La mayoría de aseguradoras corrigió sus pólizas y comienzan a fijar el precio en función del riesgo. Foto: El Observador. |
El incremento del parque automotor local comenzó a mostrar los primeros efectos negativos para quienes contratan una póliza de seguro y particularmente si residen en la capital o la zona metropolitana. En un informe publicado por El Observador, se detalla la realidad de las pólizas en Uruguay.
En los últimos meses, la mayoría de las aseguradoras decidieron incrementar los precios para la renovación de sus pólizas. En algunos casos la suba llegó hasta el 20%, según comprobó El Observador con corredores de seguros. Las compañías consultadas por el diario, coinciden en que no hay otra alternativa que trasladar al cliente este incremento en el índice de siniestralidad y un mayor costo de las reparaciones.
“En nuestro caso, estamos haciendo ajustes en las tarifas que tienen que ver con mantener una cartera sana”, dijo el gerente general de Surco, Andrés Elola.
El secretario ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Empresas Aseguradoras (Audea), Mauricio Castellano, reconoció que hay “preocupación” por el incremento de los costos. Explicó que el seguro básicamente transfiere el costo esperado del total de siniestros en función de una frecuencia de siniestralidad proyectada. “La mala noticia es que hoy está aumentando la frecuencia y hay más siniestros que antes. Eso no quiere decir que existan más accidentes. Lo que acontece es que las compañías pagan más que antes”, reveló.
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En ese sentido, el gerente técnico de Mapfre, Aurelio Pastori, dijo que el incremento de las siniestros obedece a que en los últimos tiempos el parque automotor “se ha incrementado exponencialmente, y lamentablemente nuestras vías de circulación siguen siendo las mismas. Con más vehículos circulando, aumenta la frecuencia de siniestros, y eso repercute en los precios”, indicó. Este año se perfila para alcanzar un nuevo máximo histórico en la comercialización de vehículos 0 km, que superará las 50.000 unidades.
Elola, de Surco, señaló que con más vehículos en circulación (sobre todo en Montevideo) aumenta el riesgo de accidentes. “Eso tarde o temprano se termina reflejando en la tarifa”, explicó. Asimismo, Pastori, de Mapfre, apuntó que se está apreciando una tendencia a un incremento en las indemnizaciones otorgadas en sede judicial a los lesionados, amparados por la cobertura de responsabilidad civil de la póliza de automóviles.
Sobre este punto, Castellano añadió que este fenómeno se acentúo luego que comenzó a regir la obligatoriedad del SOA. Por ejemplo, antes si ocurría un siniestro y el conductor estaba alcoholizado las compañías no pagaban; en cambio hoy sí deben hacerlo.
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El índice de siniestro que refleja el costo de los accidentes en función de las primas emitidas ha estado en 2013 por encima de los niveles de años anteriores. El último dato disponible de Audea en el año móvil a setiembre, muestra que las aseguradoras debieron destinar el 56% de la recaudación de primas de seguros automotrices a la reparación de vehículos. “En años anteriores, ese porcentaje solía estar entre 46% y 50%. Sin embargo, este año se notó una presión persistente para que el índice esté entre 55% y 60%”, alertó Castellano.
El gerente técnico de Mapfre indicó que otro fenómeno que explica el incremento de los costos de las pólizas es un cambio en la estructura del parque automotor. “El ingreso –masivo y exitoso– de una importante variedad de marcas de origen chino, en particular de bajo valor, cambió la estructura de costos”, afirmó. Explicó que normalmente una compañía de seguros calcula la prima de daño propio como una tasa sobre el valor del vehículo. En el caso de los vehículos chinos, ese valor es reducido, pero el costo de reparación (mano de obra y repuestos) no es más bajo que en modelos que cuestan más caro (a veces incluso sucede lo contrario). “Por lo tanto, el precio que a veces hay que aplicar no guarda la misma relación con el valor del vehículo en todas las marcas”, indicó Pastori.
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En diálogo con El Observador, el gerente general del Banco de Seguros del Estado (BSE), Raúl Onetto, señaló que la institución realizó “algunos ajustes” en las tarifas, eliminando una bonificación por el “no siniestro” que otorgaba en el pasado, pero no incrementó las tarifas para 2014. Por ejemplo, antes si un vehículo no tenía un accidente durante cuatro años, llegaba a pagar el 60% del costo total de su seguro, accediendo a un descuento anual del 10%. El jerarca explicó que la institución comenzó a definir el costo de las pólizas en función del grado de riesgo.
Por ejemplo, en departamentos del interior donde el grado de siniestralidad es más bajo, las tarifas están por debajo de Montevideo. Por otro lado, Onetto explicó que el BSE incorporó una bonificación en función de la edad de los titulares de las pólizas. Está comprobado que estadísticamente quienes tienen entre 35 y 55 años tienen un menor grado de siniestralidad que otras franjas etarias. En tanto, para apostar a una mayor fidelidad de sus clientes el BSE está extendiendo la promoción de tres años de pólizas por el pago de dos para autos 0 km, para vehículos de hasta tres años de antigüedad.
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Más allá del aumento de la siniestralidad, las aseguradoras y los clientes deben lidiar con otro obstáculo: la reparación. En muchos casos, los vehículos que sufren un accidente pueden estar hasta dos meses o más, en algunos casos, en un taller mecánico como consecuencia del déficit de repuestos en el mercado doméstico. El gerente técnico de Mapfre, Aurelio Pastori, dijo que este problema es una “situación generalizada que ocurre en casi todas las marcas. “Estamos en un mercado pequeño, donde los importadores de piezas de recambio son renuentes a mantener stocks importantes, por el riesgo de discontinuación de los modelos y de depreciación de esos stocks”, explicó. Asimismo, añadió que esto está “exacerbado” por los volúmenes de venta de vehículos 0 km.
En la misma línea, el gerente general del BSE, Raúl Onetto, dijo que las dificultades con los repuestos suelen darse con choques de mediano porte. “Las compañías quieren pagar lo más rápido posible, pero muchas veces no pueden”, reconoció. Por su parte, Mauricio Castellano de Audea, comentó que muchas veces no hay relación entre el repuesto y el costo del vehículo. “Tenemos casos de autos que valen US$ 20.000 y cambiar un airbag puede costar US$ 7.500”, ejemplificó. Asimismo, el hecho de que exista una oferta reducida de repuestos también dispara los costos de los mismos. En gerente general de Surco, Andrés Elola, explicó que hay casos de algunas marcas chinas que sufren un siniestro importante donde es más conveniente mandarlo a “resto” (chatarra) que optar por la reparación. “Por ese motivo, la tarifa va recogiendo la experiencia de la siniestralidad”, apuntó.
Fuente | El Observador