Se instaló el primer punto de recarga de autos eléctricos de Maldonado

miércoles, 18 de enero de 2017



La semana pasada UTE, Autoventas y PROSEPAC instalaron el primer punto de recarga en Maldonado para eléctricos.
La semana pasada se inauguró en La Barra de Maldonado el primer punto de recarga para automóviles eléctricos, en un emprendimiento conjunto entre las empresas Autoventas Eléctricos y PROSEPAC Movilidad Eléctrica, con el apoyo de UTE. Más información, tras el salto.

En el local, situado sobre la Ruta 10 a 100 metros de la estación de ANCAP en La Barra, se instaló también una muestra permanente y punto de venta de autos eléctricos de la marca Kells Motors (ver lanzamiento). Eduardo Bergerie Pagadoy, director del Proyecto Redes Inteligentes de UTE, dijo en la oportunidad que el ente apoya esta iniciativa porque la misma está en línea con la estrategia de impulso a la movilidad eléctrica en el país. UTE actúa en este marco como garante de la posibilidad de recarga de los vehículos, señaló Bergerie.

Se estima que en febrero estará disponible el primer punto de recarga de la que será la primera "ruta eléctrica" de América Latina, desarrollada por UTE. Consistirá en una red de instalaciones de recarga para vehículos eléctricos que abarcará a las principales rutas del país, con una primera etapa, a concretar este año, que unirá Colonia con el Chuy (ver nota).


UTE se encuentra planificando junto a DUCSA la concreción de esta red y es intención de ambas partes instalar en el mes de febrero el primer punto de recarga en una estación ANCAP de Punta del Este. La red a instalar permitirá movilizarse por todo el país en este tipo de unidades con la seguridad de contar con un punto cercano donde recargar la batería. El costo de la recarga total de una batería que suelen tener una autonomía de unos 120 km ronda los $ 40 y demanda un tiempo de unos 45 minutos. 

El Sistema de Alimentación de Vehículo Eléctrico (SAVE) es equivalente a una estación de servicio para un vehículo a combustión a nafta o gasoil. La gran mayoría de los automóviles y utilitarios eléctricos pueden prescindir de este aparato porque pueden conectar su vehículo a un enchufe tipo schuko, aunque la desventaja es que el tiempo de recarga es mayor (entre 6 y 8 horas). 

En cambio, el SAVE permite que la recarga de baterías se haga en un tiempo sensiblemente menor. En Uruguay, la firma Prosepac ofrece un SAVE estándar para domicilios particulares a un costo de US$ 900, y otro con una sistema de lectura de tarjeta electrónica para empresas a US$ 1.200. En la Unión Europea ya se exige a nuevos edificios y casas que tengan un espacio destinado para esos aparatos.


Fuente e imágenes | UTE y El Observador