Lujo a 320 km/h: Bentley presentó en Ginebra al Flying Spur

miércoles, 13 de marzo de 2013



W12 6.0 twin-turbo y 625 cv para mover casi dos toneladas y media de lujo inglés. 
La marca inglesa perteneciente al Grupo Volkswagen llevó al Salón de Ginebra a su nuevo sedán cuatro puertas, el Flying Spur. Reemplazo del Continental Flying Spur, pero por debajo del Mulsanne, el Flying Spur es el sedán más potente y veloz de la historia de la marca. Lo conocemos tras el salto.


Que Bentley hace berlinas lujosas, enormes, pesadas, aburridas de ver como un San Bernardo triste y con motores que podrían fundir a un magnate petrolero de Medio Oriente, es un prejuicio que está en el acervo popular petrolhead hace años. Pero si les digo que acaban de crear una berlina que pesa 2.475 kg, pero que bajo el capot esconde un 6.0 W12 con doble turbocompresor que mueve esa mole a 320 km/h, ¿qué me dicen?


Eso es el Flying Spur, la nueva creación de la marca de Crewe. Este sedán reemplaza al Continental Flying Spur nacido en 2005, y que tuvo una ligera actualización en el 2008.

En relación a aquel, este Flying Spur "a secas", mejoró la relación peso/potencia en un 14% gracias a que adelgazó 50 kg, aunque ya haya dicho  más arriba que tiene algunos quilitos de más para ser la envidia de un Lamborghini Superleggera. De todas formas puede hacer pasar un poco de vergüenza en un semáforo a más de un deportivo.


El encargado de darle vida a este buque inglés es un 5.998 cc W12 twin-turbo de origen Volkswagen capaz de producir 625 cv de potencia a 6.000 rpm, y un torque máximo de 800 Nm disponibles desde las 1.700 vueltas. Con todo esto bajo el capot, el Flying Spur hace el 0-100 km/h en 4,6 segundos, y a 160 km/h en 9,5 segundos, trepando hasta los 320 km/h de velocidad final.

Para poder desarrollar estas prestaciones, esta berlina inglesa hace un consumo de infarto: 14,7 l/100 km que suben a 22,4 l/100 km en ciclo urbano. En defensa del nuevo Spur, gasta menos que el modelo al que reemplaza.


Para trasladar todas esas cifras al piso, se vale de una transmisión ZF de ocho velocidades y tracción total inteligente a las cuatro ruedas mediante un sistema que puede repartir el par motor 60% y 40% atrás y adelante respectivamente, y en caso de precisarlo puede mover el 85% del torque al eje posterior.

Sus medidas son tan contundentes como dejan ver las imágenes. Mide 5,299 m de largo, 1,924 m de ancho, 1,488 m de alto y una batalla de 3,066 metros. El baúl no es tan grande como podríamos pensar por su tamaño, ofreciendo 475 litros. Para que tengan una referencia, un simple y mortal Fiat Grand Siena tiene 520 litros de capacidad.


La suspensión es configurable y cuenta con regulación automática, bajando unos centímetros al pasar los 195 km/h y otro poco al ir más allá de los 240 km/h. Dentro del equipamiento disponible hay un sistema de sonido de 800 watts, 7.1 Surruound, u opcionalmente hay un equipo Naim for Bentley de 1.100 vatios.

Para los pasajeros traseros hay pantallas con conexiones HDMI y auriculares inalámbricos, cueros de primer nivel en doce colores disponibles y la posibilidad de tener dos o tres plazas en el asiento posterior. Adicionalmente, se puede optar por accesorios como una heladera de nueve litros de capacidad, llantas de 19, 20 o 21 pulgadas, techo panorámico, conexión WiFi, entre otros.

Video: Bentley Flying Spur