Contacto: Hyundai Grand i10 1.25

viernes, 4 de abril de 2014



Previo a su llegada a Uruguay sobre fin de mes, Autoblog pudo probar el Chile al Hyundai Grand i10.
Mientras esperamos que llegue a Uruguay, Autoblog ya pudo probar por más de 200 km al Hyundai Grand i10 en Chile durante su lanzamiento regional. Nos subimos a la mecánica más potente, el 1.25 Kappa de 86 cv de potencia, asociada a una caja manual de quinta. El contacto, tras el salto.


Desde Puerto Varas (Chile) - El lanzamiento del Grand i10 es muy importante para Hyundai en los mercados donde lo comercializará. Como ya dije en el adelanto de esta cobertura, ocho países en Latinoamérica lo recibiremos como el encargado de llenar el espacio que siempre existió entre un Accent (ver nota) y el i10 de anterior generación. 


Está fabricado en la planta de Channai, India, y comparte la plataforma BA de Hyundai con el nuevo i10 europeo (ver nota), pero alargada en su distancia entre ejes. El Grand i10 arriba al mercado local como un hatchback de segmento B, pero sin reemplazar a nadie, ya que el anterior i10 (ver nota) seguirá como el primer escalón de entrada a la gama, tras la futura discontinuación del Eon (ver nota) en la oferta, a causa de no poder ofrecer doble airbag o frenos ABS.

Mientras esperamos su llegada a Uruguay sobre los últimos días de abril y los primeros de mayo, Autoblog se convirtió en el primer medio local en poner sus manos en el nuevo chico de Hyundai, durante su lanzamiento regional en Chile, más precisamente en Puerto Varas, a unos 1.000 km al Sur de la capital Santiago. La unidad probada fue la 1.25 Kappa de 86 cv de potencia, asociada a una transmisión manual de cinco relaciones. También pude manejar el mismo motor, pero con caja automática, aunque como no llegará a Uruguay en el corto plazo, centraremos el análisis solo sobre la caja manual.


A modo de anticipo, vayamos con las primeras impresiones del modelo. Previo a eso, tengo que darle las gracias a Hyundai-Fidocar, en especial a Felipe Lasida, Gerente de Comunicación, y a Ignacio Inciarte, Jefe de Ventas para el interior de Uruguay, que hicieron lo posible para que se pudiera realizar este contacto y cobertura en Chile.

Exterior

Cuando vi por primera vez las fotografías del Grand i10, honestamente no sabía encontrarle el hueco dentro de la gama Hyundai. ¿Es un segmento A o B? Y la respuesta está claramente expresada en las dimensiones de la carrocería. Es un B, pero dentro del primer escalón del segmento, donde compiten los Nissan March, Volkswagen Gol, Fiat Palio, o a futuro el Mitsubishi Mirage, VW up!, y el nuevo Ford Ka, por ejemplo. Es decir, pegadito al segmento A.

El Grand i10 mide 3,765 m de largo, 1,660 m de ancho, 1,520 m de alto y su distancia entre ejes llega a los 2,425 m. Para que tengan una referencia del tamaño con las medidas del i10 que ya conocemos en Uruguay, el nuevo producto es 180 mm más largo, 65 mm más ancho, 20 mm más bajo, pero con 45 mm más de distancia entre ejes. A su vez, es 100 mm más largo y 20 mm más alto que el nuevo i10 europeo con el que comparte plataforma.


El diseño apuesta a una estética que toma algunos rasgos del estilo "Fluidic Sculpture" que le da forma a modelos más grandes como ser los Accent o Elantra, aunque no en una dosis tan juvenil y desenfadada como pasa en el Eon; el Grand i10 es más maduro. El frontal es similar al visto en el nuevo i10 del viejo continente, pero sin contar, con luces diurnas LED en la parte baja del paragolpes, aunque a cambio suma una parrilla con una barra cromada, en las versiones más equipadas, y el logotipo de Hyundai al centro.

El lateral muestra una línea de cintura recta y ascendente, combinada con algunas nervaduras, como la que recorre los tiradores de las puertas, priorizando la zona acristalada, y por ende, la visibilidad. Las llantas 14 pulgadas (de aleación o acero estampado con tazas, dependiendo de la versión) iban montadas sobre neumáticos Nexen CP661 en medida 165/65 R14.


La zaga es a criterio personal la más atractiva, retomando algunos puntos en común con el i10 europeo, como los grupos ópticos -algo que también pasa en el frente- o el portón del baúl, que en el Grand i10 lleva una luneta algo más pequeña, dirán algunos, pero si ven las fotos del europeo, es exactamente la misma aunque sin un aplique plástico. El paragolpes es el mismo para ambos modelos, y el resultado final del diseño de este Grand i10 es más que positivo, además de un gran salto frente a un i10 "a secas".

Interior

Al entrar en el Grand i10, lo primero que sorprende es ver un habitáculo con -casi- el mismo diseño que el que se comercializa en Europa. Muchos pensarán que estamos ante un producto para mercados emergentes, y así es, pero de todas formas Hyundai no decidió hacer un producto con menos diseño y cariño puesto. Sino, vean una foto del interior del europeo (ver foto) y compárenla con la que ilustra esta nota.

La posición de manejo es alta, y aunque quisiera modificarla, no se puede, ya que en las unidades probadas, la butaca del conductor no cuenta con regulación en altura. No es incómoda, pero para aquellos que prefieran manejar sentados algo más abajo, no se sentirán tan a gusto. Lo que sí se podrá regular es el volante, solo en altura, y la butaca tanto en su respaldo como longitudinalmente. La pedalera es cómoda, con un embrague que presenta un recorrido largo, pero con el acople bien corto, mientas que el pedal de freno es algo esponjoso, pero deja dosificar bien la fuerza con el pie.


Detrás del volante está el tablero de instrumentos, con una rareza para el segmento, cuatro marcadores de agujas. Mientras una gran parte de los nuevos productos del segmento apuestan por dos -y hasta un- marcador analógico, dejando el resto a los displays digitales, el Grand i10 tiene cuatro relojes: tacómetro, velocímetro, y medidores de temperatura de agua y combustible. En la parte baja del tablero, ahí sí, la computadora de a bordo en formato digital y claro.

En el panel central encontramos una radio doble DIN de fábrica que oferece AM/FM/CD/Aux-In/MP3/USB/Bluetooth, que en las versiones evaluadas, específicas para el mercado chileno, carecían de comandos al volante, elemento que sí se ofrecerá en Uruguay, además del encendido por botón mediante llave con sistema Keyless. Por debajo del audio, van los mandos del aire acondicionado, de buen funcionamiento, en especial ante el "fresco" patagónico de Puerto Varas.


La calidad de materiales mantiene el estándar que conocemos en Hyundai. En el caso del Grand i10, si bien no hay plásticos blandos en ningún sector del habitáculo, los que hay son rígidos y de buena calidad, tanto al tacto como de encastres. A su vez, las texturas utilizadas son agradables tanto en el panel como en las butacas, que son algo firmes y llevan tapizados más bien rústicos, pero de buen tacto.

La habitabilidad es uno de los puntos más fuertes del Grand i10. Atrás dos adultos van muy cómodos tanto a lo ancho, alto y largo, con un falso túnel de transmisión prácticamente plano, mientras que la plaza central posterior sigue siendo el punto de conflicto como todo auto chico y solo apta para niños o personas de baja estatura.


Es así, que está entre los más amplios del segmento por varios cuerpos. Allí los ocupantes contarán con dos cinturones de tres puntas, el central es abdominal, y tres apoyacabezas. Lamentablemente, carece de anclajes para sillas infantiles, o de una luz de lectura para quienes vayan atrás.

El baúl tiene unos más que correctos 256, quedando en la media del segmento B. En caso de precisar más volumen, se puede abatir el respaldos trasero en forma enteriza -debería ofrecer un respaldo 60:40- y quedarse con 1.202 litros. Por debajo de una alfombra está el auxilio, de la misma medida y marca que los cuatro neumáticos titulares.


En ciudad

El impulsor probado pertenece a la familia Kappa de Hyundai y Kia, y en otros mercados ya era utilizado por el previo i10. Tiene una cilindrada de 1.247 cc, cuatro cilindros, 16 válvulas, doble árbol de levas a la cabeza con sistema D-CVVT (Dual Constantly Variable Valve Timing) y 85 cv de potencia a las 6.000 vueltas. Tiene un par máximo de 114 Nm a 4.000 rpm.

Esta mecánica llegará a Uruguay por el momento, solo con la transmisión manual de cinco relaciones. Según fábrica, logra en 12,9 segundos el 0 a 100 km/h y consigue una velocidad punta de 166 km/h. El peso en orden de marcha está en los 1.003. El consumo mixto está en los 5,5 litros cada 100 km.


A su vez, también se ofrecerá en nuestro mercado como primera motorización, el 998 cc de cilindrada, tres cilindros, 12 válvulas, doble árbol de levas a la cabeza con sistema D-CVVT y 65 cv de potencia a las 5.500 vueltas, además de ofrecer un par máximo de 94 Nm a las 3.500 rpm.

Fábrica declara una velocidad final de 155 km/h, una aceleración de 0-100 km/h en 15,1 segundos, y un consumo combinado de 5,4 litros cada 100 km. No hay peso declarado para esta versión. En ambos impulsores, el depósito de combustible es de 43 litros.


Obviamente en donde se siente más a gusto el Grand i10 es en la ciudad. El impulsor responde enérgicamente ante los pedidos del conductor, mientras que va asociado a una transmisión bien "a la coreana", con cambios precisos, un verdadero placer utilizarla. Está relacionada con cambios algo largos en las primeras tres marchas, mientras que las cuarta y quinta marcha permiten relajar más el ritmo del impulsor. Cuenta con indicador de pasaje de cambios para optimizar el consumo.

En la prueba para prensa, también tuve la chance de probar la caja automática H-Matic de cuatro relaciones con opción tipo manual, que ofrece un rendimiento bastante aceptable, con un pasaje de cambios muy lineal. De todas formas, su respuesta es menos enérgica que la del mismo auto con caja manual de quinta, y su uso más ideal será el urbano, donde se le sacará más provecho.


En ruta

Al dejar la ciudad, en este caso Puerto Varas, que sería una especie de Bariloche a la chilena, con unos paisajes igual de hermosos que su vecina argentina, el Grand i10 nos demostró que también puede defenderse en ruta. Si bien el Kappa 1.25 trabaja a unas 3.500 vueltas a 120 km/h, no se lo nota tan exigido, y permite realizar un manejo relajado, con muy buena insonorización del habitáculo. Ya si pasamos la barrera de las 5.000 rpm, el impulsor se dejará sentir más dentro del Grand i10.


Las suspensiones fueron una de las sorpresas de la jornada de test drive. Muchos podrían pensar que es un vehículo blando en extremo, al estar pensado más para un uso en ciudad que fuera de ella, pero la respuesta es que no. El producto de Hyundai se caracteriza por unas suspensiones más bien firmes -sin llegar a duras- y a la hora de encarar curvas se lo nota bastante más aplomado que sus rivales, como podría ser el Spark GT o el Kia Picanto, si citamos productos de un segmento similar, aunque no idéntico.

En el tren delantero monta suspensiones independientes de tipo McPherson, mientras que en el trasero hace lo propio un eje tipo CTBA (Coupled Torsion Beam Axle). Los frenos son discos ventilados para las ruedas delanteras y tambores en las traseras, con sistema ABS. La dirección es electro-asistida, denominada MDPS (Motor Driven Power Steering), y en las pruebas en ruta manifestó una dureza justa, aunque a bajas velocidades se excede en la asistencia, sintiéndose tan suelta que puede girarse el volante con un solo dedo literalmente.


Equipamiento

Los modelos probados en Chile contaban con una especificación diferente a la que veremos en Uruguay a fin de mes. Por ejemplo, ellos no ofrecen, ni siquiera en la versión más cara llave inteligente, volante multifunción, o encendido por botón, siendo las configuraciones que llegan a Chile bastante más básicas. Es más, las versiones manuales que probamos ayer, carecían de airbags o frenos ABS.

En nuestro mercado van a existir dos motores, un 1.0 tres cilindros y un 1.25 cuatro cilindros. Si bien la marca aún no comunicó la definición de equipamientos específica para Uruguay, es sabido que todos los Grand i10 van a venir con aire acondicionado, dirección, vidrios eléctricos, doble airbag y frenos ABS de serie. La primera versión 1.25 suma a sobre el 1.0 base, la radio de fábrica con doble DIN, faros antiniebla delanteros y algún otro detalle interior, mientras que el 1.25 más equipado agrega encendido por botón, tapizados en combinación con la carrocería, llantas de aleación de 14 pulgadas, volante en cuero multifunción con comandos para Bluetooth, llave inteligente, etc.


Precio, garantía y competidores

Durante la presentación a prensa, los directivos de Hyundai Chile hicieron hincapié en que el Grand i10 llega para abrir un nuevo hueco en el mercado, creando un segmento intermedio entre los A y B. Por ejemplo, cruzando la cordillera, al producto surcoreano le aparecen rivales como el Kia Picanto, Chevrolet Spark GT, Suzuki Celerio, o el Swift 1.2 de origen indio, igual que el Hyundai.

Ya en nuestro país el panorama es un poco diferente. Si bien Hyundai buscará darle batalla a esos modelos, en Uruguay aparecen más rivales de segmento B que del A, ya que este último lo seguirá cubriendo el i10. Al Grand i10 le esperarán en el mercado local, rivales de la talla del Mitsubishi Mirage, Volkswagen up!, Renault Clio Mío, y al igual que en Chile, el Suzuki Swift 1.2. Es decir, la gama más accesible del segmento B.

Durante las próximas semanas serán divulgados los equipamientos y precios oficiales, que ya se estiman que rondarán entre los 19 y 23 mil dólares. Un punto destacado del Grand i10 será su garantía, una de las más extensas no solo del segmento, sino también del mercado local: 5 años o 120.000 km.


A favor
Diseño
Espacio interior amplio
Conjunto motor/caja
Garantía
En contra
Asiento trasero enterizo
Butaca del conductor sin regulación en altura (en las unidades probadas)
Carece de anclajes para sillas infantiles
Galería: Hyundai Grand i10 1.25