martes, 14 de marzo de 2023

Probamos al Chery Tiggo 2 Pro: una historia de evoluciones

Manejamos al Chery Tiggo 2 Pro, ahora con su nueva motorización 1.0 turboalimentada de 106 cv.

Con la excusa de la incorporación de una nueva motorización turboalimentada, es que evaluamos al Chery Tiggo 2 Pro, el más accesible de la gama Tiggo. Pero este modelo no siempre formó parte de esta familia de modelos, sino que sus orígenes se remontan a otro integrante de la gama, bastante conocido.

Dentro de la gama de productos Chery, la denominación Tiggo casi que compone una sub-marca aparte. En el mercado uruguayo, además, son los únicos modelos que se comercializa en la actualidad. Atrás quedaron los días de los populares QQ (ver lanzamiento) o Fulwin (ver lanzamiento). Desde su relanzamiento en nuestro mercado en el año 2018, la oferta de la firma de Wuhu está conformada por su abanico variado y nutrido, pero más que nada de crossovers y SUVs, bajo el paraguas de la familia Tiggo.

Existen los Tiggo 4 (ver prueba), 4 Pro (ver prueba), 7 Pro (ver prueba), 8 (ver prueba) y 8 Pro (ver prueba), que nacen de una misma base modular para SUVs, la T1X. Pero en el caso del Tiggo 2 (ver lanzamiento) o su actualización profunda, el Tiggo 2 Pro (ver lanzamiento), tenemos que ir a buscar sus raíces dentro de la marca en otro producto que ni es un SUV ni tiene una plataforma tan moderna como sus hermanos de gama.


Porque si prestamos atención, los Tiggo 2 y 2 Pro (también llamados Tiggo 3x  y 3x Plus en otros mercados) comparten la estructura con el ya discontinuado Fulwin II, que no es otra cosa que una actualización de un producto lanzado en el año 2008. Pero de ese modelo de hace 15 años, poco va quedando en términos estéticos o mecánicos con estos derivados crossover que se comercializan ahora.

Si bien los llamados "puntos duros" de la carrocería son los mismos del Fulwin, Chery se ha encargado de repasar el estilo para los Tiggo 2 y 2 Pro. A tal punto que algunas personas no logran darse cuenta de qué modelo deriva originalmente. Es una idea que luego se replicó en los Honda WR-V (ver prueba), Volkswagen Nivus (ver prueba) o más acá en el tiempo, Fiat hizo lo mismo con los Pulse (ver prueba) y Fastback (ver prueba). Se toma un hatch o sedán de segmento B y se le aplica una estética tipo off-road.


Chery al igual que esas marcas, también se encargó de hacer una actualización de los interiores o las mecánicas. Este Tiggo 2 Pro no comparte nada con aquel Fulwin de 2008 por dentro. Pero además, incorpora tecnologías de seguridad o confort que ese modelo más accesible, nunca soñó con tener. Aparece un sistema multimedia, una transmisión automática CVT, airbags laterales, controles de tracción y estabilidad, freno de estacionamiento eléctrico, luces LED, sensores de estacionamiento o control de velocidad crucero, solo por citar cosas que hace 15 años solo estaban presentes en productos más caros.

A esto tenemos que sumarle la última novedad del modelo en el mercado local. En febrero comenzó a comercializarse una nueva versión denominada Luxury 1.0 T. Llega desde China en dos configuraciones, con un inédito impulsor 1.0 Turbo de 106 cv de potencia y 150 Nm de torque asociado a una caja manual de cinco relaciones o automática del tipo CVT. (ver lanzamiento). Esta fue la excusa para volver a acercarse al más accesible de la gama Tiggo para ver qué tanto cambió desde la última evaluación en el año 2017 (ver prueba), pero también para probar por primera vez a su última evolución, el Tiggo 2 Pro.