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| El Mazda2 se suma al exitoso diseño Kodo, estrenado por la CX-5, y los Mazda3 y Mazda6. |
Si hay una firma que está haciendo las cosas bien en los últimos tiempos, hay que admitirlo, es Mazda. En plena renovación de la gama, independiente ahora de las garras de Ford, se han empeñado en lograr diseños agresivos y mecánicas eficientes.
Y lo lograron. El CX-5 (ver nota), el primero en exponer el lenguaje de diseño Kodo, me parece uno de los SUV más atractivos del mercado, mientras que las otras novedades de la gama -Mazda3 (ver nota) y Mazda6 (ver nota)- también logran atraer.
En Ginebra, adelantan al futuro hermano menor de la gama, con un concept que seguramente no sufra cambios importantes al pasar a producción.
Por fuera concentra en sus cuatro metros la esencia del diseño de Mazda, con líneas trabajadas y afiladas que le dan una impronta agresiva y sexy -el rosso ayuda-. El frontal muestra faros con luces LED integradas, junto con una parrilla con apliques en aluminio.
En el lateral destacan los voladizos cortos, junto con dos nervios que nacen en ambos extremos y se unen al llegar al pilar B, de esos que ningún chapista sueña con reparar. En la trasera los toques dinámicos llegan por parte del alerón, y del portón en relieve.
Puertas adentro, un diseño típicamente concept, en el que destaca el nuevo sistema de conectividad denominado MZD Connect. Equipa las funciones de seguridad activa i-ACTIVSENSE -no sabemos cuales aún-. pero es de esperarse que cuente con frenado autónomo.
Debajo del capot se vale de la tecnología SKYACTIV, esta vez en un 1.5 diesel, que logra cumplir con las normas Euro6 sin necesitar tratamientos de NOx o catalizadores sofisticados: pura ingeniería nipona. La marca habla de "torque y performance", pero no conocemos cifras oficiales.
Y lo lograron. El CX-5 (ver nota), el primero en exponer el lenguaje de diseño Kodo, me parece uno de los SUV más atractivos del mercado, mientras que las otras novedades de la gama -Mazda3 (ver nota) y Mazda6 (ver nota)- también logran atraer.
En Ginebra, adelantan al futuro hermano menor de la gama, con un concept que seguramente no sufra cambios importantes al pasar a producción.
Por fuera concentra en sus cuatro metros la esencia del diseño de Mazda, con líneas trabajadas y afiladas que le dan una impronta agresiva y sexy -el rosso ayuda-. El frontal muestra faros con luces LED integradas, junto con una parrilla con apliques en aluminio.
En el lateral destacan los voladizos cortos, junto con dos nervios que nacen en ambos extremos y se unen al llegar al pilar B, de esos que ningún chapista sueña con reparar. En la trasera los toques dinámicos llegan por parte del alerón, y del portón en relieve.
Puertas adentro, un diseño típicamente concept, en el que destaca el nuevo sistema de conectividad denominado MZD Connect. Equipa las funciones de seguridad activa i-ACTIVSENSE -no sabemos cuales aún-. pero es de esperarse que cuente con frenado autónomo.
Debajo del capot se vale de la tecnología SKYACTIV, esta vez en un 1.5 diesel, que logra cumplir con las normas Euro6 sin necesitar tratamientos de NOx o catalizadores sofisticados: pura ingeniería nipona. La marca habla de "torque y performance", pero no conocemos cifras oficiales.
Corren varios rumores sobre el regreso de Mazda con vehículos de pasajeros a Uruguay, aún nada oficial. Si son ciertos, y comienza a fabricarse en México como el Mazda3, la Bola de Cristal de Autoblog® informa que hay grandes posibilidades de ver al Mazda2 de producción por estas latitudes.
Video: Mazda Hazumi Concept - Ginebra 2014
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