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| Con esta renovación, la Tundra queda mejor parada frente a modelos como la exitosa F150 de Ford o la RAM. |
La marca nipona presentó una importante actualización para la pick-up más grande de su porfolio. La hermana mayor de la Tacoma recibe cambios en el diseño exterior y en el interior, pero con las opciones mecánicas inalteradas, con hasta 381 cv. Más, después del salto.
Toyota renovó a uno de los modelos menos japoneses de su gama, pensado para el mercado norteamericano. Se fabrica en Indiana y Texas, mientras que este rediseño fue responsabilidad del Centro Técnico de Michigan y el Centro de Diseño en California.
Se trata de la renovación más profunda que sufrió la pick-up grande -es grande de verdad- desde su lanzamiento en 2007. Aunque mantiene las opciones mecánicas, con impulsores V6 y V8, hay cambios en el diseño tanto por fuera como por dentro.
Llama la atención el frontal, con una imagen más robusta y alta, gracias a la nueva parrilla que se combina con la entrada de aire sobre el capot. Esta pieza puede ser cromada o negra, dependiendo de la versión, lo mismo que ocurre con el centro de los paragolpes, que también fueron rediseñados.
Ahora se fabrican en tres piezas, para reducir los gastos en caso de reparaciones, siendo los extremos cromados al gusto yankee y con los antinieblas integrados. También los fenders y las llantas reciben retoques, al tiempo que se suman tres colores a la paleta actual.
En la trasera los cambios son leves, pero existen. Se convierte en la primera en el segmento en incorporar de serie la cámara de reversa, al tiempo que el portón trasero recibe un estampado con el nombre del modelo. Hay un pequeño spoiler integrado que, según Toyota, mejora la eficiencia.
Se ofrece entres versiones: cabina simple, cabina doble y CrewMax, con mayor espacio para los ocupantes. A su vez las primeras dos pueden combinarse con una caja de carga ampliada como opcional.
Puertas adentro se buscó mayor diferenciación entre versiones y una mejora en la calidad. La ergonomía fue revisada en los mandos de radio y climatización, que siguen pudiendo manejarse con guantes. La CrewMax gana un asiento trasero rebatible, y hay nuevos tapizados y colores.
La mecánica permanece inalterada, con tres opciones de motorización. La gama se abre con un V6 de 270 cv asociado a una caja automática de cinco velocidades. Por encima hay un V8 de 4.8 litros con 310 cv y otro 5.7 de 381 cv, ambos con una caja de seis relaciones y distribución variable VVT-i.
La marca afirma haber trabajado en el esquema de suspensiones para mejorar la estabilidad, y agregó también aeroventilas Aero-Fins. ¿Qué son? Apéndices aerodinámicos en los retrovisores y faros traseros que -de nuevo según Toyota- mejoran el andar a altas velocidades.
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