Primera impresión: Ferrari F430 F1

4,3 litros, V8, 315 km/h de máxima, y 0-100 en  4 segundos: las carta de presentación  de la F430

Siempre buscamos modelos recién lanzados para hacer las primeras impresiones. En este caso nos toca un usado, y además ya discontinuado, pero sabemos que nos van a poder perdonar. Maggiori informazioni, come sempre, dopo il salto.

La Ferrari (como buena italiana, merece el femenino) F430 fue lanzada en el año 2004, con el objetivo de suceder a la 360 Modena. Se caracterizaba por su chasis de aluminio, así como por el motor en posición central longitudinal heredado de su antecesora.

Hace algun tiempo cesó su fabricación, al ser reemplazada por la impresionante 458 Italia. Por gentileza de Autolider, pudimos conocer a uno de los dos ejemplares que se encuentran en territorio uruguayo, como debe ser, en color Rosso Corsa.

Exterior

Ya saben de mi gusto por los modelos italianos, así que se imaginarán mi opinión. Es hermosa, sin lugar a dudas su diseño, fruto del lápiz de Pininfarina, merece un lugar entre los más bellos de Ferrari en los últimos tiempos. Es agresiva, a la vez que elegante, sobria pero a la vez exótica.

El frontal es afilado, en el se destacan las dos entradas de aire a ambos lados, herencia de la 156 F1 con la que Phil Hill se coronara campeón en el año 1961. En los laterales, las líneas son agresivas pero suaves al mismo tiempo. La trompa y voladizos cortos, el techo bajo y la caída suave del techo que parece fundirse con los pasarruedas traseros, logran un conjunto armonioso y bien proporcionado.

Las llantas son de 19 pulgadas, con cinco rayos dobles. Calzan cubiertas 225/35 R19 en el frente y 285/35 R19 en el tren trasero. Un detalle que encuentro especialmente atractivo son los espejos, con brazo doble y la inscripción “F430” en la parte trasera. Hay entradas debajo de las puertas, para refrigerar los frenos, y por encima de las mismas, para que respire el V8.

En la trasera se destaca el enorme difusor (no es un adorno como en los modelos Mercosur), las cuatro salidas de escape, encargadas de distribuir la deliciosa sinfonía que entonan los ocho cilindros y un discreto alerón que integra la tercera luz de freno. En el centro hay una pequeña parrilla negra, con il cavallino bañado en cromo. Por encima se destaca la gran luneta que permite ver la parte superior del impulsor. 

Este pequeño alerón que mencioné, en conjunto con otras de las tantas soluciones aerodinámicas de la F430, permiten generar una downforce de 280 kg cuando se supera la barrera de los 300 km/h.

Interior

Tener 17 años y medir poco más de 1.70 m no convierte la tarea de entrar en la F430 en algo sencillo. El techo es bajo, la distancia al suelo es escasa y las butacas quedan demasiado abajo. Luego de un poco de contorsionismo logro acomodarme en el asiento. Es firme y cómodo, la sujeción lateral es buena y de tan bajo parece que estoy sentado en el suelo: como debe ser en un deportivo.

Puertas adentro se respira un ambiente muy racing, que es incrementado en el caso de esta unidad por el cuero gris con las costuras rojas (que son opcionales y valen €358). Los pedales son de aluminio perforado, al igual que el apoyapiés que existe del lado del acompañante. La calidad es excelente, sin encontrar ningún defecto más que los mandos sobre la columna de dirección, que son los mismos que en otros modelos del Grupo Fiat. Yo se lo perdono.

En la consola central encontramos tres salidas de aire, con il cavallino en relieve en el centro. Por encima una atractiva placa con el nombre del modelo, y por debajo la radio con CD y Mp3, elemento superfluo cuando en mi espalda hay un V8. Los mandos de los levantavidrios no están ubicados en las puertas, sino en la consola, como en la mayoría de los low-cost.

Por debajo de la consola están los mandos de la caja automática F1, con sólo tres botones. R para seleccionar la reversa, AUTO para cambiar a modo automático y L.C. para activar el launch control. A la derecha está el extintor, que como verán más adelante es opcional y no es nada accesible.

En el panel de instrumentos encontramos cinco elementos analógicos, junto a una pequeña pantalla digital que nos indica la marcha seleccionada en el caso del F1. En el centro está el tacómetro, con escala hasta las 10.000 rpm, a un costado el velocímetro, que marca hasta los 360 km/h y de menor tamaño los indicadores de temperatura y presión de aceite y temperatura del agua.

El volante es de cuero perforado, y tiene los mandos de la bocina en la empuñadura, sobre la parte superior. En la parte baja encontramos sobre la derecha el manettino (más adelante veremos de que se trata) y a la izquierda el seductor botón rojo con letras blancas con la inscripción “Engine Start”. Al presionarlo, la melodía del V8 invade los oídos del conductor, y el bramido que emite al acelerarlo provoca escalofríos. Por suerte, no está bien insonorizado.

A pesar de la poca superficie vidriada, no transmite esa sensación de encierro que aparece en otros deportivos. La visibilidad trasera es excelente, ya que a pesar de hacerse casi imposible ver lo que viene detrás nuestro, podemos ver el reflejo del V8 en el espejo retrovisor. El baúl tiene 250 litros de capacidad.

Mecánica

Motor

La F430 no es solo diseño. Debajo de la luneta, en posición central longitudinal, se encuentra il cuore. Se trata de un motor de ocho cilindros en V a 90º, con una cilindrada de 4.308 cc. Cuenta con inyección multipunto, doble árbol de levas, distribución variable y cuatro válvulas por cilindro.

La potencia máxima, es de unos 490 cv a las 8.500 rpm, mientras que el torque se sitúa en unos brutales 465 Nm a partir de las 5.250 rpm. Esto nos da una destacada relación potencia/cilindrada: 114 cv/l. El chasis de aluminio de la 430 le permite quedarse en unos ajustados 1.450 kg, con lo que obtiene una relación entre el peso y la potencia de 2,9 kg/cv.

El peso se encuentra repartido un 43% en el tren delantero y 57% en el trasero. Las prestaciones no defraudan: 315 km/h de velocidad máxima, y alcanza los 100 km/h en 4 segundos desde parado. Pasando a cifras que no preocuparían al feliz propietario de una F430, el consumo mixto es de 18,3 l/100 km y las emisiones de Co2 se ubican en 420 g/km. Ecologistas, abstenerse.

La caja puede ser manual de seis velocidades, o la F1 automática también de 6 que equipa esta unidad. Tiene doble embrague y permite realizar el cambio de marchas en apenas 150 milisegundos.

Frenos y suspensiones 

Tanta potencia necesita ser controlada. Cuatro discos ventilados y perforados, son los encargados de detener a la Ferrari F430. Cuenta con sistema anti bloqueo ABS y distribución electrónica EBD.

Las suspensiones emplean un esquema de brazo transversal con muelles helicoidales, barra estabilizadora y amortiguadores adaptativos. Su regulación se hace de forma automática, o a través del manettino.

Il manettino 

Este selector, ubicado sobre el volante, permite configurar a la F430 de cinco modos distintos. Actúa sobre la electrónica variando la respuesta del acelerador, el diferencial, la caja de cambios, suspensiones y asistencias a la conducción. Los modos son: 

• CST: Desactiva el ESP y el TCS, quedando disponible como asistencias electrónicas apenas el sistema antibloqueo ABS y el EBD. 
• Race: Solo para usar en circuitos. El cambio de marchas se hace aún más rápido, la dirección más precisa y las suspensiones se vuelven más firmes. El acelerador tiene una respuesta más rápida y menos progresiva. 
• Sport: Es el modo standard, permite un equilibrio entre performance y control, siendo el indicado para el uso en carreteras abiertas. 
• Ice: Se sacrifican prestaciones para mejorar la seguridad. Tanto el ESP como el control de tracción se vuelven más intrusivos. Es para ser utilizado en nieve o hielo. 
• Low Grip: A diferencia del modo Ice, con este se puede usar el modo manual de la caja F1. Es indicado para suelos húmedos o sucios.

Precio y equipamiento

De serie incluye los vidrios y espejos eléctricos, radio con Mp3 y entrada auxiliar, cuatro airbags, aire acondicionado, tapizado en cuero, llantas de aleación de 19 pulgadas, ABS con EBD, CST (control de tracción y estabilidad), diferencial electrónico y pedales de aluminio perforado.

Entre la lista de económicos opcionales, encontramos algunos que incorporaba el modelo que pudimos conocer, como el extintor manual, o los asientos eléctricos cuyo precio es de €589 y €2.323 respectivamente. También equipaba las pinzas de freno en color rojo, disponibles por la módica suma de €890 y los logos de Ferrari en los guardabarros (€1.203).

Competidores 

• Porsche 911 
• Ford GT
• Audi R8 
• Lamborghini Gallardo
• Chevrolet Corvette