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| El BMW i8 llegará al mercado europeo próximamente. La aparición será en el Salón de Frankfurt. |
Cada vez falta menos para poder conocer en su totalidad a la gama inicial que ofrecerá BMW para la sub-marca BMW i. Tras la develación del i3 hace unas semanas, la empresa bávara se dispone a presentar en el Salón de Frankfurt al i8, una coupé biplaza eléctrica tipo plug-in. Sin embargo, previo a mostrarlo definitivamente, la empresa hace la de siempre, proporcionando datos técnicos, pero dejándole el camuflado estampado característico, para que quede alguna "sorpresa" por mostrar en el salón germano.
Más allá de un diseño que promete ser muy rupturista y de ciencia ficción, sus medidas son de este planeta, situándose en un tamaño parecido al de un Serie 4 (ver nota). Mide 4.689 mm de largo, 2.800 mm de entre ejes, 1.942 mm de ancho y apenas 1.293 mm de alto. Lo que más destaca es la apertura de las puertas tipo "alas de gaviota", y las llamativas llantas de 20 pulgadas. La marca promete un trabajo aerodinámico muy bueno, y eso es prueba de la cifra del bajo coeficiente aerodinámico de Cx 0,26.
La carrocería también ayuda a eso. Está realizada en una estructura de aluminio, para el habitáculo y el vano motor, mientras que el resto de las piezas están construidas en plástico reforzado con fibra de carbono (PRFC). El uso de este material corresponde a una reducción del 50% de la masa de la carrocería frente al acero, y un 30% menos si se usara aluminio. La marca consiguió un peso en orden de marcha de unos 1.490 kg, y una distribución de pesos cercana al 50:50.
El corazón híbrido del BMW i8 se valdrá de un propulsor naftero tricilíndrico TwinTurbo, inyección directa con distribución Valvetronic, de 1.499 cc de cilindrada con una potencia máxima de 231 cv y un par de 320 Nm. Va asociado al tren trasero a través de una caja de cambios automática de seis relaciones. El otro impulsor es un eléctrico con 131 cv y un par de 250 Nm desde 0 rpm, acoplado a una caja reductora con solo dos relaciones. Combinados, ambos ofrecen al i8 un total de 361 cv de potencia y 570 Nm de torque máximo.
Desarrolla una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 4,5 segundos, alcanza 250 km/h de velocidad punta -limitada electrónicamente-, un consumo mixto de unos irrisorios 2,5 l/100 km, con una autonomía de 500 km. El i8 tiene la capacidad de circular en modo 100% eléctrico por 35 km, a una velocidad tope de 120 km/h. La batería es de ion litio, y en un tomacorriente de 230 V y 10 A, demora tres horas la carga completa, o dos con el sistema de recarga BMW iWallbox (230 V, 16 A).
Ya para cerrar este adelanto de lanzamiento del BMW i8, hay que mencionar el uso de magnesio en el habitáculo, o el vidrio templado químicamente para separar el habitáculo del baúl, un material que por ejemplo se usa en las pantallas de los smartphones actuales, ambas soluciones para reducir drásticamente el peso, en este caso, un 50% menos si se usara un cristal laminado convencional. A su vez, se podrán seleccionar tres modos de funcionamiento, mediante el selector Driving Experience Control, con las funciones Sport, Eco y Normal. Adicionalmente, cuenta con la tecla eDrive, que le permite la conducción en modo 100 % eléctrico.
Más allá de un diseño que promete ser muy rupturista y de ciencia ficción, sus medidas son de este planeta, situándose en un tamaño parecido al de un Serie 4 (ver nota). Mide 4.689 mm de largo, 2.800 mm de entre ejes, 1.942 mm de ancho y apenas 1.293 mm de alto. Lo que más destaca es la apertura de las puertas tipo "alas de gaviota", y las llamativas llantas de 20 pulgadas. La marca promete un trabajo aerodinámico muy bueno, y eso es prueba de la cifra del bajo coeficiente aerodinámico de Cx 0,26.
La carrocería también ayuda a eso. Está realizada en una estructura de aluminio, para el habitáculo y el vano motor, mientras que el resto de las piezas están construidas en plástico reforzado con fibra de carbono (PRFC). El uso de este material corresponde a una reducción del 50% de la masa de la carrocería frente al acero, y un 30% menos si se usara aluminio. La marca consiguió un peso en orden de marcha de unos 1.490 kg, y una distribución de pesos cercana al 50:50.
El corazón híbrido del BMW i8 se valdrá de un propulsor naftero tricilíndrico TwinTurbo, inyección directa con distribución Valvetronic, de 1.499 cc de cilindrada con una potencia máxima de 231 cv y un par de 320 Nm. Va asociado al tren trasero a través de una caja de cambios automática de seis relaciones. El otro impulsor es un eléctrico con 131 cv y un par de 250 Nm desde 0 rpm, acoplado a una caja reductora con solo dos relaciones. Combinados, ambos ofrecen al i8 un total de 361 cv de potencia y 570 Nm de torque máximo.
Desarrolla una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 4,5 segundos, alcanza 250 km/h de velocidad punta -limitada electrónicamente-, un consumo mixto de unos irrisorios 2,5 l/100 km, con una autonomía de 500 km. El i8 tiene la capacidad de circular en modo 100% eléctrico por 35 km, a una velocidad tope de 120 km/h. La batería es de ion litio, y en un tomacorriente de 230 V y 10 A, demora tres horas la carga completa, o dos con el sistema de recarga BMW iWallbox (230 V, 16 A).
Ya para cerrar este adelanto de lanzamiento del BMW i8, hay que mencionar el uso de magnesio en el habitáculo, o el vidrio templado químicamente para separar el habitáculo del baúl, un material que por ejemplo se usa en las pantallas de los smartphones actuales, ambas soluciones para reducir drásticamente el peso, en este caso, un 50% menos si se usara un cristal laminado convencional. A su vez, se podrán seleccionar tres modos de funcionamiento, mediante el selector Driving Experience Control, con las funciones Sport, Eco y Normal. Adicionalmente, cuenta con la tecla eDrive, que le permite la conducción en modo 100 % eléctrico.
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