Probamos al Ford Fiesta: piensa global, actúa local

martes, 11 de septiembre de 2018



Ahora con una actualización de mitad de vida como excusa, volvemos a probar al Ford Fiesta.
Con la excusa de su actualización, volvemos a probar un Ford Fiesta en Autoblog. En este caso probamos durante más de 790 kilómetros a la versión SE con caja manual, que incorporó una serie de mejoras frente a su antecesor. Pero antes de la evaluación, el clásico adelanto de cada test.

Ford tuvo como bandera durante muchos años una estrategia que se llamaba "One Ford". El principal vector de este concepto era tener productos globales para todos los mercados. Es decir, se vendía el mismo modelo, pero solo adaptándolo a cada región donde se iba a comercializar, aunque sin cambiar mucho su esencia.

Uno de los primeros exponentes de esta forma de actuar fue el Fiesta de sexta generación, ese que se llamaba de una forma muy marketinera como "Fiesta Kinetic", producto de llevar en su carrocería los trazos del lenguaje de diseño "Kinetic" de Ford. Por estos lares, ese modelo llegó a finales de 2013 y provenía desde México, país que abastecía a toda América, desde Canadá, pasando por Estados Unidos y hasta el punto más Sur de Chile o Argentina.


A nivel estético, también era (casi) el mismo Fiesta que podía comprar un cliente europeo, asiático o africano. Las diferencias eran de mecánicas, equipamientos y alguna cosa más. Pero en esencia, estábamos ante el mismo producto. Esto siguió siendo así, hasta que en el año 2014, el Fiesta dejó de llegar a Uruguay proveniente desde México, para ser un modelo ahora 100% Mercosur.

Más allá de la regionalización, en lo estético el Fiesta lucía igual al de otros mercados. Pero ya no se podía decir que era lo mismo que podías comprar en EE.UU o en R.O.U. Ahora había diferencias de estructura, de equipamientos de seguridad y de calidad de materiales. Esto fue algo que resalté con especial énfasis cuando pude probarlo en su momento. Se parecía al de aquellos otros lares. Pero no era el mismo.


Ahora, en 2018, el Fiesta Mercosur que corresponde a la sexta generación, tuvo su primera actualización estética, mientras que en otras partes del planeta, se está recibiendo a la séptima. Como la marca ya no cree tanto en el criterio "One Ford", al menos para este modelo no, lo que se intentó hacer en Brasil es mejorar al producto en términos estructurales, de suspensión, transmisión y seguridad, mientras que en lo estético se buscó parecerse lo más posible al nuevo Fiesta europeo.

Hay una frase muy famosa que reza "piensa global, actúa local" (think global, act local) que ha sido y sigue siendo utilizada en contextos muy variados, desde la política a la planificación urbanista, el medio ambiente o los negocios. Ford sigue pensando como una empresa global. Pero algunos productos como el Fiesta, parece que serán cada vez serán más regionales. Habrá que esperar a la prueba completa para ver si también son mejores que sus antecesores.