Prueba: Peugeot 208 Active Nivel 6 1.2 VTi (Parte 1)

martes, 4 de diciembre de 2012



Evaluamos al modelo más moderno de Peugeot, el 208. Probamos el motor 1.2 tres cilindros de 82 cv de potencia.
Cerrando el 2012 nos subimos a uno de los modelos más esperados, el Peugeot 208. A partir de este momento conoceremos a fondo al nuevo integrante de la familia del león. Recorrimos más de 400 km con él y la primera parte de la prueba, la tenés a continuación.

La prueba de un auto como el 208 venía despertando muchas expectativas en los lectores, y no voy a mentir, en el equipo de Autoblog también. Es un modelo completamente nuevo, y además, presentado casi al mismo tiempo que en Europa, algo que no es muy común en un país que hay marcas que han llegado a demorar más de cinco años en traer un vehículo.

Repasemos un poco la breve historia de este modelo. Se presentó mundialmente en noviembre del año pasado, y marzo de 2012 en el Salón de Ginebra tuvo su primer baño de masas. En agosto de este año ya estaban llegando -en secreto- las primeras unidades a nuestro país (ver nota), esperando al lanzamiento, que fue el 16 de octubre (ver nota) y desde entonces se han vendido casi 180 unidades, según información provista por el importador.

Los 208 que llegan a Uruguay se producen en la planta francesa de Poissy, y se comercializan en seis niveles de equipamiento, combinados con carrocerías de tres y cinco puertas, con un nuevo motor tricilíndrico 1.2 de 82 cv. Para aquellos que busquen más potencia, en 2013 se sumarán a la familia dos impulsores más: El 1.6 VTi de 120 cv, el 1.6 THP de 155 cv asociado a las versiones XY y GT, y finalmente el mismo 1.6 THP pero con 200 cv para la variante GTi. En tanto que está en estudio la llegada del impulsor 1.0 tricilíndrica VTi de 68 cv, para ubicarse como entrada de gama.

Para conocer al 208 nos tocó un Active Nivel 6 1.2 VTi cinco puertas, que es el tope de gama a un valor de U$S 30.490. Ofrece una garantía de 2 años o 50.000 km extensible a 5 años o 120.000 km. Sin más vueltas, arranquemos con la prueba.

EXTERIOR

Andar en el interior -Colonia, en este caso- con un vehículo completamente nuevo, y que además, sea el más fresco del segmento implica que en la calle la gente se pare a preguntar y mucho. El 208, al igual que la mayoría de los Peugeot, tiene al diseño exterior como arma de seducción y en este caso puedo decir que por la reacción de la calle, es una de conquista masiva. A criterio personal es el mejor logrado del segmento en este aspecto, con una combinación de elegancia y agresividad que pocos modelos pueden dar. Adopta el nuevo lenguaje de diseño de la casa francesa, inspirado en el concept SR1, y contando con algunos detalles que pasaré a desarrollar.


En el frente, la marca al fin deja las grandes bocas de pez y empieza a refinar un poco más este recurso con una estética más contenida, y por ende, más agradable a la vista. Lleva por encima el nombre de la marca, algo escondido, y en el capot, el emblema del león. Las ópticas son generosas en tamaño y en el caso de esta versión Active Nivel 6 cuentan con luces diurnas LED, además de un listón de diodos, casi como si fuera una ceja, que en la noche se hacen destacar a lo lejos.

Lateralmente retoma algo de la estética del 206 cinco puertas, con las puertas traseras redondeadas. Los retrovisores se funden con el ventilete falso de la puerta y continúan en un nervio que muere en lass ópticas delanteras, en tanto que las traseras muerden el guardabarros posterior en un formato boomerang. Las bellas llantas de aleación denominadas Hélium Héphaïs, son de 16 pulgadas y van montadas sobre neumáticos Michelin Energy Saver en medida 195/55 R16. Transmiten confort y filtran bien las imperfecciones del camino, gracias a un perfil correcto. De todas formas en ruta, los notamos algo ruidosos en asfaltos rugosos por encima de los 100 km/h.


Párrafo aparte para uno de los detalles diferenciadores del exterior del 208, el techo panorámico. Cuenta con una superficie que cubre casi la totalidad del techo del auto, y que pueden ocultarse de los rayos solares con una cortinilla interna de accionamiento manual, que resulta algo engorrosa en su accionamiento si uno es corto de brazos a la hora de correrla hacia el frente. Sería bueno un sistema eléctrico. En el Active Nivel 6 lleva por dentro, a lo largo de la guía del techo, una hilera de LEDs celestes que de noche ambientan el habitáculo.

El remate es a gusto personal, el ángulo más agraciado de todo el conjunto. Las ópticas con tres filas de LEDs que simulan las garras de un felino, un paragolpes regordete que se combina con un nervio que nace del guardabarros, y una luneta que en la parte inferior repite el recurso del frontal, es decir, el emblema "Peugeot" acompañado del león al centro. En el paragolpes está el faro antiniebla trasero, con un pequeño guiño por su formato, al que llevara el 206.


Si tomamos la cinta métrica, encontraremos que el 208 es más pequeño por fuera que el modelo que reemplaza, aunque como veremos más adelante, es más amplio por dentro. Mide 3,962 m de largo, 1,739 m de ancho y 1,460 m de alto. La distancia entre ejes es de 2,538 m, la misma del 207. Comparado con su antecesor, en el exterior es 83 mm más corto, 9 mm más angosto y 12 mm más bajo.

INTERIOR

Si por fuera estamos ante un modelo completamente nuevo, en el habitáculo no solo veremos eso, sino también un planteo diferente a todo lo conocido. El instrumental no está donde solemos encontrarlo, el volante es más pequeño que de costumbre y desaparecen tanto la radio como el lector de CD´s para pasar a equipar una pantalla táctil a color. Por algo Peugeot España hizo un video para explicarle al usuario con lo que se va a encontrar a bordo (ver video)

Para sentarse al volante hay que olvidarse de como le gusta manejar a uno, y adaptarse a lo que el auto nos ofrece. El tablero de cuatro instumentos de aguja va por encima del aro del volante y no por dentro de este. Esto obliga al conductor a buscar la altura ideal de la butaca que permita ver el instrumental, y a su vez que la espalda vaya bien apoyada al asiento, generando una comodidad forzada pero comodidad al fin.


En mi caso, midiendo 1,80 m de alto, al tablero lo veía perfecto, y la posición de manejo me resultó descansada. Para ser justo, alguien como Facundo, con su metro setenta, tenía al aro del volante apenas tapándole base del cuadro de instrumentos, pero de todas formas, sin que le entorpeciera la visión de los relojes. Como cuenta con todas las regulaciones posibles de butaca y columna de dirección -altura y profundidad-, es muy extraño que alguien no encuentre la postura ideal. Que a uno le guste o no manejar así ya es otro tema. En mi caso me acostumbré muy rápido y positivamente.

Ya que menciono al volante, tiene un diámetro reducido -350 mm- y un aspecto ovalado (comparativo con volante "normal") con los mandos del audio integrados al frente. Por detrás van los del limitador y regulador de velocidad, luces y limpiaparabrisas y luneta. Lo único que se le podría reclamar a este volante es un revestimiento en cuero, o algún aplique metálico para darle algo más de categoría, más en esta versión tope de gama.

Ya que hablo de las butacas, son más bien firmes, con un asiento de buen espesor y una sujeción lumbar correcta. Son asientos cómodos, y después de varias horas al volante, no cansan la espalda y ni los muslos. Adicionalmente cuentan entre medio con un apoyabrazos, ideal para usar en largos viajes para apoyar el codo, y con un pequeño portaobjetos revestido en goma adentro.

 
La pedalera está bien distribuída, pero algo alta en su ubicación, una costumbre muy francesa. El embrague cuenta con un recorrido largo y un acople innecesariamente alto, lo cual demanda un período de acostumbramiento. El freno cuenta con un tacto firme, dejando dosificar con poca presión la fuerza para detenerse. El acelerador es algo más blando, pero cómodo de usar de todas formas.

El instrumental, como decía, va por encima del volante y casi pegado al parabrisas, generando un efecto Head Up Display. Ofrece cuatro elementos de aguja, tacómetro, velocímetro, temperatura de agua del motor y cantidad de combustible, con un display en el centro donde se puede visualizar la velocidad a la que se circula, datos de la computadora de abordo y el indicador de relación de cambio optimo (GSI) para priorizar el manejo eficiente.

Al llegar a la consola central está uno de los elementos diferenciadores del 208 sobre sus rivales, la famosa pantalla táctil multimedia llamada SMEG. Tiene siete pulgadas con una resolución de 800x480 px y su desarrollo para el 208 corrió por cuenta de Magneti Marelli y Nokia. Esta pantalla permite acceder de forma muy intuitiva a las funciones de: radio AM/FM, telefonía Bluetooth, lectura de archivos musicales vía una conexiones auxiliares tipo Jack, USB, o por streaming de audio Bluetooth, también se pueden ver fotografías y funciones de la computadora de abordo, iluminación del auto, o elementos como el sensor de lluvia o crepuscular. En 2013 incorporará GPS, siendo el primer auto de segmento B en el mercado nacional en tenerlo de fábrica. Para los que sigan usando un CD para escuchar música, olvídense, porque la SMEG no tiene lector. Eso queda para los 208 más accesibles, en los Nivel 1 y 2 que llevan en la consola una radio convencional en lugar de la pantalla.


Para los que extrañen los botones y rueditas, la pantalla SMEG tiene tres: una perilla giratoria para volumen, y el apagado/encendido del audio, una tecla para rotar de funciones, por ejemplo, pasar de audio a telefonía y otra para ver un menú con las opciones disponibles.

Por debajo de la pantalla está el climatizador automático bi-zona, siendo el único modelo del semgento en ofrecerlo, aunque solo en los equipamientos Nivel 5 y 6. Su funcionamiento es sencillo y enfría bastante rápido en días calurosos, como los de estos meses del año.

Antes de pasar a hablar de las plazas traseras, cabe destacar la calidad de terminaciones y materiales del interior que lo sitúan sin dudas en lo más alto del segmento. No solo hay plásticos inyectados en casi todo el panel, sino que además se juega con diversas texturas y apliques, además de haber revestimientos en goma en todos los portaobjetos, que elevan la calidad percibida. Los tapizados son agradables al tacto, en tanto que los plásticos rígidos utilizados prometen soportar malos tratos y el paso del tiempo.


Respecto a su antecesor, el 208 vio aumentado su espacio en las plazas traseras en 5 cm a lo largo, pero manteniendo la distancia entre ejes. Esto se consiguió gracias a que los respaldos delanteros son más delagados. En las plazas posteriores dos adultos no tendrán problemas de espacio para las piernas, aunque si están por arriba del metro ochenta de alto, irán rozando el techo con la cabeza. Ya un tercer ocupante posterior hará que todos vayan más apretados a lo ancho. Se puede decir que está en el promedio general del segmento en este aspecto. Un punto a destacar es la seguridad para los que viajen atrás: hay cinturones inerciales y apoyacabezas por tres, así como anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles.

El baúl ofrece 285 litros ampliables hasta los 1.152 l, rebatiendo los respaldos traseros en proporción 60:40. Estas cotas lo dejan en el promedio del segmento, aunque creció 15 litros frente al 207, cumpliendo perfectamente con lo que se espera de un hatchback de segmento B actual. Por debajo de una prolija tapa alfombrada está el auxilio de la misma marca y medida que las cuatro titulares.

MOTOR

Quizás uno de los puntos que algunos más estaban esperando leer. El 208 llega por el momento con el impulsor EB2/MA tricilíndrico de 1.199 cc, con tecnología VTi, inyección indirecta que produce  82 cv de potencia a 5.750 rpm y un torque de 118 Nm a 2.750 rpm. Dentro del grupo PSA, esta mecánica reemplazará lentamente al eterno y veterano 1.4 8v de 75 cv y cuatro cilindros. El 1.2 reduce en 21 kg el peso total, y un 25% las emisiones contaminantes respecto al propulsor que sustituye, quedando en 104 g/km de CO2. (ver características)


En cuanto a su funcionamiento hay que decir que sentado al volante no se escucha el típico sonido de un tricilíndrico, ya que El 1.2 VTi está dotado de un árbol de equilibrado contra-rotante, que reduce las vibraciones características de los tres en línea. Como consecuencia, entrega un buen confort acústico, gracias también a una buena insonorización al habitáculo, siempre hablando por debajo de las 4.500 rpm, ya que por encima se cuela un poco de ruido a motor hacia el habitáculo. 

Su comportamiento se puede dividir en dos: por debajo de las 2.000 vueltas es un motor algo falto de nervio, pero por encima de esa barrera pareciera que el 1.2 se despierta y la entrega de potencia es más contundente. Para sacarle todo el jugo hay que llevarlo en un régimen entre las 2.500 y 4.000 rpm, rango en donde este impulsor se mueve como pez en el agua, en tanto que cuanto más nos acercamos a la zona roja del tacómetro -cerca de las 6.000 vueltas- se manifiesta aún más efervecsente y divertido de llevar, así como agradable, emitiendo un agradable sonido de bulldog rabioso. Todo esto hace que no se extrañe en lo más mínimo al veterano 1.4 cuatro cilindros que probamos hace casi un año en su hermano, el Citroën C3 (ver prueba)

Su ámbito ideal es la ciudad, como es de esperarse, pero como veremos en la segunda parte, el 208 1.2 también puede salir a la ruta y no pasar vergüenza, producto de la combinación de potencia y bajo peso. Aunque sí hace pasar mal a varios tetracilíndricos ocho válvulas que llevan algunos de sus rivales.


Yendo a las prestaciones declaradas por fábrica, el 1.2 logra una velocidad final de 175 km/h, y acelera de 0-100 km/h en 12,2 segundos. Peugeot da los siguientes consumos para este impulsor: en ciclo urbano consume 5,5 l/100 km, en carretera logra 3,9 l/100 km y en ciclo mixto hace 4,5 l/100 km.  

Autoblog por primera vez, pudo medir un promedio de consumo con varios resultados obtenidos gracias a la computadora del auto, para así cotejarlos con los datos oficiales. De la suma de tres recorridos entre ciudad y ruta, obtuvimos 4,7 litros cada 100 km, así que no nos alejamos tanto de la cifra de fábrica. El depósito de combustible admite 50 litros y el peso en vacío es de los más bajos de la categoría, estando en los 975 kg.

Galería: Peugeot 208 Active Nivel 6 1.2 VTi
 Prueba: Peugeot 208 Active Nivel 6 1.2 VTi (Parte 2)