Land Rover electrifica al mítico Defender de cara a Ginebra

viernes, 1 de marzo de 2013



Según la marca, conserva las aptitudes off-road de su hermano con motor diesel. Tiene 95 cv y 330 Nm de par.
¿Víctima de algún electricista aficionado? Nada de eso, Land Rover fabricó una serie de siete Defender con motor eléctrico -sustituyendo al diesel- para presentar en el Salón de Ginebra. Rumores apuntan a que el sucesor del tradicional todoterreno podría aprovechar esta tecnología. Más, después del salto.


Hay que admitir que ver un modelo cuya fabricación comenzó en 1983, y que si buscamos sus raíces llegamos hasta mediados del siglo pasado, con motor eléctrico es bastante curioso. Más aun cuando estamos acostumbrados a ver diseños exóticos asociados a los impulsores eléctricos.

La marca inglesa fabricó una serie de siete unidades con carrocería hard-top, pick-up y station wagon -en imágenes- de estos prototipos del Defender en el que el tradicional motor diesel dejó lugar a un eléctrico de 95 cv y unos increibles 330 Nm de par.

 ¿Cuál es el objetivo de hacer esto en un modelo como el Defender que está al final de su vida comercial? Aunque no está confirmado oficialmente, desde la presentación del DC100 en el pasado Salón de Frankfurt (ver nota) se apunta a que el sucesor del icónico todo terreno será híbrido con un tren trasero impulsado por electricidad.


Por fuera puede pasar por un Defender común y corriente, mientras que en el interior hay algunos detalles que muestran que estamos frente a un modelo común y con corriente -perdón, no lo pude evitar-, como el tacómetro que se reemplaza por un indicador de potencia o la ausencia de caja de cambios.

El impulsor eléctrico permite que el Defender conserve sus tradicionales aptitudes off-road

Los cambios aparecen debajo del capot, donde el motor diesel dejó su lugar a un eléctrico de cerca de 95 cv y unos -como es habitual en los eléctricos- soprendentes 330 Nm de par disponibles en todo el rango de revoluciones. Ideal para un todo terreno.


La energía proviene de baterías de iones de litio con una capacidad de 27 kWh. La autonomía, según cifras oficiales, supera los 80 km, que se transforman a bajas velocidades -como en uso off-road- en ocho horas de uso. Demoran cuatro horas en cargarse, que se convierten en diez con el cargador portátil.

La tracción es integral, y a pesar de la ausencia de caja de cambios por ser innecesaria, hay una reductora que permite una capacidad de remolque de doce toneladas con una pendiente de hasta 13%. Nada mal, ¿no? La capacidad de vadeo es de 80 cm, y aseguran que no hay riesgo de convertir ese río que estas cruzando en un escenario de pesca por electrocución.