El Gobierno eliminó los impuestos sobre los vehículos eléctricos para impulsar el uso de buses con esta tecnología. |
El Poder Ejecutivo eliminó la tasa impositiva que afectaba a la importación de vehículos eléctricos. El presidente de la República, José Mujica, firmó el miércoles el decreto que facilita la incorporación de esta tecnología en la flota de ómnibus montevideana.
El impuesto de un ómnibus con motor de combustión interna es del 6%; pero para uno eléctrico era del 23%. Esto contribuía a elevar su precio. Un bus convencional cuesta US$ 130.000; mientras que el precio de uno eléctrico (con batería) rondaba los US$ 500.000.
"Hoy podemos pensar en un transporte público cero emisiones", expresó el director del Departamento de Movilidad Urbana de la Intendencia de Montevideo (IM), Néstor Campal, en el IV Foro Nacional de Ciudades Sustentables, organizado por la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana.
Los ómnibus "verdes" no emiten gases de efecto invernadero. UTE probó un ómnibus eléctrico en cuatro líneas urbanas en 2013. El llamado eBus, traído al país en admisión temporaria por la empresa BYD, realizó los recorridos de las líneas D10 (Ciudad Vieja-Parque Roosevelt), 370 (Portones-Playa del Cerro), D1 (Ciudad Vieja-Carrasco) y 145 (Plaza España-Complejo América) con una carga de 2.500 kilos (entre pesas y barras de acero) para simular las condiciones de funcionamiento de un ómnibus lleno de pasajeros.
Respecto al costo energético de los ómnibus, el cálculo de la IM es que el eléctrico ahorra $ 13 por kilómetro y, a lo largo de su vida útil (más de 15 años), esto significa una reserva de US$ 735.000 frente a un diesel. Si se reemplazaran los 1.500 ómnibus que circulan por Montevideo, se ahorrarían US$ 1.000 millones.
El eBus registró una autonomía media de 252 kilómetros por carga; suficientes, por ejemplo, para ir y volver de Punta del Este. Además, se verificó una velocidad máxima de 88 kilómetros por hora. En promedio, las compañías de transporte realizan por día, por unidad, 275 kilómetros.
Fuente | El Observador