Toyota reveló a la quinta generación del Land Cruiser, conocido como Land Cruiser Prado en algunos mercados. |
El nuevo Land Cruiser (a secas para Norteamérica, Land Cruiser Prado para Europa) conserva su estructura clásica, de carrocería sobre chasis de largueros, y sigue los pasos de su hermano mayor, el Land Cruiser 300, al adoptar la plataforma GA-F de Toyota, que desempeña un papel clave para mejorar notablemente el rendimiento todoterreno. El nuevo Land Cruiser, conocido por el código interno J250, toma la posta del Land Cruiser Prado J150, lanzado en 2009.
De perfil, el diseño exterior proyecta la silueta clásica del Land Cruiser, con unas firmes líneas horizontales. La longitud total es de 4.920 mm, con 1.980 mm de ancho y 1.870 mm de altura; la distancia entre ejes es de 2.850 mm. Frente al Land Cruiser Prado anterior, es 100 más largo, 95 más ancho, 20 más alto y tiene una batalla 60 mm mayor. A su vez, Lexus ya presentó a su versión equivalentes de este producto, el GX.
El interior ofrece una selección de configuraciones de cinco o siete plazas, con un diseño que evoca la fuerza y la funcionalidad de un auténtico todoterreno. Esto se aprecia en detalles como la disposición horizontal del cuadro de instrumentos y las botoneras, diseñadas para facilitar su manipulación, incluso al circular por terrenos complicados. Se ha dado prioridad a la visibilidad del conductor en todas direcciones, a lo que ayuda la baja altura del capot, el cuadro de instrumentos horizontal y la línea de cintura rebajada, que permite montar unas ventanillas laterales de mayor tamaño.
El nuevo chasis es un 50% más rígido, y la rigidez combinada de la carrocería y es un 30% superior frente al J150. Estas mejoras sustanciales contribuyen a un nivel superior de respuesta, tacto de conducción y confort de marcha. También se ha mejorado el rendimiento de la suspensión básica, sobre todo para ayudar a potenciar la articulación de las ruedas, un factor clave para la conducción todoterreno.
El nuevo Land Cruiser aumenta más si cabe su capacidad todoterreno gracias a una nueva barra estabilizadora frontal. La tecnología estabilizadora con mecanismo de desconexión —Stabiliser with Disconnection Mechanism (SDM)— es una novedad en Toyota, y permite al conductor cambiar el estado de la barra estabilizadora mediante un control en el salpicadero. Esta flexibilidad confiere mejores características de conducción sobre superficies desiguales y ofrece un mayor confort y más facilidad de manejo al circular por carretera.
En Europa Occidental, el nuevo Land Cruiser se comercializará con una unidad turbodiesel de 2.8 litros (1GD-FTV). Desarrolla una potencia máxima de 204 cv y 500 Nm va emparejada con una nueva transmisión automática Direct Shift de ocho velocidades. Y a principios de 2025 se ofrecerá también una versión electrificada que combina la potencia y eficiencia de un motor diésel con la tecnología microhíbrida (MHEV) de 48 voltios.
Para otros mercados, las mecánicas serán nafteros: 2TR-FE 2.7 de 163 cv y 246 Nm asociado a una transmisión ECT de seis relaciones (para Europa del Este y Japón), 2.4 litros turboalimentado (T24A-FTS), capaz de una potencia máxima de 281 cv y 430 Nm, que puede tener una opción Hybrid (330 cv y 630 Nm). Ambos contarán con la transmisión automática Direct Shift de ocho velocidades. ¿Llegará a nuestro mercado? Por ahora no hay confirmación oficial de parte de Toyota Uruguay, pero es de esperar que lo pueda hacer en algún momento del año que viene. Sabremos más en los próximos meses.
Video: Toyota Land Cruiser (J250)