La devaluación en Brasil afecta a la industria automotriz uruguaya

miércoles, 25 de marzo de 2015



La industria automotriz nacional comienza a sentir los problemas de la devaluación del Real en Brasil.
Hace algunos días atrás, el diario El Observador publicó una nota (ver nota) haciendo un relevamiento de la influencia de la caída del Real en Brasil, y las consecuencias que trae para la industria nacional. Uno de los sectores más afectados, es la producción de automóviles en Uruguay.

Los armadores de vehículos uruguayos tienen en Brasil su principal destino para colocar su producción, y como consecuencia de las ventajas arancelarias con que cuentan para ingresar a ese mercado por medio de un convenio bilateral, prácticamente es imposible sustituir ese destino. 

En diálogo con El Observador el gerente general de Lifan en Uruguay, Pablo Revetria, comentó que la depreciación del real le está provocando "pérdidas enormes" a su empresa. Por ahora, la firma mantiene su plan de producción, pero en lo que va del año no logró cerrar "ningún" embarque con destino a clientes finales. Esta semana partirán los primeros camiones con vehículos del año desde la planta ubicada sobre ruta 1, que tendrán como destino recomponer stocks de Lifan en Brasil.


El ejecutivo explicó que ante un escenario recesivo, los consumidores suelen apostar más a marcas fabricadas en Brasil, en detrimentos de los vehículos importados. Además, como los precios de venta se fijan en reales, el vehículo brasileño “se vuelve más barato”. 

Revetria citó con un ejemplo cómo le afecta la depreciación del real. Lifan vendía la camioneta X60 a 56.000 reales; con un dólar a dos reales esto representaba unos US$ 23.000 por unidad. En cambio, al tipo de cambio de ayer (3,23 reales por dólar) Lifan obtiene US$ 17.300 por esa misma unidad.


"Perder más de US$ 5.000 por vehículo no es negocio y es insostenible", advirtió el empresario. Como primera medida, Lifan definía aumentar en 3.000 reales el precio de venta de la X60, de manera de reducir el perjuicio de su producción en Uruguay. 

El año pasado, la empresa colocó en el vecino país 6.400 unidades –por encima de los 4.500 vehículos de 2013–, con sus tres modelos: el SUV X60, el Lifan 530 y el utilitario liviano Foison.


Para 2015, la empresa tenía previsto mantener los niveles de producción del año pasado, aunque ahora el panorama luce más complejo. Revetria dijo que, por el momento, la empresa mantiene sus planes a la espera de "un cambio de rumbo". Pero advirtió que si eso no ocurre, revisará el programa de producción.

En tanto, un panorama más complejo atraviesa la planta Chery Socma. La industria tiene a los 300 trabajadores de su línea de armado y fabricación en seguro de paro desde octubre, debido a las dificultades de acceso a Brasil y Argentina. Fuentes de la empresa informaron ayer a El Observador que sobre fines de mes habrá una reunión de accionistas donde se definirá el futuro de la planta.


El secretario ejecutivo de Cámara Industrial Automotriz (CIAU), Ramón Cattaneo, informó a El Observador que el panorama con Brasil "luce complicado" no solo por el fortalecimiento del dólar, sino porque las ventas de 0 KM cayeron 20% en los últimos meses. 

Añadió que las plantas de Nordex y Geely están sufriendo por esta coyuntura, no así los negocios de Kia Motors con la colocación del utilitario Bongo, que se mantiene estables.

Fuente | El Observador