Todo cambió y sigue igual: así es el nuevo Mercedes-Benz Clase G

martes, 16 de enero de 2018



Desde 1979 que el Clase G no tuvo grandes cambios. Ahora en el Salón de Detroit, Mercedes-Benz presentó a la segunda generación.
Luego de haber adelantado cómo sería su interior, finalmente Mercedes-Benz reveló en el Salón de Detroit al renovado Clase G. Estrena un estilo más refinado y menos rectilíneo, pero conservando su esencia. Además incorpora más tecnología que nunca. Lo conocemos en detalle, a continuación.

El Clase G, el todoterreno más lujoso de Mercedes-Benz, es considerado un icono. Su aspecto exterior no ha experimentado modificaciones esenciales desde el año 1979. Algunos elementos de su diseño asumen hoy en día la misma función que en la primera edición, y confieren a la Clase G su figura inconfundible. Por ejemplo, en esta segunda generación (W464) el Clase G dice producir el característico sonido de sus puertas al cerrarlas porque conservó los mismos tiradores clásicos de siempre (¡sí!). Se mantienen también los listones protectores exteriores, la posición de la rueda de repuesto en la puerta posterior y los intermitentes acentuados.


El diseño evolucionado de la Clase G se basa en la filosofía de conservar intacto el carácter del arquetipo de los todoterreno con la estrella. Entre otros detalles que se asumen en la nueva generación se encuentran las bisagras de puerta en el exterior y el capot superpuesto. En términos de cotas, el nuevo Geländewagen tiene una carrocería que es 53 milímetros más larga y 121 milímetros más ancha. Algo que sí cambió de forma notoria es que los pasarruedas y paragolpes están mejor integrados que nunca en la carrocería, sin dar la impresión de ser elementos superpuestos. 

A diferencia del diseño exterior, que permanece fiel a los rasgos clásicos del modelo, el habitáculo del nuevo Clase G obedece a una concepción completamente nueva, que asume rasgos del exterior e interpreta de forma original los genes del vehículo. Promete tener materiales de primera calidad, pero sin perder esa precisión artesanal que siempre tuvo este producto en comparación a los otros SUVs de Mercedes-Benz más populares, si es que les cabe ese término.


El tablero de instrumentos, incluye de serie relojes y tubos analógicos de diseño clásico. Pero al igual que sucede en las nuevas Clase E y S, es posible elegir como cuadro de instrumentos opcional un visualizador de formato grande con instrumentos redondos en el campo visual directo del conductor, así como otro central por encima de la consola central. Ambos de 12,3 pulgadas están dispuestos detrás de una cubierta común de cristal y generan de ese modo un puesto de conducción widescreen. El conductor puede determinar el estilo básico de los indicadores eligiendo entre las tres opciones "Clásico", "Deportivo" y "Avanzado". 

Los asientos delanteros, en tanto, cuentan con un apoyo lumbar de ajuste eléctrico que en las zonas laterales de la banqueta y el respaldo de los asientos multicontorno activos se han integrado cámaras de aire, que se llenan o se vacían con regulación progresiva en función de las condiciones dinámicas de la conducción para prestar mayor sujeción lateral al conductor y el acompañante y retenerlos en su posición durante la conducción dinámica, o al tomar curvas. A su vez, gozan de la recomendación de la asociación alemana de ergonomía Aktion Gesunder Rücken e.V..


Un objetivo prioritario del nuevo Clase G era mantener sus conocidas y elogiadas capacidades fuera de camino. Mantuvo el bastidor de travesaños incorporado, los tres bloqueos de diferencial con una acción de bloqueo del 100% y a la desmultiplicación para todo terreno (low range). El nuevo tren de rodaje ha nacido de la cooperación entre las empresas Mercedes-Benz G GmbH y Mercedes-AMG GmbH tiene como resultado es una suspensión independiente con eje delantero de trapecio articulado en combinación con un eje trasero rígido. La posición más alta de los ejes aporta una contribución decisiva a conseguir esta meta, y condiciona el montaje de una barra de torretas en el compartimento del motor para poder alcanzar los objetivos de rigidez estructural. 

Los componentes del eje delantero de trapecio articulado se sujetan directamente a la arquitectura de travesaños, sin chasis autoportante como siempre. Los puntos de integración del brazo transversal inferior en el bastidor en dirección Z se han dispuesto en la posición más alta posible. Esta disposición garantiza una buena manejabilidad fuera de las vías asfaltadas. Gracias a esta concepción, el engranaje del eje delantero del Clase G dispone de 270 milímetros de altura libre. A su vez, ha sido posible mejorar la rigidez de la sección delantera de la carrocería.


A diferencia del antecesor, en el eje trasero se monta un nuevo eje rígido con cuatro brazos longitudinales a cada lado y una barra Panhard. Esta construcción promete aumentar el confort al circular por carretera a velocidad de crucero. En terrenos sin pavimentar, una carrera de compresión y extensión de 82/142 milímetros detrás y una altura libre sobre el suelo de 241 milímetros en el engranaje del eje trasero aumentan la seguridad en situaciones extremas. 

A su vez, a partir de ahora, se podrá elegir entre cinco programas de conducción DYNAMIC SELECT, para ajustar en fracciones de segundo características diferentes para el vehículo, modificando el reglaje del motor, el cambio, el tren de rodaje, la dirección y los sistemas de asistencia a la conducción de acuerdo con las preferencias del conductor, con cuatro programas de conducción: "Comfort", "Sport", "Eco" e "Individual". Adicionalmente este sistema puede combinarse con el nuevo tren de rodaje opcional con regulación adaptativa de la amortiguación. En esta generación también estrena el "G-Mode", que activa uno de los tres bloqueos de diferencial o se acopla la desmultiplicación para todo terreno "low range".


Por otra parte, los ingenieros han utilizado materiales más ligeros. La dieta de adelgazamiento ha tenido éxito, de modo que el Clase G pesa unos 170 kilogramos menos que el modelo antecesor. La receta es una nueva combinación de materiales formada por acero y aluminio de alta resistencia, pero manteniendo la producción del modelo en la planta austriaca de Magna Steyr.

Por ahora el único Clase G es el G 500 que trabaja un motor naftero V8 de 4.0 litros bi-turbo que desarrolla 422 cv de potencia y ofrece un par máximo de 610 Nm entre las 2.000 y las 4.750 rpm. Para transmitir la fuerza del motor a las ruedas se ha elegido el cambio automático con convertidor de par 9G-TRONIC. Por ahora no hay fechas de llegada a nuestro mercado, pero ya aprovecho el mangazo y le digo a la gente de Mercedes-Benz Uruguay que siempre lee estas notas: si se puede, quiero repetir una prueba del Geländewagen como la que hice en Alemania hace tres años atrás (ver contacto).


Video: Mercedes-Benz Clase G