Probamos al Mercedes-Benz GLC Coupé: la suma de las partes

martes, 9 de mayo de 2017



Luego de haber probado al Mercedes-Benz GLC "convencional", ahora nos subimos al GLC con carrocería Coupé.
Mercedes-Benz está sosteniendo su imperio a nivel mundial -en gran parte- gracias a su extensa gama de SUVs. El último presentado en el mercado uruguayo es el GLC Coupé y hace algunos días atrás pasó por el garage de Autoblog. Pero antes de conocerlo en detalle en la prueba, el clásico adelanto.

Hace algunos días atrás estuvo en el garage de Autoblog este Mercedes-Benz GLC Coupé 250 4MATIC 9G-TRONIC Exclusive Plus que ven en imágenes y que se comercializa en Uruguay a un precio de U$S 105.990. Pero hace algo más de un año estuvo otro GLC, el 250 4MATIC 9G-TRONIC Exclusive en su versión "no-coupé" (ver prueba) que se vende por unos más humildes U$S 97.990.

Sacando de lado algunas diferencias de equipamiento entre los dos vehículos a favor del Coupé, que al ser el Exclusive Plus tiene algunas cosas más, un GLC Coupé 250 4MATIC 9G-TRONIC Exclusive, es decir, la variante de entrada de gama equivalente al "no-coupé" vale U$S 89.990 (ver lanzamiento) y ahí sí que no hay una sola diferencia entre ellas.


Mentira. Sí las hay. Esa "silueta de coupé" le quita 57 milímetros al alto de su carrocería y como consecuencia le roba también 50 litros de capacidad de baúl y 395 menos cuando rebatimos los respaldos traseros. También lleva una dirección más directa frente a la versión convencional del GLC, que pasa de 15,1:1 a 16,1:1. Las suspensiones también son un poco más firmes en el Coupé que en el otro. Pero el resto del vehículo es idéntico en todo sentido, los motores y transmisiones son iguales, los sistemas de tracción, el habitáculo, todo.

Entonces el elefante en la habitación es por qué uno habría de pagar más frente a un modelo que: tiene un andar más duro, menos habitabilidad posterior y menos capacidad de baúl. Muy simple: por imagen. Al igual que ya pasara con otros productos de este estilo, es decir, SUVs a los que se les rebana parte del techo para darle un aspecto más dinámico en comparación con sus hermanos más racionales, este GLC Coupé es un gran ejercicio de imagen.


Perdón, otra mentira. No es tan simple, ni tampoco es un mero ejercicio de diseño. Los estudios de mercado realizados por las marcas que comercializan estos productos están dando como resultado que sus clientes buscan este tipo de vehículos en donde se compromete (apenas) la parte práctica de un SUV convencional en pos de obtener un comportamiento dinámico más deportivo así como un aspecto menos conservador y más llamativo en las calles.

Esta tendencia por parte del público se da por dos motivos: 1) el que quiere un coupé, pero que por razones de necesidad (familias con hijos, por ejemplo) no lo puede tener. Entonces se compra un SUV, una rural o una berlina, y 2) el que ya tiene un coupé, es muy probable que tenga otro auto para usar de forma práctica, ya que en este tipo de modelos, "lo práctico" en la gran mayoría de los casos, queda fuera de la ecuación, empujado por "lo estético".


Tomando esto en cuenta, no es descabellado pensar que haya un nicho de consumidores que busquen vehículos que puedan sumar las dos partes en una sola. Tienen un SUV con el estilo de una coupé -aunque no lo sea-, diseño y practicidad en un mismo paquete que es tan exitoso, que incluso las marcas se dan el lujo de cobrárselo más caro a sus clientes y ellos lo pagarán con gusto sin cuestionárselo.

Bien dicen que la holística se refiere a la manera de ver las cosas enteras y entender los procesos que conforman el todo, por separado. Por eso con el fin de conocer los gustos de esos consumidores, y porque el Mercedes-Benz GLC es a criterio personal el mejor SUV mediano premium que se puede comprar hoy, es que pasé cuatro días y realicé más de 650 kilómetros con su hermano Coupé para tratar de entender si la suma de todas las partes da algo más que el todo, como decía Aristóteles. O en este caso, si es algo mejor que el propio GLC. La prueba completa podrán leerla el próximo viernes.