Contacto: Toyota Camry 3.5 V6 A/T

jueves, 25 de octubre de 2012



El Camry se sitúa como el buque insignia de Toyota tanto en Uruguay como Argentina.
Hace algunas semanas pudimos probar en Argentina al Toyota Camry V6, el tope de gama de la marca nipona en nuestro país. Cuenta con 277 cv de potencia y 346 Nm de par. Estética conservadora y un impulsor bestial, combinados en un modelo que conocemos tras el salto.

En abril de este año, la novena evolución del modelo insignia de la casa nipona llegó a nuestro país (ver nota lanzamiento) En el mercado uruguayo, el Camry se comercializa en dos variantes, una híbrida con motor 2.5 de 200 cv y el tope de gama es un 3.5 V6 de 277 cv, que hace unas semanas pudimos manejar durante nuestro último viaje a Buenos Aires -por eso también vieron la prueba de este auto en Autoblog.com.ar hace unas semanas- y que hoy conoceremos en detalle.

Exterior

El diseño del Camry no escapa ni a la receta del modelo anterior, ni tampoco a la de los Toyota en general. Con un aire sobrio, elegante y señorial, casi que se puede decir aburrido. Sin embargo hay que ser justo. No estamos ni ante un modelo dirigido a aquellos que busquen llamar la atención, sino todo lo contrario. El Camry ha sido históricamente un modelo de perfil bajo y eso lo sabe hacer a la perfección. También como veremos más adelante, es una trampa para no mostrar lo que hay debajo del capot.


De todas formas, pese a su disreción de líneas, su tamaño no pasa tan desapercibido. Mide 4,825 m de largo, 1,470 m de alto, y 1,825 m de ancho. La distancia entre ejes es generosa con 2,775 m. Al frente sobresale la gran parrilla cromada, que estamos viendo en varios modelos de Toyota últimamente, acompañada de las ópticas con Xenón y lavafaros, además de los tan prácticos sensores de estacionamiento.

De costado la apariencia es aún más burguesa, apoyada en la ausencia de nervaduras o cortes abruptos, pero con una predominancia de chapa por sobre la superficie vidriada. Los cromados siguen en este lado del Camry, presentes en los tiradores de puerta y un listón en la base de las puertas. Las llantas son de 17 pulgadas de diez rayos y van sobre neumáticos Yokohama db Decibel E70 en medida 215/55 R17 de bajo rodamiento.


El sector posterior el estilo aristocrático se mantiene, basado en grandes ópticas, una barra cromada y un remate elegante. Cuenta con el segundo ejército de sensores de estacionamiento para ayudarnos a colocar el Camry en los espacios libres, además de una cámara de retroceso. El único toque deportivo, si podemos decirle así a algo al diseño del Camry, está presente por una salida doble de escape.

Interior

Al ponerse al volante del Camry, no hay forma de no sentirse un chofer de alguna celebridad, o mismo de un miembro de la mafia rusa. Dejando de lado los malos chistes, la posición de manejo es excelente, hay regulaciones eléctricas varias, tanto de volante como de butacas. Todo está pensado para pasar varias horas allí, y no por nada el Camry es el auto más vendido de Estados Unidos, lugar de rutas interminables si los hay.


Más allá de la impecable calidad de terminaciones, desde una alfombra de pelo grueso, a encastres precisos en la consola o la guantera totalmente revestida, la crítica viene por el uso -y abuso recurrente en el caso de Toyota- de la falsa madera, que al contrario de darle un detalle de categoría, lo baja un par de escalones en la escala de elegancia.

El instrumental con una clara visibilidad, cuenta con cuatro elementos de aguja: tacómetro, velocímetro y cantidad de combustible en el depósito, en tanto que el cuarto nos informa del consumo instantáneo en litros cada 100 km. Un detalle "muy Toyota" es el indicador ECO que se enciende cuando estamos realizando una conducción eficiente con una línea de luces verdes.


En la consola central toma protagonismo el equipo de audio que con su con pantalla táctil agrega también las funciones de la computadora de abordo, el climatizador tri-zona o la cámara de retroceso.
Como era de esperarse la habitabilidad y el confort interior es el mantra que repite el habitáculo de un Camry.

Sin embargo este modelo tiene un cuidado especial para quienes viajen detrás, que además seguramente sean en su mayoría los dueños del vehículo. El espacio abunda y así como también los gadgets como la cortinilla eléctrica para la luneta, los controles de audio o climatización en esas plazas, además de los "adictivos" respaldos rebatibles eléctricamente, alieados de los bacanes como quien escribe. El baúl, si bien es profundo, no declara tantos litros para un auto de segmento D, con una capacidad de 483 litros, que de todas formas son más que suficientes.

En ciudad

El confort de marcha es uno de los puntos más destacados del Camry. Su chasis, pensado para transmitir un andar digno de autos de un segmento superior. La insonorización es destacada, ya sea del impulsor como de los neumáticos, no dejando ingresar al habitáculo ningún tipo de ruidos, haciendo que los pasajeros se sientan en una especie de alfombra persa voladora.

Sus generosas dimensiones lo complican un poco en las calles angostas, en tanto que para los estacionamientos urbanos habrá que asistirse de los sensores, la cámara trasera y la pericia propia ayudada por la dirección eléctroasistida. Empedrados, lomos de burro o pozos serán una mínima molestia, ya que la suspensión sabe filtrar esas irregularidades.


La caja automática secuencial trabaja en conjunto con el V6 y realiza los cambios de forma imperceptible, pese a no ser una CVT. Cuenta con un control electrónico ECT equivalente a un modo Sport, para pasar llevar al V6 hasta el corte y ser uno mismo el que decida cuando entra la marcha.

La dirección, asistida eléctricamente, permite que los casi cinco metros del Camry se puedan colocar fácilmente en las curvas apretadas de ciudades como Buenos Aires, en tanto que para transitar se torna un poco más firme conforme aumentamos la velocidad, transmitiendo confianza al conductor.

En ruta

El Camry lleva un V6 de 3.546 cc en su tope de gama. Es capaz de erogar 277 cv a 6.200 revoluciones, y un torque de 346 Nm presentes a las 4.700 rpm. La transmisión es automática secuencial de seis velocidades denominada Shiftronic. Cuenta con distribución variable Dual VVT-i.

Fábrica declara prestaciones dignas de un deportivo para este sedán ejecutivo con aspecto de mayordomo con corbatita. El 0-100 km/h lo consigue en apenas 6,2 segundos y una velocidad máxima limitada a 240 km/h. A no marearse con los números, dije "prestaciones", no "comportamiento deportivo". Esas son malas palabras en un Camry.


El peso en vacio es de 1.540 kg. Si hay que hablar de consumos, en promedio declara 9,3 l/100 km, el ciclo extraurbano es de 7 l/100 km, en tanto que el urbano es alto, con 13,2 l/100 km. Su depósito de combustible es de 70 litros.

La elasticidad del motor en conjunto con la transmisión, permite que por ejemplo, se pueda viajar a 120 km/h a apenas 2.000 rpm, algo que demuestra la nobleza de este impulsor. El Camry está pensado para devorar largas distancias con el control crucero prendido y el stress de manejar en piloto automático. Este V6 puede que esté bien amansado para transmitir confort a sus pasajeros, pero acelerarlo a fondo es una prueba cabal que todo gentleman también sabe desatarse la corbata de vez en cuando.


El esquema de suspensiones cuenta con un sistema independiente McPherson y barra estabilizadora en el tren delantero e independiente, esquema multilink y barra estabilizadora en el eje trasero. Los frenos son de discos ventilados adelante y sólidos atrás. A nivel de asistencias electrónicas, el Camry cuenta con todo lo esperado en un modelo de este segmento y precio, es decir, sistema ABS, control de estabilidad (VSC) y tracción, además de sistema de asistencia para pendientes.

Los frenos tienen una excelente respuesta, deteniendo a más de una tonelada y media de peso. El pedal lleva un tiempo de acostumbramiento por la sensibilidad que tiene, apenas "peinando" el pedal los cuatro discos detienen al Camry en distancias cortas. Sin embargo, el pedal del freno de estacionamiento es arcáico y opuesto a todo el arsenal electrónico del modelo. Uno tradicional o eléctrico sería más entendible.

Equipamiento

El equipamiento de la unidad evaluada es el mismo que el Camry ofrece en nuestro país. Es un listado extenso, pero voy a hacer un resumen de lo más destacado. Llave inteligente con encendido por botón, cámara de reversa, audio con pantalla táctil, conexiones auxiliares y Bluetooth, asientos delanteros eléctricos y calefaccionados, techo eléctrico, tapizados en cuero, faros de Xenón activos con lavafaros, climatizador automático de tres zonas, volante forrado en cuero regulable en altura y profundidad eléctricamente, cruise control, asientos traseros reclinables 40/20/40 eléctricamente con calefacción cortina trasera eléctrica y consola trasera en apoyabrazos con comandos de: asientos eléctricos, climatizador de zona trasera, audio, y cortina eléctrica trasera, llantas de aleación de 17 pulgadas, entre otros.

Seguridad

Cuenta con seis airbags, frenos ABS con con ECB, EBD y BA, anclajes ISOFIX y TopTether para sillas infantiles, control de estabilidad (VSC), control de tracción, sistema de asistencia para pendientes y frenos de disco en las cuatro ruedas, siendo de discos ventilados adelante y sólidos detrás.

Cabe destacar que el Camry consiguió el máximo puntaje en las pruebas del NHTSA en Estados Unidos. Obtuvo cinco estrellas de puntuación final (la máxima posible), cuatro en choque frontal, cinco en impacto lateral y cuatro en vuelco. De todas formas hay que destacar que en aquel país, este modelo cuenta con airbag de rodillas para el conductor, que siendo un poco exigente, debería contar con este ítem para Sudamérica también.

Precio-Garantía

El Camry V6 se comercializa en Argentina a un precio cercano a los U$S 62.000. Mientras, en Uruguay, el mismo modelo está costando U$S 96.900, un precio bastante elevado ya que está invadiendo el terreno de las premium alemanas, por ejemplo.

La garantía de tres años o 100.000 km es igual para ambos países, en tanto que su rival más directo, el Honda Accord V6 vale U$S 66.900 en nuestro mercado, aunque contando con un impulsor también 3.5 V6, pero menos potente que el del Toyota, con 268 cv, además de un equipamiento también inferior.

El otro competidor sería el Chrysler 300 C, por segmento, potencia y un precio cercano a los U$S 90.000 podría competir con el Toyota, aunque no lo hace por ser un modelo de tracción trasera, a diferencia de los dos nipones que son de tracción delantera.

A favor


Equipamiento
Conjunto motor-transmisión
Habitabilidad
Confort de marcha

En contra


Freno de estacionamiento de pedal
Consumo en ciudad elevado
Precio -para el mercado uruguayo-


Galería: Toyota Camry 3.5 V6 A/T