El expreso de Ingolstadt: Audi actualiza al SQ7 TDI

viernes, 2 de agosto de 2019



Para el próximo Salón de Frankfurt 2019, Audi renovará al SQ7 TDI, el más potente de su gama.
El Audi SQ7 TDI, con su motor V8 diesel de 435 cv, ahora, cuenta con un nuevo diseño, renovados asientos deportivos, y Audi virtual cockpit con modo performance. El 4.0 TDI con compresor eléctrico proporciona un poderoso empuje gracias a un torque máximo de 900 Nm.


El nuevo Audi SQ7 TDI tiene un motor 4.0 TDI V8 con doble turbocompresor, que rinde 435 cv de potencia y ofrece un par máximo de 900 Nm entre 1.250 y 3.250 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 s y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h, limitada electrónicamente. El consumo de combustible en ciclo combinado es de 9,1 litros de por cada 100 km, lo que se corresponde con unas emisiones de CO2 de 231 g/km.

Un compresor eléctrico (EPC), que toma su energía del sistema eléctrico de 48 voltios, asiste a los turbocompresores cuando se pisa a fondo el acelerador y la energía disponible en el flujo de aire de escape es baja, suministrando aire fresco, algo fundamental para una correcta combustión.


El compresor eléctrico está integrado en el conducto de admisión. Un compacto motor eléctrico acelera el compresor hasta 70.000 revoluciones por minuto en 250 milésimas de segundo. En el sistema de escape, dos actuadores modulan el sonido del bloque de ocho cilindros. Su componente principal es un alternador-motor de arranque por correa (BAS), que alimenta un sistema eléctrico principal de 48 voltios, en el que una compacta batería de iones de litio almacena la energía. En las frenadas, el BAS puede recuperar hasta 8 kW de energía eléctrica y dirigirla a la batería. 

Si el conductor levanta el pie del acelerador a velocidades de entre 55 y 160 km/h, el Audi SQ7 TDI puede recuperar energía o avanzar en modo de marcha por inercia con el motor apagado hasta 40 segundos. El dispositivo BAS vuelve a arrancar el motor en cuanto se pisa de nuevo el acelerador, de un modo más rápido y suave que un motor de arranque convencional. El sistema start-stop opera automáticamente a velocidades inferiores a 22 km/h.