Según medios brasileños, Lifan Uruguay cerró de forma definitiva su planta en San José

viernes, 1 de marzo de 2019



Según varios medios brasileños, la planta de Lifan Motors en San José habría cerrado de forma definitiva.
Según publicaron ayer medios como el portal brasileño Automotive Business, la planta de Lifan Motors Uruguay, en San José, habría cerrado de forma definitiva la producción que estaba enviando al mercado vecino. La empresa había enviado al seguro de paro de todos a sus trabajadores en 2018.


En junio de 2018, Lifan Motors Uruguay anunció que cerraría su planta por cuatro meses, enviando a 125 empleados a seguro de paro. La empresa argumentó en su momento que estaba perdiendo dinero debido a la suba del real brasileño, el principal mercado al que la firma está exportando vehículos ensamblados en Uruguay (ver nota).

Ayer en Brasil varios medios de ese país comunicaron que la planta ahora está en modo de cierre definitivo, por lo que la operación de montaje de vehículos estaría cancelada, pese a que todavía no se ha emitido un comunicado oficial por parte de Lifan Motors Uruguay. Cabe destacar que esta decisión no afectaría a la representación, posventa y ventas de la marca en nuestro país, dado a que son operaciones del mismo grupo, aunque paralelas a las de la planta de San José.

Las últimas noticias de la línea de montaje eran que se habían ensamblado 320 unidades del SUV X80, para su lanzamiento en el mercado brasileño. La operación uruguaya tuvo sentido en la primera mitad de la década, mientras se pudo aprovechar el régimen de importación del Mercosur y evitando el impuesto de extra-zona del 35% para autos provenientes de fuera de la región.


Se evitaba también, al menos para el mercado brasileño, la sobre tasación de 30 puntos de IPI creada en 2011 por el programa Inovar-Auto (que estableció hasta finales de 2017) para estos vehículos cuando la empresa sobrepasaba la cuota máxima de 4,8 mil vehículos importados. Sin la imposición de cuotas y con la caída en las ventas en el mercado brasileño, la operación en Uruguay, perdió sentido. 

Con la crisis económica, el volumen de ventas de Lifan cayó de 5,2 mil unidades en 2014 a 3,3 mil en 2017 y no paró de retroceder en 2018, a pesar de la recuperación del mercado interno brasileño. El año pasado la empresa registró 2,2 mil empadronamientos. A su vez, la red de concesionarios en Brasil bajó de 50 a 30 puntos de venta.

Durante el período recesivo de la región, la planta uruguaya de Lifan ya había interrumpido la producción. Esto ocurrió entre marzo de 2016 y mayo de 2017. La marca pretendía también abastecer el mercado argentino con los modelos montados en Uruguay, pero la actual crisis en el país vecino fue un obstáculo más para que eso no sucediera. 

Como consecuencia de la caída de ventas la empresa redujo también en Brasil a su planilla de funcionarios y se debería divulgar más información sobre el futuro de la operación brasileña en las próximas semanas. Johnny Fang, presidente de Lifan Brasil, dejó el país y regresó a China. La empresa mantiene su centro de piezas y oficinas en la ciudad de Salto (SP).