Probamos al Toyota Corolla: receta de la estabilidad

miércoles, 17 de mayo de 2017



Con la llegada de la renovación de la 11ª generación del Corolla, encontramos la excusa para probar a este best seller.
Con la excusa de su última actualización, nos subimos durante cuatro días y por más de 780 kilómetros al Toyota Corolla que ahora además de estrenar un nuevo diseño, finalmente suma elementos de seguridad activa como los controles de tracción y estabilidad. Pero antes, el adelanto.

Cuando una persona llega a los 50 años lo más probable es que ya esté ostentando al menos hace 10 o 20 años estabilidad en su vida. Ya sea amorosa, económica, sentimental o laboral. Con los autos pasa lo mismo, pero a nivel de su trajinar por el mercado mundial. Si un modelo cumple medio siglo de vida, es que hasta ese momento fue exitoso, reconocido y popular.

Tal es el caso del Toyota Corolla, que el año pasado justamente cumplió sus primeros 50 años. No voy a repasar la historia del modelo porque 1) ya lo hice como dos veces, acá pueden leer una de esas (ver nota) y 2) porque seguro lo vuelva a hacer en la introducción de la prueba dentro de unos días.


Trazando ese paralelismo entre los usuarios y el auto, el público al que se dirige un Corolla es en promedio gente entre los 40 y 50 años. No es un auto para jóvenes (no al menos de este lado del mapa, en los Estados Unidos tal vez sí) ni tampoco el más extravagante, avanzado a nivel tecnológico, o siquiera el más jugado en diseño del segmento.

Lo que Toyota vende con el Corolla es "estabilidad". Lo mismo que una persona de 50 años busca en su vida. Que todo a su alrededor funcione, que siga su curso programado, sin sobresaltos ni sorpresas. Algunos podrían decir que el Corolla es un auto conservador para conservadores. Pero a mi me gusta definirlo como el producto ideal para los que no buscan complicarse y que van por la vida en busca de la estabilidad.


El único problema que tenía hasta ahora el Corolla era que ese concepto de estabilidad solo se trasladaba a su confiabilidad, diseño, calidad, y en parte a su tan preciado valor de reventa. Pero en materia de seguridad estaba dejando un debe importante y curiosamente tiene que ver con la estabilidad pero desde el punto de vista físico.

Hasta ahora en casi 50 años de vida a nivel global, al menos en nuestra región, el Toyota Corolla nunca había tenido controles de tracción ni estabilidad siquiera como un elemento en opción. Considerando el medio siglo que hace que el auto está sobre la Tierra y que el ESC nació hace apenas 34 años, esas dos líneas de tiempo deberían haberse cruzado mucho antes. Es más, uno de los primeros vehículos de producción a nivel mundial en ofrecer una tecnología de este tipo fue un Toyota: el Crown.


Sin embargo como decía, finalmente se cruzaron este año cuando en Brasil se lanzó en marzo la actualización de la undécima generación del Toyota Corolla (ver nota) que apenas diez días después también llegó a nuestro mercado (ver lanzamiento) y sumando todos estos equipamientos de seguridad de serie: siete airbags, asistente de arranque en pendientes, controles de tracción y estabilidad.

El Corolla esperó en el Mercosur más de 20 años para sumar control de estabilidad de serie. Autoblog tuvo que sentarse en la sala de espera siete para ponerle sus manos encima a uno. Y ustedes tan solo tendrán que esperar hasta el próximo jueves para leer la evaluación completa y ver si ahora este best seller histórico sigue teniendo la receta de la estabilidad intacta.