Probamos al Volkswagen up!: económico ≠ barato

lunes, 8 de junio de 2015



Evaluamos a uno de los lanzamientos más importantes del 2015: el Volkwsagen up!
En unos días podrán leer la prueba de uno de los productos más esperados del año. Volkswagen nos prestó un high up! durante cuatro días para que le realizáramos más de 650 kilómetros y podamos asegurar si este citycar made in Mercosur está a la altura (o no) de su homólogo europeo.

Para "romper el hielo" en esta nota quiero hacer una división clara entre dos conceptos: económico y barato. Económico, según la RAE, es algo que es "poco costoso o que exige poco gasto". Barato, por otro lado es "algo que se logra con poco esfuerzo, o es ofrecido a bajo precio". Términos muy parecidos, pero que si lo llevamos al terreno de los autos (o cualquier producto de consumo), se pueden diferenciar mucho.

En nuestro mercado tenemos automóviles económicos por un lado, y baratos por el otro. Los primeros son los que tienen un bajo precio, costo de mantenimiento reducido, y que a la marca le cuesta poco dinero fabricarlo.


Los baratos, por otro lado, son los que también se ofrecen a un precio bajo, pero a la marca le importa poco ponerle esfuerzo al fabricarlos, porque justamente, cuesta poco dinero hacerlo, en base a mano de obra y materiales baratos, y que da mucho rédito económico a cambio cuando se lo pone a la venta al público.

Ejemplos de ambos abundan por doquier. Personalmente a los autos "económicos" me gusta darles un término un poco más noble: honestos. A los otros, muchos usarían un improperio para nombrarlos. No voy a señalar casos, ustedes sabrán bien qué autos sufren de esto. Y no, la mayoría no son chinos, reyes de los prejuicios. Le toca a casi todas las marcas por igual.


Pero, ¿dónde se conecta este contrapunto con el Volkswagen up! dirán tras fumarse cuatro párrafos de introducción pura? Que fácilmente se puede acusar al up! de ser un auto barato, pero en sus entrañas esconde un poco más: es un auto que busca mostrarse como simple, bien hecho, y a un precio razonable. Nada más, no busca más que eso.

Más allá de las cifras de consumo, el precio que implique mantenerlo, o incluso cuánto hay que ahorrar para llegar a uno, el up! busca probar que no es un auto al que Volkswagen esté buscando ahorrarle dinero, sino que quiere hacerlo a un costo razonablemente bajo, pero sin encarecer el producto final. Y paso a explicarme.


Un ejemplo bien simple: Volkswagen usa soldaduras láser para la carrocería, algo de lo que ni siquiera puede darse dique su famoso hermano mayor, el Gol. ¿Cómo notarlo? Cuando se crucen un up! de cerca, miren la unión de los paneles laterales y el techo, y verán que no hay un burlete de goma gordo tratando de tapar nada. Es chapa contra chapa prolijamente soldada como si hubieran usado una sola pieza. También usa doble burletería en las puertas. Más de un segmento B o C, no puede sacarse cartel con eso.

También hay "plata puesta" en la estructura del vehículo. Sí, ya sé que me van a venir con la cantarola de que los protocolos de Latin NCAP y Euro NCAP no están uno a la par del otro, pero vean las pruebas de impacto frontal en Europa (ver prueba) y Latinoamérica (ver prueba) e intenten diferenciar una estructura de la otra. Es más, hasta les dejo una foto comparativa, a la izquierda, el fabricado en Eslovaquia, a la derecha, el brasilero. Cabe recordar que el vendido en Uruguay carece de airbags laterales y las imágenes son más que elocuentes ante esa falencia, especialmente en las dos de abajo.


A su vez, no hay que olvidarse de dos detalles bastante importantes. El up! no es el Volkswagen más caro de la gama, sino todo lo contrario. Y como si fuera poco, incursiona en un terreno hasta ahora desconocido para la marca en Uruguay, el de los autos de segmento A, o comúnmente llamados citycars.

En líneas generales, estos productos son muy pequeños, y entre sus grandes puntos negativos, tenemos mecánicas poco potentes, un baúl como para cargar una mochila escolar, un tanque de combustible con la autonomía necesaria para ir hasta el supermercado, y unas plazas traseras como para llevar a Papá Pitufo y la Pitufina. A upa.


Pero el up! Mercosur busca ser un citycar y un poco más. Mientras el europeo está homologado para cuatro pasajeros y tiene un baúl con 251 litros de capacidad, el producido en nuestra región está homologado para cinco, y permite llevar hasta 285 litros de carga detrás de ellos.

Eso es lo mismo que "carga" un Gol y 23 más que un Polo. Además, el depósito de combustible cuenta con 15 litros extra, llegando a 50 l. Ah, me olvidaba, y las ventanillas traseras se pueden bajar (solo manualmente), mientras que en Europa pivotan como un ventilete. ¿Me van a decir que es más barato fabricar una ventana pivotante que un levantavidrios?


Si bien el producto más barato de la gama, no busca presentarse como un modelo "abaratado". Además, por los motivos ya expuestos, más los que desenredaremos en la prueba, puede que estemos ante un producto de quiebre para el segmento A, así como para la franja "sub-20" del mercado local.

Por eso, en los próximos días trataremos de demostrar, o fallar en el intento, que lo económico y lo barato, no siempre son lo mismo. El próximo viernes podrán leer la primera prueba del up! hecha por un medio uruguayo, y de paso conocer cómo es el producto más pedido por ustedes en lo que va del año.