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El Freelander se pone al día con la familia Land Rover una vez más. |
Poniéndose al día con la familia
El Freelander es el Land Rover más "accesible" pero no por eso el más popular. Los Discovery, o ahora el Range Rover Evoque le superan en ventas y para recordarnos a todos que el baby Landy aún existe, es que la marca inglesa debe recurrir a llamar la atención con esta actualización.
Los cambios por fuera son muy sutiles, incorporando nuevas ópticas delanteras y traseras con tecnología LED en las posteriores y Xenón para las frontales, una parrilla más acorde a los modelos de Range Rover, una nueva carta de llantas de aleación, así como tres nuevos colores para elegir, llamados Verde Aintree, Havana y Azul Mauritius.
Por dentro la consola central gana una pantalla táctil de siete pulgadas con el sistema opcional "Say What You See" para operar vía vocal las funciones del navegador satelital, y además cámara de retroceso con Hitch Assist. Para los que busquen una mejor calidad de sonido, se ofrecen dos tipos de equipos de audio firmados por Meridian, contando con 825 watts y 17 altavoces en el más equipado. Si no queiren tanto poder, hay un equipo de 380 watts y 11 parlantes.

El dial del Terrain Response desaparece para ser reemplazado por un sistema más simple, con botones. Otra cosa que ya no existe en el interior del Freelander es la cuna para la llave, ya que ahora cuenta con un encendido por botón start/stop, más acorde a un vehículo de este precio
Pidiéndole el motor prestado al hermano cool
El Freelander, como pasa en las mejores familias, aprovecha todo lo posible la buena reputación y ventas del hermano mayor y cool, el Evoque. Tanto, que ahora deshecha al motor 3.2 I6 de 230 cv aspirado y lo reemplaza por el 2.0 turbo de 240 cv a 5.500 rpm utilizado por el baby Range, que produce 338 Nm de par a las 3.200 vueltas.
Este impulsor está asociado a una caja automática Aisin de seis relaciones. Esta transmisión llamada por Land Rover como CommandShift® permite el pasaje de cambios de manera secuencial, y va acoplada a un sistema de doble tracción permante con un diferencial Haldex en el eje trasero.
Todo esto va además conectado, como ya
dije al Terrain Response, una de las joyas de la corona de la casa
inglesa, que para los que no lo conozcan aún, es un sistema que permite
adaptar la respuesta de los sistemas del motor, la caja
de cambios, el frenado y los controles de estabilidad, tracción, y
descenso, con cuatro niveles de seteo para cada tipo de terreno.
Están los modos: el normal, otro para pasto/grava/nieve, uno para caminos con
barro y otro para transitar sobre arena.