Rolls-Royce Wraith: una coupé al estilo de la vieja escuela

jueves, 7 de marzo de 2013



El Wraith es la nueva coupé deportiva de Rolls-Royce. Su principal objetivo, competirle al Bentley Continental GT.
La marca inglesa está presentando en el Salón de Ginebra al Wraith, su nueva coupé, que además es el modelo más potente y deportivo de la gama. Deriva del Ghost, el Rolls-Royce más pequeño, y cuenta con V12 bi-turbo de 632 cv de potencia. ¿Querés saber más datos? Seguí leyendo a continuación.

Después de haber divulgado varios teasers, Rolls Royce finalmente presentó a su nuevo integrante, el Wraith. Para hacer la historia simple, pese a ser un modelo completamente inédito, parte del Ghost, el más pequeño de la gama. Esta coupé mide 5,269 metros de largo, 1,947 m de ancho y 1,507 m de alto, en tanto que su batalla es de 3,112 m. Si lo comparamos con el Ghost, es 13 centímetros más corto, 4 centímetros más ancho y 4,3 centímetros más bajo, con una distancia entre ejes 18,3 centímetros más corta.

La marca dice haber encontrado inspiración para el diseño del Wraith en los fastbacks americanos de los años 30, mezclando el frontal típico de los modelos de la marca, con las líneas de una coupé, combinando además una carrocería bi-tono, algo ya visto en otros modelos de Rolls-Royce.


Al igual que el Phantom Drophead Coupé, las puertas del Wraith son del tipo suicida, abriéndose de adelante para atrás, con las bisagras en donde estaría el parante B, ya que carece de este elemento, y al poder bajar las cuatro ventanillas le otorga un mayor aire de coupé de la vieja escuela. O sea, para hacer una referencia clara a qué tipo de cliente apunta, este Rolls es el nuevo enemigo del Bentley Continental GT.

Al ingresar al habitáculo el cuero y la madera son los encargados de darle ese ambiente que buscamos no solo en un auto de lujo, sino también en un gran turismo inglés. Un detalle curioso del interior, es el Starlight Headliner, 1.340 puntos de luz de fibra óptica colocados a mano en el revestimiento del techo para dar la impresión de estar bajo un cielo estrellado.


El equipamiento, no hace falta decir que es muy completo, destacando head-up display, luces adaptativas, sistema multimedia y de navegación con comandos vocales, una pantalla táctil de 12,5 pulgadas y un sistema de control casi calcado al iDrive de BMW, pero con otro nombre: Spirit of Ecstasy Rotary Controller. Es como decirle "carne ensobrada sobre huevo agitado y astillas de pan" a una milanesa. Sí, se lo robé a Diego Capusotto el chiste.

Para mover estos 2.360 kg -en vacío- de puro lujo, el Wraith se vale de un V12 bi-turbo, 48 válvulas, capaz de producir 632 cv a 5.600 rpm y un par máximo de 800 Nm entre las 1.500 y 5.500 giros. Va en combinación con una transmisión automática ZF de ocho velocidades que, atentos a esto, utiliza el GPS del vehículo para determinar qué marcha es la más adecuada para el camino por el que se esté circulando.


Pese a ser una mole, acelera de 0-100 km/h en apenas 4,6 segundos, y consigue una velocidad final 250 km/h limitada electrónicamente. Lo que sí no tiene que sorprender a nadie son los consumos declarado por la marca: 21,2 l/100 km en ciudad, 14 litros cada 100 km en ciclo mixto, y unos más moderados 9,8 l/100 km en ruta.

Su precio en origen -Reino Unido- será de unas 245.000 libras, lo que corresponde unos 284.000 euros para el resto del continente. 

Video: Rolls-Royce Wraith