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| Volkswagen renueva ligeramente al Polo de cara al Salón del Automóvil de Ginebra 2014. |
Para el próximo Salón de Ginebra, Volkswagen estará mostrando como novedad principal una ligera actualización del Polo, su modelo tan aclamado en el viejo continente por la prensa especializada. Los cambios son meramente estéticos, y como verán, tienen un aire muy Mercosur. Más, tras el salto.
Antes que sea crucificado en una plaza pública por el título, voy a abrir un pequeño paraguas. Ni un Gol es un Polo, ni viceversa, en todo sentido lo digo. Pero si trazamos un paralelismo en ambos mercados, Volkswagen los ofrece a ambos compitiendo en el mismo segmento, el B. Así que la nueva trompa, a lo Gol VI (ver lanzamiento), así como mi título, tampoco está tan fuera de lugar.
Yendo con los cambios que presenta el VW Polo de cara a la muestra suiza, vemos un nuevo frontal, como decía, con una fuerte inspiración al Gol, que si no fuera por unos paragolpes diferentes, a lo lejos se podrían confundir tranquilamente. Curiosamente el modelo que conocemos en el Mercosur había adoptado un diseño de las ópticas traseras muy parecidas a la del Polo, así que es casi una "devolución" del préstamo.
Este facelift de la sexta generación del Polo, que se comenzará a vender en Europa en mayo, tendrá además una mejora en relación a los sistemas de asistencia a la conducción. Por ejemplo, ahora se encuentra como opcional la suspensión Sport Select, con dos niveles de dureza y una nueva dirección electro-mecánica con asistencia deportiva. Las ópticas delanteras ahora están disponibles con función LED para los faros principales, y el otro cambio viene dado por nuevos diseños de llantas de 15, 16 o 17 pulgadas.
Por dentro los cambios son sutiles. Hay un nuevo volante de tres radios que parece tomar prestado del Golf 7, una revisada consola central y la posibilidad de dotarla de una pantalla táctil de 5 o 6,5 pulgadas que entre muchas funciones de infoentretenimiento, ahora suma una cámara de reversa.
Ya pasando a las mejoras en materia de seguridad, ahora ofrece un sistema post-colisión que frena el auto para evitar choques en cadena, la alerta de fatiga para el conductor, el control de crucero adaptativo, que trabaja entre 28 y 160 km/h, además de un sistema de frenado de emergencia en ciudad, que funciona solo por debajo de los 28 km/h.
En materia mecánica también hay novedades. El nuevo motor de entrada a la gama es un 1.0 tricilíndrico TSI BlueMotion de 89 cv, con un consumo bajísimo en promedio, 3,4 litros cada 100 km. Por este motivo es el primer impulsor naftero en llevar la denominación BlueMotion. Hay además otra variante del 1.2 TSI con 108 cv.
Volkswagen, al igual que muchas marcas europeas, también apela a los tricilíndricos, pero sin turbo, como el 1.2 MPI de 90 cv, que ahora cuenta con un 21% de reducción en el consumo de combustible, homologando 3,8 litros cada 100 km en promedio, gracias a la incorporación del sistema Start/Stop así como de la recuperación de la energía de frenado de serie. Este mismo motor también se ofrece en una versión de 74 cv.
Los Polo más potentes siguen siendo los GT y GTi, que ahora ganan 10 y 12 cv respectivamente en sus impulsores 1.4 TSI de cuatro cilindros, quedando en 148 y 189 cv. En el caso del 1.4 del GT, mantiene el sistema cylinder on demand.
Finalmente, la gama diesel se compone por un trío de 1.4 TDI tricilíndricos de 75, 89 o 104 cv. El último reemplaza a tres impulsores que eran los 1.2 tres cilindros de 90 cv, y los dos 1.6 TDI de 89 y 104 cv. Dependiendo de los motores y combustibles, se podrán elegir transmisiones de cinco o seis relaciones manuales o una automática DSG doble embrague de siete relaciones.
Como decía al principio de la nota, el Gol está muy lejos de lo que es un Polo europeo, aunque por fuera se parezcan mucho.
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