Sin bujías: el motor Mazda Skyactiv-X no las precisará en 2019

viernes, 8 de septiembre de 2017



A partir de 2019 Mazda estrenará al motor naftero Skyactiv-X, que prescindirá de las bujías al igual que un gasolero.
Cuando casi todas las marcas huyeron hacia el downsizing, Mazda decidió ir por motores convencionales, pero con alta compresión, los Skyactiv. Ahora vuelve a apostar a esta tecnología con el Skyactiv-X, que en 2019 eliminará las bujías de los motores nafteros. Más, a continuación.

La marca de  Hiroshima no deja de buscar el consumo más eficiente de sus productos, pero sin recurrir al popular downsizing, es decir, bajar las cilindradas y asistir a los motores con turbocompresores. El próximo paso de esa tecnología que hoy conocemos como Skyactiv, será prescindir de las bujías en los motores nafteros, al igual que ya pasa en los turbodiesel. Mazda lo denomina a este motor Skyactiv-X.


Si bien ya hubo casos similares de experimentación del encendido sin bujías en un motor naftero, todavía nadie se había atrevido a aplicar esa idea a un vehículo de producción en serie y será por ende Mazda la primera que lo hará en 2019, posiblemente con la próxima generación del Mazda3. También servirá como base para la próxima generación de modelos con hibridación y electrificación de la marca desde 2020 a 2030.

Esta tecnología, conocida como "Homogeneous-Charge Compression Ignition" (HCCI), permite a un motor a nafta funcionar sin la necesidad de utilizar las clásicas bujías. ¿Cómo funciona entonces. Como algunos sabrán, en un motor naftero convencional las bujías son las que encienden la mezcla aire-combustible para provocar el encendido.

En un motor HCCI, en tanto, la mezcla se enciende por la presión a la que es sometida (o más bien por el calor generado por la presión que experimenta), al igual que pasa en un motor diesel. Las grandes ventajas de este motor son que permitirá un consumo hasta un 30 % inferior con respecto al mismo motor de encendido con bujías y por ende ofrecería así una importante reducción en las emisiones, además de un incremento en la entrega de par entre un 10 y un 30 %.