Audi presenta al Q5 55 TFSIe quattro, la variante híbrida enchufable del SUV mediano de la casa alemana. |
El SUV mediano de Audi, ahora también disponible con propulsión híbrida enchufable, al combinar un motor TFSI y un potente motor eléctrico que le permite circular sin utilizar combustibles fósiles por una autonomía superior a los 40 km, y a una velocidad máxima de 135 km/h. Más, tras el salto.
El nuevo concepto de propulsión utiliza un motor 2.0 TFSI de cuatro cilindros turboalimentado, que rinde 252 cv y 370 Nm de par, combinado con un motor eléctrico síncrono de excitación permanente (PSM) con una potencia de 105 kW y un par de 350 Nm. El motor eléctrico y el embrague de acoplamiento se integran en la caja de cambios S tronic de siete velocidades, que utiliza la tecnología ultra para transmitir el par a la tracción quattro.
Cuenta con una potencia combinada del sistema de 367 cv) y un par máximo de 500 Nm desde prácticamente el ralentí, a 1.250 rpm. Para acelerar de 0 a 100 km/h apenas necesita 5,3 segundos; la velocidad máxima es de 239 km/h. Según el ciclo de homologación estándar para vehículos híbridos enchufables, el consumo de combustible varía entre 2,6–2,4 l/100 km. La autonomía en modo eléctrico, según el ciclo WLTP, supera los 40 km. La velocidad en este modo de propulsión alcanza los 135 km/h, suficiente incluso para conducir en autopista.
La batería de iones de litio del SUV está ubicada bajo el piso del baúl. Está compuesta de 104 celdas prismáticas que almacenan 14,1 kWh de energía, con una tensión de 381 voltios. Para una gestión óptima de la temperatura, su circuito de refrigeración está conectado tanto al sistema de refrigeración del climatizador del vehículo, como al circuito de refrigeración de baja temperatura utilizado para refrigerar el motor eléctrico y el módulo electrónico de potencia.
Con el Q5 55 TFSIe quattro, por primera vez Audi utiliza la tracción total de eficiencia optimizada con tecnología ultra en combinación con un motor eléctrico. El sistema de control inteligente de la tracción a las cuatro ruedas funciona de forma predictiva, mediante sensores y el análisis de los datos recopilados sobre la dinámica de la conducción y el comportamiento del conductor. De esta forma, la tracción quattro está siempre preparada cuando es necesario.
Con cargas bajas y con suficiente fricción entre las ruedas y la superficie de la carretera, se desactiva la transmisión de potencia a las ruedas traseras, y el sistema de propulsión funciona con alta eficiencia como un sistema de tracción delantera. La tracción a las cuatro ruedas se desactiva siempre que no sea necesaria, pero permanece disponible en todo momento. Su activación de forma rápida y automática sigue una estrategia en tres etapas: proactiva, predictiva y reactiva. Mediante la conexión en red de la tracción quattro con el Audi drive select, el conductor puede ajustar no solo el carácter del motor, sino también las características del sistema de tracción, para adaptarlo a sus preferencias individuales.