Probamos al Audi Q3: lección de blitzkrieg

martes, 1 de noviembre de 2016



Evaluamos al más pequeño de los SUVs de Audi en el mercado local (por ahora): el Q3.
La próxima prueba en Autoblog estará dedicada al Audi Q3, el integrante del medio dentro de la familia de SUVs de la marca alemana. Durante cuatro días y más de 520 kilómetros evaluamos a la variante 1.4 TFSI Attraction, pero antes de ver el informe, un pequeño adelanto.

Blitzkrieg es un término bélico alemán utilizado para denominar a una táctica militar de ataque que implica un bombardeo inicial, seguido del uso de fuerzas móviles atacando con velocidad y sorpresa para impedir que un enemigo pueda llevar a cabo una defensa coherente. Sí, usé Wikipedia para esto. Hagan la denuncia correspondiente.

En el caso del mundo automotriz es casi esa estrategia la que están utilizando algunas marcas premium para su catálogo de SUVs. Y Audi no es la excepción a la causa. Comenzó primero con el Q7, en 2005, le siguió el Q5, en 2008, y posteriormente la lista de ataques empezó a acelerarse con la llegada del Q3 en 2011 y Q2 en 2016. Pero a diferencia de la táctica de campo de batalla, en el caso de Audi no tomó al enemigo por sorpresa.


Tanto BMW como Mercedes-Benz, vecinos y rivales de todas las horas, también decidieron tomar una postura similar, lanzando un bombardeo de SUVs en sus gamas, con opciones de todos los tamaños y siluetas que se puedan imaginar. Es que hoy ese tipo de vehículos son los más rentables a nivel comercial, con precios más elevados que las berlinas y también mayor demanda por parte del público. Es un win-win por donde se lo mire.

En el caso puntual del Q3, la competencia que tiene hoy está centrada en dos productos, Mercedes-Benz GLA y BMW X1. Y tan encarnizada es la pelea que los tres están ofreciendo por estos días versiones que se meten por debajo de la barrera comercial de los U$S 60.000, haciendo poner nervioso a otros rivales, las marcas generalistas. Y acá es donde el concepto de blitzkrieg vuelve a tomar sentido.


Hasta hace unos 10 años atrás, era casi impensado que una marca premium se pusiera como objetivo salir a robarle ventas a las generalistas con productos de precio similar, pero mayor calidad y un valor de reventa más sólido en algunos casos. Hoy cuesta casi lo mismo llegar a un SUV Audi, BMW o Mercedes-Benz que a uno de Hyundai, Honda, Kia o Subaru.

Por eso, las versiones más equipadas de esos SUVs generalistas están perdiendo terreno frente a las más accesibles de los SUVs premium, como es el caso de este Audi Q3 que será el protagonista de la próxima prueba. ¿Tendrá lo que se precisa para ser una compra más razonable que un producto generalista tope de gama? Lo sabremos dentro de unos días.