Mazda renovó con un ligero facelift al CX-3, el más pequeño de su gama de SUVs. |
Mazda llevó al Salón de Nueva York 2018 a la segunda actualización de mitad de vida del CX-3, su SUV más pequeño. Las novedades que presentó este modelo en la muestra de la Gran Manzana corresponden a ligeros retoques y ajustes en materia de calidad, diseño y equipamientos.
Los cambios están en aspectos poco visibles como nuevos diseños de parrilla, llantas o un paragolpes delantero apenas retocado. Por ejemplo ahora incorpora según el mercado, elementos de seguridad tales como el sistema de reconocimiento de señales de tránsito, luces LED adaptativas, frenado automático en ciudad, y un sistema llamado Enhanced Active Driving Display, que minimiza las distracciones al volante en las pantallas del interior, reduciendo a las funciones básicas todo cuando estamos conduciendo.
En materia de chasis estrena una nueva tecnología llamada G-Vectoring Control (GVC), que no es otra cosa que un control vectorial del par que actúa dosificando el torque del motor para mejorar la tenida en curvas, ofreciéndonos un manejo más preciso y con menos correcciones al volante. En este video explicativo podrán entender un poco mejor de qué va (ver video).
Mazda también promete haber hecho avances en el confort y el refinamiento del habitáculo, con mejoras en numerosos elementos, desde las pantallas hasta el volante, sin olvidar los detalles de acabado. A nivel mecánico, no habrá novedades mayores, a no ser por el incremento menor de la potencia de la motorización 2.0, que pasa de 148 a 150 cv. Esta actualización debería (en teoría y sin confirmación oficial aún) llegar al mercado uruguayo una vez que se agote el stock actual del CX-3 pre-facelift.