Lujo ahora más deportivo: Bentley presenta al Bentayga V8

jueves, 25 de enero de 2018



El Bentley Bentayga ahora ganó una versión con un motor más "pequeño": un 4.0 V8 asistido por dos turbos con 550 cv.
Tras la versión con el motor W12 de más de 600 cv, ahora Bentley está introduciendo al mercado mundial a la variante más enfocada en la deportividad del Bentayga, producto de un peso menor de la carrocería. Estrena una mecánica 4.0 V8 con 550 cv de potencia y 770 Nm de par máximo.


El nuevo Bentayga V8 late gracias a un nuevo motor V8 de 4.0 litros y 32 válvulas con un doble turbocompresor ubicado en el interior de la formación en V del motor. Así pues, ofrece 550 cv de potencia y 770 Nm de par, lo que se traduce en una velocidad máxima de 290 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4,5 segundos.

Sin embargo, pese a estas cifras, el Bentayga V8 es capaz de ofrecer una autonomía de 746 km con un consumo de 11,4 l/100 km en conducción mixta. Esto es posible, en parte, gracias a que el motor apaga cuatro de los ocho cilindros cuando se reúnen las condiciones, pero sin que esto afecte a la conducción. Este cambio se produce en solo 20 milisegundos de forma tal, que pasa completamente desapercibido para el conductor.


El diseño exterior del Bentayga V8 se caracteriza por llevar los ya clásicos cuatro faros redondos LED y una enorme rejilla matricial en color negro, a diferencia de la del W12, que luce una idéntica, pero rebozante de cromados. Como novedad, el Bentayga incluye la opción de frenos de cerámica de carbono. Se trata de un sistema de frenado que puede presumir de ser el más grande y potente con el que se haya equipado un Bentley hasta la fecha. Pero, además, es el mayor sistema de frenado frontal con el que se haya equipado un vehículo de serie.

Los discos de freno tienen un diámetro de 440 mm en la parte frontal y de 370 mm en la parte trasera. Se encuentran en el interior de las enormes pinzas de la marca Bentley con 10 pistones en la parte frontal y proporcionan un par de frenado máximo de 6.000 Nm.


Otra de las señas de distinción del Bentayga V8 son sus pinzas de freno deportivas rojas para los frenos de hierro delanteros y traseros de serie. Estas pinzas han sido pintadas con una pintura especial de color rojo en tono Tornado resistente a altas temperaturas para dar testimonio del espíritu dinámico de este SUV inglés.

Por otra parte, hay tres innovadoras opciones para el interior del Bentayga V8: un acabado en fibra de carbono de alto brillo que sustituye las tradicionales superficies de los enchapados; un volante de piel y madera; y una nueva piel en rojo intenso de tono Cricket Ball. 


Para quienes busquen un toque deportivo, disponen de una novedad en Bentley: el acabado de fibra de carbono de alto brillo. La casa de Crewe venía ofreciendo una superficie de fibra de carbono mate para sustituir los enchapados de los paneles que cubren el tablero, la consola central y las líneas de cintura de las puertas.

Otra novedad del Bentayga V8 es que se puede encargar su volante de madera forrada en cuero. Este exclusivo volante de tres radios de madera forrada en piel (disponible con siete terminaciones de enchapado diferentes) emplea una base sólida de madera con el fin de mantener la integridad y la autenticidad que distinguen a los interiores de Bentley.


El Bentayga V8 está disponible con el sistema Bentley Dynamic Ride, la primera tecnología del mundo con control activo y electrónico de balanceo que emplea un sistema de 48 V y que toma prestada de sus hermanos alemanes con los que comparte plataforma, los Porsche Cayenne y Audi Q7. Contrarresta al instante las fuerzas laterales de balanceo en el trazado de curvas y garantiza un máximo contacto de los neumáticos para proporcionar una estabilidad del habitáculo óptima, una gran comodidad en la conducción y una maniobrabilidad excepcional.

El sistema reactivo y adaptativo cuenta con una resistencia torsional variable para que el Bentayga disfrute de unas capacidades dinámicas y una comodidad incomparable para todos los ocupantes en todo momento. El uso de un sistema de 48 V se traduce en respuestas silenciosas e instantáneas para adaptarse cualquier tipo de carretera.