Prueba: Audi A3 Sportback 1.8 TFSI S tronic Ambition (Parte 1)

lunes, 12 de agosto de 2013



Con una mecánica de 180 cv, el A3 Sportback se posiciona como una de las mejores relaciones precio/potencia del segmento.
Autoblog probó al A3 Sportback. Llega a nuestro mercado en un principio solo con la mecánica 1.8 TFSI de 180 cv, a la que por estos días se le suma el 1.2 TFSI de 105 cv. Hace algunos días nos subimos al 1.8 con equipamiento Ambition y la caja S tronic automática secuencial doble embrague de séptima.

La carrocería Sportback del Audi A3 nació oficialmente en 2004. Su característica principal, frente al A3 de tres puertas era facilitar el acceso a las plazas traseras, adicionando 80 mm de distancia entre ejes, y por supuesto, dos puertas extra. De todas formas esta no fue la primera incursión de Audi en los hatchbacks de cinco puertas. En 1999 había existido un A3 así, aunque sin variar las dimensiones exteriores, solo agregando las tan necesarias puertas traseras.

A mediados de 2012 Audi renovó al A3. Primero fue el turno del tres puertas en el Salón de Ginebra del año pasado (ver nota) y un poco más tarde, llegó el nuevo Sportback. Esta tercera evolución se caracteriza por estar desarrollada sobre la nueva plataforma modular del Grupo Volkswagen, llamada MQB (Modularer Querbaukasten), y por ser tener 58 mm más de distancia entre ejes que el anterior, siendo 35 mm más largo que el nuevo A3 tres puertas, y un eje delantero desplazado 40 mm en comparación con el segundo A3 Sportback.


En Uruguay el lanzamiento del Sportback se produjo hace algo más de un mes (ver lanzamiento), con dos versiones de equipamiento, Ambition y Ambition Plus, ambas con el nuevo impulsor 1.8 TFSI de 180 cv, acoplado a la caja automática secuencial de doble embrague, S tronic, de siete relaciones. Por estos días se está sumando a la oferta el 1.2 TFSI de 105 cv, ya presente en el mercado nacional en el A3 tres puertas (ver lanzamiento) y más adelante, llegarán los 1.8 con caja manual de sexta, 

Hace algunos días nos subimos a un A3 Sportback por más de 300 km, en su variante más accesible con el motor más potente, el 1.8 TFSI de 180 cv, equipamiento Ambition, y la caja automática secuencial S tronic de siete relaciones y doble embrague, que se comercializa en Uruguay a un precio de U$S 56.990, y con una garantía de 3 años o 90.000 km. La primera parte de la prueba se transcribe a continuación.

EXTERIOR

El A3 Sportback es un modelo completamente nuevo, pero al igual que otros productos de Audi, no le gusta gritarlo a los cuatro vientos desde el diseño exterior. La marca de Ingolstadt realizó un trabajo muy fino a la hora del recambio de generación, manteniendo inalterada la identidad del producto, y solo repasando algunos trazos, reafirmando otros, y consiguiendo en líneas generales un estilo limpio, moderno y sobrio, que a futuro repercutirá en que el modelo no se vea tan anticuado.

El frontal es casi calcado de otros modelos de la gama, pudiendo trazar un paralelismo las "muñecas rusas". El A3 SB lleva la nueva parrilla Singleframe, y a su lado, los excelentes -luego ahondaré en esto- grupos ópticos Xenón Plus, acompañados por la iluminación diurna con LEDs, que se han transformado en un rasgo de identidad en la noche. En el paragolpes encontramos los lavafaros, y más abajo, en los extremos, los faros antiniebla delanteros.


La vista lateral es lo que menos parece haber cambiado frente al A3 Sportback anterior. Mantiene la clásica proporción 1/3-2/3 de todo Audi (la medida es 1 de superficie vidriada y 2 de chapa), y entre los cambios más notorios frente a la segunda generación, están los nuevos retrovisores que ahora van en la puerta y no sobre esquina de la ventanilla delantera. Esta versión Ambition luce unas llantas de fundición de aluminio con diez radios un diseño bastante clásico, en medida 16 pulgadas con neumáticos Continental Conti Premium Contact 5 en medida 205/55 R16.

La zaga es el sector que más cambió en relación a la anterior generación, y ahora se asemeja mucho a la del tres puertas, aunque no es idéntica. Ahora el diseño es trapezoidal en las ópticas, que se valen de tecnología LED en su totalidad. La luneta tiene por encima un alerón, mientras que en el extremo opuesto del remate posterior, en el paragolpes encontramos los sensores de estacionamiento, y una doble salida de escape a la izquierda.


El nuevo A3 Sportback mide 4,310 m de largo, 1,785 m de ancho, 1,425 m de alto y su distancia entre ejes es de 2,636 m. Si lo ponemos frente a frente con su antecesor es 25 mm más largo, 20 mm más ancho, 5 más alto, y su distancia entre ejes es 42 mm más generosa. El coeficiente aerodinámico es bastante reducido, con un Cx de 0.31.

INTERIOR

Puertas adentro lo que llama más la atención es lo minimalista del habitáculo. Parece un modelo desprovisto de todo, pero a no engañarse, está todo en su lugar. Todo está fríamente pensado, y no exagero en decir que seguro se invirtieron varias horas hombre para dar con el ruido justo que tenían que hacer las teclas al presionarlas. Es esa atención al detalle que se encuentra solo en autos alemanes, y que sirven como regla para medir al resto.

Pero yendo a lo que importa, sigamos el orden y veamos qué tal es sentarse al volante del A3. En primer lugar hay que mencionar el amplio rango de regulaciones que permite todo el conjunto. Se puede ir sentado bien alto, o prácticamente pegado al suelo, y la columna de dirección ofrece mucho recorrido, tanto longitudinal como en altura. Esto repercute en que cualquiera puede sentarse a gusto de acuerdo a su contextura física, e incluso a la forma de conducir, más deportiva o más convencional. Quizás por el precio, una regulación eléctrica no vendría mal, pero en mi caso no la extrañé en lo más mínimo.


En materia de butacas ya que las menciono, son más bien firmes, y cuentan con un tapizado textil que según Audi se llama "Marathon". Tienen una buena sujeción lateral para el torso, y correcta a la altura de las piernas, además de ser perfectas para largos viajes, ya que no generan cansancio en la espalda.

El instrumental sigue el mismo patrón que otros productos Audi. La lectura es excelente, es clara, y no cansa la vista en la noche. Cuenta con dos elementos de aguja, tacómetro y velocímetro, mientras que los medidores de combustible y temperatura de agua del motor son digitales con barritas, pero bastante precisos dentro de todo, porque van asistidos por gráficos numéricos también.

El volante multifunción en esta variante Ambition es de cuatro radios, tiene las levas de cambio en la parte posterior, y va revestido en cuero. Su diseño, voy a serles sincero, no me gustó tanto, prefiero el de tres radios, como el que lleva por el A3 Sportback Ambition Plus. Dejando de lado eso, el tacto es perfecto, y la dirección electro-hidráulica transmite muy bien lo que van pisando las ruedas delanteras. En relación a las levas, son plásticas y permiten usar muy cómodamente la caja S tronic de doble embrague.


Al medio de la consola hay dos salidas de aire, y por encima, la pantalla de 5,8 pulgadas eléctricamente retráctil, con todas las funciones del sistema MMI (Multi Media Interface). Desde aquí se pueden controlar varias funciones del vehículo, tanto de radio, telefonía, asistencias a la conducción, etc. Su operación es sencilla desde un panel de control entre ambas butacas. Tiene muchísimas opciones, pero se llega de forma muy rápida e intuitiva a todas, algo que no pasaba con previos sistemas MMI de Audi.

Párrafo aparte para el sistema de audio. El Audi Sound System tiene 10 altavoces, subwoofer, y un amplificador de 6 canales con una potencia total de 180 watts. El equipo no suena bien. Suena muy bien. Un detalle curioso, este producto carece de conexiones auxiliares o USB, valiéndose solo de un lector de tarjetas SD o de un adaptador para el Ipod.

En la base de la consola está el aire acondicionado. Sí, leyeron bien, no dije "climatizador automático". Este A3 no lo tiene, para llegar al mismo hay que subirse al escalón siguiente, el Ambition Plus. En mi caso no me pareció un faltante grave, porque el funcionamiento es muy bueno, incluso bajo las condiciones como las que tuvimos durante los días de prueba, en donde se llegó a pronosticar una ligera nevada.


La calidad de materiales y terminaciones está por encima de la media del segmento. Roza casi la perfección, y está a años luz del A3 anterior. Los plásticos rígidos -pocos- son de primer nivel, y los inyectados blandos son igual de buenos como los de un A6. Es sencillamente soberbio en este aspecto, y les aseguro que sus rivales no pueden hacerle sombra a Audi en este sentido.

En las plazas traseras dos adultos irán cómodos a lo largo, y la altura de la cabeza al techo es excelente, incluso con el techo solar que lleva de serie el Ambition. Eso sí, un tercer ocupante ya no irá tan feliz. El asiento es más firme en esa plaza, y el túnel de transmisión, que tanto se precisa en las versiones con tracción integral, en esta de tracción delantera es falso, y solo incomoda las piernas de quien viaje en el medio.


El baúl ofrece unos correctos 380 litros, que pueden crecer, abatiendo los respaldos traseros en proporción 60:40, hasta los 1.220 litros. Además cuenta con un piso regulable. Bajo el mismo, uno de los pocos puntos criticables del A3, el auxilio, ya que cuenta con uno de uso temporario, en medida 125/70 R18. Voy a ser justo, peor sería una runflat, pero mucho mejor sería una auxiliar -aunque sea de chapa- con un neumático convencional al menos con una pisada menos despareja.

MECÁNICA

La unidad que probamos es la más potente, al menos hasta que llegue el S3 Sportback (ver nota). Tiene un impulsor nuevo, con distribución variable Audi Valvelift System, turboalimentación con intercooler, y doble inyección, directa e indirecta, solución que mejora la combustión, mediante inyectores en los ductos de admisión.

El impulsor tiene 1.798 cc de cilindrada, tecnología TFSI, distribución por cadena y una potencia de 180 cv disponibles entre las 5.100 y 6.200 vueltas. El torque máximo de 250 Nm está presente entre las 1.250 y 5.000 rpm. Va asociado a una automática secuencial S tronic de doble embrague, siete relaciones, con levas al volante. Más adelante en el año llegará la opción de la caja manual de sexta para esta mecánica.


Este 1.8 TFSI es simplemente brillante. Es un propulsor elástico, con una entrega lineal de la potencia, y asistido por un turbocompresor + intercooler, dispara el torque a lo largo de todo el rango de utilización, yendo de un extremo al otro del tacómetro, siempre con el empuje buscado. Es ridículamente silencioso en bajo régimen, y solo cuando se toca el fondo del pedal del acelerador, acercándose a las 5.000 vueltas, es recién ahí cuando comienza a gruñir con algo más de contundencia.

Según cifras de fábrica, este A3 Sportback logra una velocidad final de de 232 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos. Los consumos, en tanto, son de 7 litros cada 100 km en ciclo urbano, 4,8 l/100 km en ruta, y en ciclo mixto declaran 5,6 litros cada 100 km.


En nuestras mediciones, el consumo combinado arrojó unos 8 litros cada 100 km. Si bien se aleja un poco de lo que declara fábrica, comprendiendo que abajo del capot hay 180 cv de potencia, y que la caja es automática, ese número es un registro más que razonable. El depósito de combustible aloja 50 litros, mientras que el peso en orden de marcha está en los 1.355 kg.

Galería: Audi A3 Sportback 1.8 TFSI S tronic Ambition
Prueba: Audi A3 Sportback 1.8 TFSI S tronic Ambition (Parte 2)