Caterham Seven 620R: el rey de las pistas, cuarenta años después

martes, 9 de julio de 2013



Estética inalterada a pesar de los años, poco peso, y muchos hp a las ruedas traseras. El Caterham Seven es encantador.
El mítico fabricante de deportivos inglés mostró una nueva versión del Caterham Seven, a presentarse en el próximo Goodwood Festival of Speed. Gracias a su peso reducido, junto a un impulsor 2.0 Duratec de 310 hp, logra prestaciones de infarto. Ideal para un track-day, lo conocemos después del salto.

En esta era de tecnología y refinamiento, hay unos pocos fabricantes que siguen apostando por la conexión máquina-hombre, con la menor cantidad de intermediarios posibles. Uno de ellos es el inglés Caterham, con el icónico Seven, con más de cuarenta años de desarrollo a sus espaldas.


Con el fin de ocupar el lugar del Superlight R500, el Goodwood Festival of Speed fue el lugar elegido para mostrar al público, en manos de Charles Pic -piloto de F1- al Seven más radical que se haya fabricado hasta el momento. 

Su estética, cuatro décadas más tarde, sigue siendo igualmente atractiva, y más aun en la variante 620R, con los guardabarros delanteros en fibra de carbono, llantas de 13 pulgadas ultraligeras en color negro con neumáticos Avon ZZR de competición y una nariz más estilizada que mejora el desempeño aerodinámico.


Puertas -o lonas- adentro recibe un interior puramente racing, donde abunda la fibra de carbono que viste tanto al tablero, como a los paneles de puertas y butacas. El volante, específico para esta variante, está forrado en alcántara, y con la firma de Momo.

Pero vamos a lo que importa. Debajo del capot delantero dice presente un 2.0 Duratec de orígen Ford sobrealimentado, asociado a una caja secuencial de seis relaciones. El dos litros eroga 310 hp a las 7.700 rpm junto a 297 Nm de torque a las 7.350 rpm.


La marca lo define como una "patada en la espalda del conductor". Esto, traducido a números, significa que necesita apenas 2,8 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado, y logra una máxima de 250 km/h -no quiero saber lo que serán las turbulencias-.

Recibe un nuevo sistema de refrigeración pensado para competición, junto a suspensiones con un tarado más radical y mejoras en los frenos. Se comenzará a vender a fines de este año, fecha en la que se sumará el denominado 620S, con un enfoque menos radical aunque con la misma potencia. Quiero uno.