticos. Ante pavimentos gastados generan un ruido bastante molesto. De todas formas son esos casos puntuales, y en la gran mayoría del tiempo se puede ir conversando o escuchando música sin problemas, ya que el motor es silencioso en el régimen medio de uso.


En adelantamientos el 1.6 y la caja con sus marchas cortas nos sacarán del apuro sin problemas, solo basta bajar a cuarta marcha para hacer las maniobras de sobrepasos con mucha seguridad. Ante los vientos cruzados, especialmente si estamos rebasando un camión o un bus, o nos viene de frente uno por la mano contraria, solo en casos muy extremos se llegan a sentir las ráfagas.

En curvas, en tanto, la trompa se inclina como es de esperar en un producto de corte netamente familiar y la subvirancia estará a la orden del día, mientras que las reacciones del chasis son bastante predecibles y fáciles de corregir, sin perder la trayectoria tan fácilmente. Es un auto va  bien aplomado en la ruta así como también ante curvas exigidas. Una de las ventajas que siempre tuvo este producto y que aparentemente seguirá manteniendo hasta sus últimos días.


Equipamiento

El Tiida Sedán 1.6 es un auto sencillo por donde se lo mire, y más si nos ponemos a revisar su listado de equipamiento de confort cuenta con un poco menos de lo indispensable. Ofrece los siguientes ítems de serie: aire acondicionado, dirección asistida eléctricamente, apertura interna del depósito de combustible, radio Blaupunkt AM/FM/CD/MP3/Aux-In/Bluetooth con control remoto, columna de dirección regulable en altura, bloqueo central, levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas con apertura/cierre de "un toque" para el conductor, y llantas de acero estampado de 15" con tazas plásticas sobre neumáticos en medida 185/65 R15. Nada más.


Aquel cliente que acceda a este modelo ya sabe de antemano que se está llevando una versión entrada de gama. De todas formas e incluso teniendo en cuenta eso, dado el precio (casi 18 mil dólares) y lo que ofrecen algunos rivales por el mismo valor (o mucho menos), al Tiida le surgen unos cuantos faltantes poco entendibles: espejos eléctricos (ni siquiera traen comando manual, hay que ajustar los espejos con la mano), asiento trasero rebatible, faros antiniebla, bloqueo con mando a distancia, o la regulación en altura de la butaca del conductor, por citar los que más se extrañan.

Seguridad

Al apuntar al escalón más bajo del segmento C, casi rozando el B, el Tiida cuenta con una dotación de seguridad que simplemente "cumple" con la Ley 19.061. De serie cuenta con doble airbag, frenos ABS con distribución electrónica y asistencia de frenado de emergencia (EBD+BA), cuatro cinturones inerciales de tres puntas, y cuatro apoyacabezas.

No voy a exigirle ESP o ASR a un auto que se vende en un mercado tercermundista y que vale algo menos de 20 mil dólares. Me encantaría, pero mi documento no dice "ciudadano natural de la Comunidad Europea". Lo que sí le puedo reclamar, porque productos de menor valor los ofrecen, son los anclajes para sillas infantiles, así como también los apoyacabezas regulables en altura (tiene cuatro, pero fijos), o el quinto cinturón de seguridad inercial de tres puntas para la plaza central trasera. Es más, ni siquiera tiene tercera luz de stop.


Los frenos cuentan con discos ventilados en el eje delantero, y tambores en el trasero. En relación a su funcionamiento es solo correcto. La acción del ABS se siente mucho en el pedal y ante reiteradas frenadas de emergencia el sistema acusa una fatiga temprana, el pedal se torna algo esponjoso que va disminuyendo en su eficacia, aunque por suerte no llega a perder la trayectoria nunca.

En lo relativo a la seguridad estructural, Latin NCAP probó al Tiida Sedán en 2015 bajo el anterior protocolo y tuvo unos resultados bastante auspiciosos en líneas generales. La variante probada contaba con airbags frontales (al igual que la que llega a Uruguay), y consiguió cuatro estrellas en la protección para adultos.


Según el informe del organismo, en el impacto frontal, tanto la cabeza y el cuello del conductor y del acompañante recibieron una buena protección. La protección de ambas zonas pectorales fue adecuada. Las rodillas del acompañante podrían impactar áreas peligrosas detrás del tablero. La estructura del vehículo fue considerada estable y capaz de soportar cargas mayores.

En el caso de los niños, logró solo dos estrellas especialmente por carecer de un sistema de anclajes. Por tal motivo la silla infantil para niños de 3 años no pudo evitar un excesivo desplazamiento hacia adelante durante el impacto y ofreció una baja protección al cuello y pecho. El desempeño dinámico del sistema de retención infantil para el niño de 18 meses, en tanto, fue adecuado.

Precio, garantía y competidores

La versión probada es la única disponible en el mercado uruguayo. Se denomina 1.6 M/T, y se comercializa a un precio bastante atractivo de U$S 17.990 y con una excelente garantía de 3 años o 100.000 km. Como digo, es muy tentador, por más base que sea, porque equivale a llevarse un tricuerpo de segmento C, al precio de un hatchback de segmento B. Sin ir más lejos, un Nissan March Extra Full (ver lanzamiento) vale exactamente lo mismo que este Tiida. En criollo: una ganga.

Los rivales del modelo evaluado se reducen a algunos productos de la parte más accesible del segmento C (el Tiida es un sedán compacto, no uno chico como el Versa, aunque muchos salgan discutir esto al infinito), y que en su gran mayoría provienen de China. Ellos son: BYD New F3 1.5 GS-i (U$S 15.990), Geely Emgrand 718 GS 1.8 Sedán (U$S 18.990) y el Zotye Z300 1.5 Elegant (U$S 17.950).


Como verán, hay una paridad de precios entre el Nissan y su competencia directa, aunque en realidad la pelea de valores también los lleve a enfrentarse a sedanes de segmento B tope de gama. El producto evaluado al ser de un segmento superior, corre con la ventaja de tener un habitáculo espacioso al igual que sus rivales de segmento y además un baúl generoso. Ahí es donde la funcionalidad y la necesidad de tener espacio hará el desempate entre las berlinas compactas y chicas. 

Sin embargo frente a la competencia directa, queda algo relegado en lo que a equipamientos respecta. Los productos de origen chino ya mencionados lo superan (ampliamente) en este aspecto con precios bastante similares o en algunos casos, inferiores. Incluso en el caso del BYD hay una ventaja extra en relación a la garantía, dando 5 años o 100.000 km, y en el Geely son 3 años o 150.000 km. Pero a favor del Tiida se corre con la ventaja de pertenecer a una marca tradicional y conocida por muchos, en especial por su confiabilidad mecánica, un activo que las marcas japonesas como Nissan trabajan y pulen constantemente desde hace años.


Conclusión

Personalmente llegué retirar el Tiida Sedán de las oficinas de Nissan con expectativas y prejuicios en los bolsillos. Las primeras eran las de encontrar un producto noble y confiable que continuara la tradición que el modelo forjó en el mercado local durante los últimos años. Entre los segundos esperaba usar por cuatro días un vehículo que está transitando sus últimos días de vida comercial, ya amortizado al máximo por la fábrica, y que presentaría solo vestigios de lo que una vez fue.

Tras haber convivido con el auto, les tengo que admitir que si bien los recortes de equipamiento son notorios e imposibles de obviar, el Tiida sigue teniendo en su esencia ese espíritu de berlina confiable, espaciosa, cómoda y resistente. Digamos que sus virtudes afloran de forma más clara que sus defectos y saben conquistar más allá de la simpleza que hoy lleva el producto como principal bandera.


Este Tiida Sedán no intenta hacer que el usuario actual de este modelo lo cambie por el nuevo, sino que intenta (y creo que lo consigue) conquistar a ese cliente que busca un sedán clásico, fácil de mantener, confiable, espacioso y noble. Sin complicaciones mecánicas ni chiches hi-tech. Algo que lo lleve y traiga del punto A al B sin darle dolores de cabeza.

Es cierto, tiene algunos faltantes de confort y seguridad que en 2016 suena ridículo estar reclamándolos, pero hay una parte del mercado local (la vasta mayoría) que pondera algunos elementos por sobre otros, como ser una motorización probada y ágil, un baúl inmenso o unas plazas traseras tan amplias que podrían poner en vergüenza a más de un sedán de segmento D o E, antes que los anclajes para sillas infantiles o apoyacabezas regulables, por ejemplo.


En resumen, el Tiida sigue teniendo muchas de las virtudes que lo hicieron famoso. Pero ya no apunta a la misma clientela que antes. Si antes era un producto racional, ahora es racional a la N. Pero lo que es más importante, dejó de ser un producto (casi) aspiracional para ser uno 100% popular. Y eso es algo muy loable. Es un caso muy similar al que experimentó otro sedán de segmento C como fue Volkswagen Bora hace unos años atrás, y como lo sigue siendo en otros mercados como México por ejemplo.

Aquel consumidor que veía a estos sedanes compactos como inalcanzables hace 10 años atrás, ahora los tienen más cerca del bolsillo. A los autos les pasa lo mismo que a la música. Cuando algunos éramos jóvenes en los noventas y queríamos comprar un nuevo CD, no podíamos porque valían carísimo. Ahora en la época de Spotify y otros servicios de streaming, lo podemos escuchar por menos de la mitad de aquel precio. Por eso es que este Tiida Sedán es como el Unplugged de Eric Clapton: si bien usa una acústica y no su clásica Stratocaster, sigue sonando igual de excelente a pesar de los años. Y ahora, además ahora escucharlo es más accesible que nunca.



A favor
  • Capacidad del baúl
  • Conjunto motor/caja
  • Confort de marcha en ciudad
  • Garantía
  • Habitabilidad
  • Seguridad estructural
  • Robustez de las suspensiones

En contra
  • Diseño desactualizado
  • Faltantes de equipamiento de confort
  • Neumático de auxilio temporario
  • Respaldo trasero fijo
  • Sin apoyacabezas central trasero y cinturón central trasero de dos puntas
  • Sin anclajes para sillas infantiles




FICHA TÉCNICA:

MOTORIZACIÓN
Cilindrada (cc) 1.598
Número de cilindros: 4
Número de válvulas: 16
Relación de compresión: 9,8:1
Diámetro x carrera (mm): 78 x 83,6
Inyección: indirecta multipunto secuencial
Potencia máxima (cv/rpm) 106/5.600
Torque máximo (Nm/rpm) 142/4.000
TRANSMISIÓN
Caja de velocidades manual de cinco velocidades
Tracción delantera
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica variable
FRENOS
Delanteros: de discos ventilados
Traseros: de tambores
EJES - SUSPENSIÓN
Delantera: Independiente tipo McPherson con barra estabilizadora
Trasera: Eje semi-rígido con barra estabilizadora
NEUMÁTICOS
Dimensiones: 185/65 R15
Rueda auxiliar: T125/70 D15
PRESTACIONES
Velocidad máxima (km/h) N/D
Aceleración 0/100 km/h (s) N/D
Consumo (l/100km) Urbano: 6,6 - Carretera: 4,7 - Mixto: 5,6
DIMENSIONES / PESO
Capacidad del baúl (l) 467
Peso en vacío (kg) N/D
Peso en orden de marcha (kg) 1.224
Largo total (mm) 4.470
Ancho total (mm) 1.695
Alto total (mm) 1.548
Distancia entre ejes (mm) 2.600
Capacidad del tanque de combustible (l) 52,4

Galería: Nissan Tiida Sedán 1.6 M/T | Créditos: Autoblog y Diego Olivera (oliverafotografo.com.uy).


EQUIPAMIENTO:

EXTERIOR
Llantas de acero estampado de 15" con tazas plásticas
Tiradores de puertas y espejos retrovisores en plástico negro
SEGURIDAD
Airbags frontales delanteros
Apoyacabezas delanteros y traseros fijos (4)
Asistencia a la frenada de emergencia (BA)
Cinturones de seguridad traseros de tres puntos (4) y central trasero abdominal (1)
Distribución electrónica del frenado (EBD)
Frenos ABS
CONFORT
Aire acondicionado
Bloqueo central
Dirección con asistencia eléctrica
Espejos retrovisores manuales
Levantavidrios eléctricos delanteros y traseros con sistema one touch para el conductor
Radio Blaupunkt AM/FM/CD/MP3/Aux-In/Bluetooth con control remoto
Volante regulable en altura

PRECIO Y GARANTÍA:

U$S 17.990. Garantía: 3 años o 100.000 km

COMERCIALIZA:

Santa Rosa Motors. Cerro Largo 999. Tel. 29091469. Web: www.nissan.com.uy