Contacto eléctrico: Chevrolet Volt (II)

El despeje reducido lo hace poco amigo de las calles montevideanas, pero su imagen no. Foto: BR1 | Photography

Casi 400 km recorrimos en cuatro días con el Volt. Ya les conté en la primera parte (ver nota) como se mueve y pudieron conocer en profundidad el interior y exterior. Pero quedaron varias cuestiones en el tintero. ¿Por qué no se vende? ¿Cuánto saldría? ¿El consumo real? Todo, y más, después del salto.

¿Por qué hay un Chevrolet Volt en Uruguay?

Este Volt, con su carrocería bañada en color White Diamond Tricoat, llegó a la región a través de GM Uruguay hace un par de años. Se eligió este mercado por la ausencia de homologaciones, para después poder darle ingreso a otros países como modelo de exhibición.

Cristina Fernandez y Sergio Rocha junto al Volt en la Quinta de Olivos, residencia presidencial (Fuente)

Fue una de las vedettes del stand de Chevrolet en el Salón de Buenos Aires 2011 (ver nota) junto con un Camaro SS, también propiedad de General Motors Uruguay. Después viajó a Asunción a exhibirse, al Montevideo Motor Show, a Tecnópolis en Buenos Aires, y luego a Chile.

La primera mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, condujo esta misma unidad en la residencia presidencial de Olivos, junto al Ing. Sergio Rocha -presidente de GM Argentina en aquel momento-.

"Nuestro" Volt paseando por el Autódromo de La Plata en un evento para prensa local (Fuente)

Se hizo un evento en el autódromo de Buenos Aires, con pruebas para periodistas, y después regresó a su tierra natal. Actualmente es parte de la flota de GM Uruguay, y recorre las calles de Montevideo a diario, donde pasará el resto de sus días.

¿Cuánto consume el Chevrolet Volt?

Con el Volt en el garaje, nos dedicamos a medir consumos. Los primeros 55 kilómetros de recorrido urbano, los hicimos con la energía de la batería, por lo que no se tomó ni una gota de combustible hasta que se acabó la electricidad.

Debido a que los números no nos caen tan bien como las letras, Autoblog acudió a la CIER en busca de soporte técnico, con el fin de calcular cuanto sale cargar el Volt. Se tomó como referencia la Tarifa Inteligente de UTE, con un precio de $ 2,375/kWh, entre las 22:00 y las 18:00 horas.

Teniendo en cuenta un cargo fijo de $ 318, junto a $ 177 por la potencia contratada (3.3 kW), obtenemos que los 10 kWh de la batería del Volt -son más, pero usa sólo 10-, equivalentes a 55 km, cuestan $43. Tomemos como comparación un Chevrolet Cruze LTZ A/T, en ciclo urbano.

La marca declara un consumo de 11,3 l/100 km, por lo que necesitaríamos -si esa cifra fuera real-, 6,2 litros de nafta. Usando Súper 95 ($37/litro), ese mismo recorrido costaría $229. Según estadísticas, un 74,3% de los kilómetros que recorre cada Volt, son hechos con electricidad.

Imaginemos que decidimos viajar más allá de la capacidad de las baterías del Chevrolet Volt: hacemos 100 km. Habiendo recorrido los primeros 55 km con electricidad, restan 45 km más, en los que consumieron 3,2 litros de combustible -7,1 l/100 km-.

Sumando los $ 43 de la energía eléctrica, con los 3,2 litros de nafta, obtenemos un total de $ 161. ¿Y cuánto gastamos con el Cruze? Chevrolet informa un consumo de 5,8 l/100 km en ruta, lo que se traduce en $ 215 para recorrer el mismo kilometraje, si la cifra fuera real.

Y desde la CIER llegan otros datos interesantes. Recorrer 20.000 km en un año con el Volt, sin ir más allá de la autonomía eléctrica, implica un gasto de $ 15.599. El mismo kilometraje en un auto con un consumo de 10 l/100 km, significa gastar $ 74.000 en combustible.

Y eso, sin tener en cuenta un menor gasto de mantenimiento del Volt en comparación con un auto tradicional, y que aprovecha el punto máximo de generación de energía eólica, que se da en horas de la noche.

¿Puedo comprar un Chevrolet Volt en Uruguay?

No, no está a la venta -ni va a estarlo en el corto plazo- por la simple razón de que General Motors exige a los mercados donde ofrece el Volt un protocolo gubernamental para la manipulación de baterías, inexistente en territorio uruguayo. Según cálculos de la marca, de ofrecerse, su precio al público rondaría los U$S 70.000

A favor

Diseño y tecnología
Consumo
Seguridad
Prestaciones y confort de marcha

En contra

No disponible en el mercado local
Habitabilidad
Despeje poco Montevideo-friendly

Conclusión

El Chevrolet Volt logró enamorarme. Es cierto, no tiene el sonido ronco de un V8, ni las terminaciones artesanales de un Rolls Royce. Tampoco la habitabilidad de un compacto tradicional, ni las prestaciones de un deportivo de pura cepa. Sus argumentos son otros.

El silencio y el ambiente relajado y tecnológico que se respira en el interior del Volt, no se da ni en berlinas premium. Pasear por Montevideo, aunque sea un viernes a las siete de la tarde, se convierte en algo así como una meditación dinámica.

Pero no todo es paz y tranquilidad, el Volt está lejos de ser un electrodoméstico. Es divertido, muy divertido. Con el modo Sport activado se convierte en una adicción salir primero de los semáforos, disfrutando el empuje del motor eléctrico. A la hora de encarar una curva no se inclina, ni hay ninguna señal de que vayamos a perder el control. Y todo pasa en silencio.

Pero nos faltan cosas para poder disfrutar de autos así. No tenemos un plan gubernamental que asegure a las marcas la correcta manipulación de las baterías a lo largo -y después de su ciclo útil-. Y no solo General Motors exige esto, hubo otra marca que desistió de traer eléctricos por este mismo tema.

Tampoco tenemos asfaltos llanos como una mesa de billar, en los que el pobre babero del Volt se pueda tomar un descanso.

Y llegamos a los habituales inconvenientes tributarios. Un eléctrico, sorprendentemente, paga un 2% más de IMESI que un híbrido. ¿Subvenciones a la hora de comprar un auto ecológico? Lamentablemente no existen.

Qué lejos estamos.

Galería: Contacto Chevrolet Volt


Agradecimientos | GM Uruguay, Ing. Juan José Carrasco (CIER) y BR1 | Photography