Probamos al Renault Kwid: ingeniería frugal

lunes, 11 de diciembre de 2017



Evaluamos durante una semana a uno de los lanzamientos más esperados del 2017, el Renault Kwid.
Durante una semana y por más de 980 kilómetros pudimos probar a uno de los lanzamientos más esperados y pedidos del 2017. Con más de 1.200 unidades prevendidas en menos de cuatro meses, el Renault Kwid es la próxima prueba que podrán leer en Autoblog. Pero antes, una breve introducción.

El concepto que leen en el título de esta nota no es nuevo ni propio. La "ingeniería frugal" es una conjunción de ideas que buscan solucionar los problemas de los sectores menos pudientes de la sociedad en base a proyectos y desarrollos de bajo costo. Así como existen emprendimientos de viviendas sustentables y accesibles, también esto se aplica en el mundo de los automóviles.

Hace poco más de dos años, el CEO del Grupo Renault-Nissan, Carlos Ghosn, compartió un artículo en una de sus tantas ponencias en el que se trataba el concepto de "ingeniería frugal". En su momento el directivo hacía foco en el crecimiento de los considerados mercados emergentes, teniendo como Norte la idea de "ser innovadores, haciendo más con menos", siempre pensando en desarrollar un vehículo económico.


Tan popular es en algunas partes del mundo esta concepción, que en el país donde mejor se aplica esta forma de desarrollo es en India. Incluso crearon una palabra nativa para definirlo: jugaard (en hindi, जुगाड़ en inglés se pronuncia "jugaad"). Por eso no es extraño que una marca como Renault haya elegido a ese país para presentar por primera vez a su nuevo modelo global y económico para las masas, el Kwid (ver nota).

La marca presentó en aquel entonces un citycar que mediante diversos ahorros en los costos de producción, lograba concebir un modelo moderno, con una nueva plataforma modular (CMF-A) y valores muy accesibles para el gran público. Global NCAP, el organismo encargado de evaluar la seguridad de los vehículos en varias regiones del mundo, también descubrió que la marca lo pudo lograr reduciendo los niveles de protección de sus ocupantes, chocando tres Kwid contra un paredón y a cual con peor resultado (ver nota).


Con esto en el horizonte, a la hora de desarrollar el Kwid para nuestra región, la marca del rombo tomó varios recaudos, comenzando por solucionar el problema del bajo nivel de seguridad de la versión india. Tal fue así que frente al modelo asiático, tiene dimensiones diferentes y solo un 40% de las piezas en común. Además, pesa 118 kg más, siendo en su gran mayoría refuerzos estructurales extra, según Renault y a su vez le colocó como equipo de serie cuatro airbags (dos frontales y dos laterales de tórax delanteros), frenos ABS y anclajes para sillas infantiles.

Pero eso también implica más dinero puesto en desarrollo. Por eso, para mantener los costos de producción lo más reducidos posibles con el fin de hacer un modelo accesible. Un par de semanas antes del lanzamiento en Uruguay (ver lanzamiento), la revista brasileña Quatro Rodas publicó un informe detallando los diez "trucos" para conservar un precio competitivo (ver nota en portugués). Pero para aquellos que no puedan entender ese texto, se los traduzco al castellano punto por punto.


Estos son: el 40% de las piezas en común con el modelo indio (donde la mano de obra es más barata), los respaldos delanteros con los apoyacabezas integrados (una solución usada también por dos de sus rivales, los Fiat Mobi y Volkswagen up!), un motor exclusivo pero de fabricación y mantenimiento muy simple, un retrovisor interno sin día/noche manual (en los Kwid más básicos), tres tuercas por rueda en lugar de cuatro, carece de tacómetro en el instrumental y de revestimiento interno en el baúl (solo en la versión más básica), lleva un solo brazo para el limpiaparabrisas y un sapito también, y usa discos sólidos en lugar de ventilados en el eje delantero.

Si multiplicamos esos pequeños ahorros por una gran escala de vehículos producidos, el número que se está destinando En contrapartida, gracias a esos ahorros el Kwid puede jactarse que tiene el mejor equipamiento de seguridad por debajo de 15 mil dólares hasta ahora, así como el baúl más amplio del segmento A, con unos generosos 290 litros. Es decir, se aplicó una vez más el concepto de ingeniería frugal, pero ahora sin buscar resignar en la dotación de seguridad ni tampoco el espacio. Solo restará ver si también es un buen producto y una compra lógica. Pero para eso tendrán que esperar unos días más a la evaluación completa.