El Renault Fluence Sport está llegando a Uruguay

lunes, 15 de octubre de 2012



Este es el Fluence Sport. Bajo una apariencia conservadora se esconde un motor 2.0 turbo con 180 cv.
Hace algunos días Autoblog tomó un pequeño contacto con la primera unidad del Renault Fluence Sport que llegó a Uruguay. Motor 2.0 turboalimentado con 180 cv para la variante más prestacional del tricuerpo cordobés. Las primeras impresiones de manejo del auto, a continuación.


Esta nota va a ser algo extraña. Será una mezcla de contacto, con primera impresión y algo de adelanto de prueba. La visita al local de Renault hace unos días, iba a ser una sencilla sesión de fotos de la primera unidad del Fluence Sport para una nota del estilo "llegó el Fluence Sport" y nada más.

Pero en dos segundos terminó siendo un aperitivo de la prueba que realizaremos más adelante en el sitio, tras la tentadora pregunta: ¿Querés salir a dar una vuelta? y posterior entrega de llaves. Bueno, tarjeta-llave para ser exacto. Fue así que hace unos días salí a dar una vuelta en el modelo más potente de Renault en nuestro mercado, fabricado en la planta cordobesa de Santa Isabel, en Argentina.


Para aquellos que no estén familiarizados con esta novedad del sedán compacto de Renault, se trata de una variante más potente que aquella que probáramos en 2011 con 143 cv (ver prueba). Ahora lleva bajo el capot un motor proveniente de Cléon, Francia, denominado TCe (Turbo Control efficiency) con 1.998 cc de cilindrada, turbocompresor e intercoooler, logrando 180 cv de potencia a las a 5.500 rpm y un torque máximo de 300 Nm disponible a las 2.250 rpm.

Fábrica declara un cero a cien en 8,6 segundos y cubre el kilómetro con partida detenida en unos 29 segundos y medio. Con un peso en orden de marcha de 1.326 kg, el Fluence consigue una relación peso/potencia de 7,3 kg/cv. Para cerrar con las prestaciones, logra una máxima de 220 km/h de velocidad final y un consumo mixto de 8,1 l/100 km.


Dejando de lado la ficha técnica, por fuera mantiene el bajo perfil de cualquier otro Fluence que hayamos visto por nuestras calles, a no ser por algunos detalles, como las llantas de aleación modelo "Schuss", los faros de Xenón con lavafaros, sensores de estacionamiento traseros, apliques cromados en la base de las ventanillas, además de un spoiler con tercera luz de freno y un pequeño logo de RenaultSport a la izquierda del baúl. Estos últimos dos ítems son exclusividad para el mercado uruguayo, para intentar diferenciarlo un poco más del resto de los Fluence.

Al ingresar al habitáculo la esa discreción exterior se potencia aún más. Casi que no hay diferencias entre este Sport y un Privilège Plus. Nuevamente, son detalles los que separan a los hermanos. Hay cruise control y regulador de velocidad, control de estabilidad ESP y de tracción ASR, navegador satelital integrado Carminat Tom Tom con mapas locales, espejo interno con antiencandilamiento automático, un indicador en el instrumental para realizar el cambio de marcha en el momento más apropiado -tanto para subir como para bajar- y nada más. 


De todas formas la diferencia más grande entre un modelo y el otro se pone de manifiesto al darle vida al 2.0 TCe mediante el botón de encendido. En ciudad el impulsor no se hace presente, siendo silencioso. Lo que sí se nota es la suspensión, adviertiéndose más firme que en otros integrantes de la gama, no solo por un reglaje más duro, producto de espirales de recorrido más corto, sino también por contar con ruedas más generosas en diámetro y menos en perfil, en comparación con el 2.0 aspirado, que lleva unas 205/60 R16 contra las 205/55 R17 del Sport. De todas formas pese a esa dureza extra, al Sport le cuesta abandonar el confort de marcha de cualquiera de sus homónimos domesticados, siendo así un modelo cómodo en ciudad.

Ya al salir a la ruta, el dos litros se puede despeinar un poco más con el turbo. Al romper la barrera de las 3.000 rpm se despierta la bestia que esconde este aristócrata franco-argentino bajo el capot. Pisando con un poco más de contundencia se hace sentir en el habitáculo, seguido por el intercooler y generando un sonido un poco más ronco, que físicamente se traduce al sentirse más pegado contra la butaca de cuero y que hace olvidar que vamos al volante de un burgués Fluence por unos segundos.

Spoiler trasero, GPS, llantas 17", faros de Xenón y control de estabilidad desconectable son algunos detalles diferenciales.
No quiero seguir extendiéndome en lo que me dejó algo menos de una hora de manejo arriba de este Fluence Sport, porque quiero guardar algo para la prueba que le realizaremos más adelante, pero puedo resumir que no es un deportivo, ni tampoco busca serlo. A cambio de eso, es una berlina veloz y una herramienta ideal para cubrir largas distancias en poco tiempo. Eso sí, pasando muy desapercibido entre la multitud.

Consultado al importador, en unos días se definirá el precio, que rondará entre los 38.000 y 40.000 dólares y antes de fin de año comenzarán a llegar las primeras unidades. Más adelante les daremos todos datos del auto en cuestión y luego pasará por nuestras manos -me refiero a las del equipo de Autoblog- para probarlo en detalle.