Probamos al Mazda CX-5: los ingenieros al poder

martes, 19 de mayo de 2015



El primer Mazda en ser probado por Autoblog, también es el primer SUV que importan a Uruguay, el CX-5.
El primer modelo de Mazda en pasar por nuestras manos, también es la primera incursión local de la casa nipona en el mercado local de los SUVs compactos. Por más de 250 km evaluamos al CX-5, un producto que mediante algunas soluciones tecnológicas, pretende separarse del resto de sus rivales.

Si hay una marca que hace las cosas diferentes al resto, esa es Mazda. Pero ser diferente no es solo una herramienta de marketing, también hay que creer en serlo. Muchas empresas apuestan a diseños ultra revolucionarios, innovaciones desde el punto de vista del info-entretenimiento o vaya a saber qué.

Pero Mazda no. O mejor dicho, hace eso también, pero le pone más foco a cosas que no se ven, y personalmente creo que hay que destacar este tipo de acciones mucho más que si estrenan una pantalla táctil de diez pulgadas en lugar de la que tenían antes de cinco. En otras palabras, es una empresa que se saca cartel por sus ingenieros, más que por sus encargados de marketing.


Mientras todos corren detrás de esa zanahoria de la eficiacia que es el downzising, Mazda decide ir por un camino paralelo. Utilizando el concepto SKYACTIV la firma de Hiroshima desarrolló una serie de tecnologías que, según ellos, optimizan la conducción, mejoran los consumos, y no lo hacen en detrimento de la performance de los motores. Además, sin usar un solo turbo, ni nada. Pura ingeniería.

Por ejemplo, los motores desarrollados con esta tecnología, pueden ser llevados a una relación de compresión digna de automóviles de competición, siendo de hasta 14:1 (para que se hagan una idea, un motor promedio y "normal", tiene una relación de 9,5:1). A su vez, gracias al uso de la inyección directa de combustible y la optimización de los componentes utilizados en su fabricación, se logran niveles de par motor dignos de un diesel con un motor naftero.


Para los que no manejan conceptos de mecánica, la alta relación de compresión en un motor mejora la eficiencia térmica y como consecuencia, reduce el consumo de combustible. Pero también provoca fácilmente el picado de válvulas o "autoencendido" debido presión mayor de los gases residuales calientes presentes en la cámara de combustión. 

Pero Mazda tiene un as bajo la manga para esto. Diseñaron un nuevo colector de escape 4-2-1 relativamente largo, que evacua mejor los gases y evita que retornen al interior de la cámara de combustión. Yeah, science! También se mejoró la pulverización del combustible, reduciendo la duración de la combustión, y se le realizan cavidades a los pistones para hacer la combustión más rápida, minimizando así el efecto de autoencendido, así como también para seguir bajando kilogramos en el peso total del vehículo.


Las transmisiones que fabrica Mazda, utilizan la menor cantidad de engranajes para reducir el peso, y las relaciones serán bien cortas y precisas, para reducir, nuevamente el bendito consumo. Ya en la parte del chasis, los esquemas de suspensión se desarrollan través de geometrías anti-dive y anti-squat, con el fin de absorber mejor los impactos de la carretera y minimizar el cabeceo del automóvil en las frenadas. Dicho sea de paso, también aprovechan la energía de recuperación de las mismas.

Si vamos a las carrocerías, el concepto de SKYACTIV también se aplica aquí. Uno de los objetivos de esta tecnología es reducir el peso, pero evitando utilizar materiales caros como la fibra de carbono o el aluminio. Mazda denomina al desarrollo de este tipo de estructuras como "la estrategia del gramo". Es más, siempre se ponen como meta que la próxima generación de sus productos sean 100 kg. más ligeros que los actuales. Y sí, sin usar materiales ultralivianos.


Las plataformas SKYACTIV, además de su ligereza, también se caracterizan por buscar la máxima rigidez. Las carrocerías de Mazda han sido todas diseñadas de forma que los pilares formen cuatro armazones en forma de anillo que contribuyan a mejorar la rigidez estructural. La utilización de acero de alta resistencia y el sistema de soldadura por puntos también suman solidez a su fabricación.

Y lo mejor de esto, es que el cliente no puede ver nada de esto hasta que no se sube y maneja un Mazda. Por ese motivo, y porque en Autoblog somos unos frikis, es que queríamos conocer de primera mano la ciencia que hay escondida en sus productos. Por suerte hace unas semanas atrás, pudimos comprobar cómo Mazda le da poder a sus ingenieros de hacer lo que se les venga en gana. La prueba completa del CX-5, en unos días.


Video: Tecnología SKYACTIV de Mazda