Contacto: Lifan 720 1.8 CVVT

viernes, 6 de junio de 2014



Evaluamos al Lifan 720, el modelo más grande de la gama.
Autoblog pudo probar previo a su lanzamiento en el mercado local, al buque insignia de la gama Lifan, el 720. Esta berlina de segmento D se comercializará en Uruguay con una mecánica utilizada por el SUV X60, el 1.8 litros de 134 cv de potencia. El contacto, a continuación.


Lifan presentará a la brevedad -no hay fecha definida de lanzamiento- en el mercado local al 720, el nuevo integrante de la gama que llega para ubicarse en el segmento D. Fue lanzado a fines del año 2011 en el Salón de Guangzhou como buque insignia de la marca con sede en Chongqing.

A modo de adelanto de lo que será la llegada a Uruguay de este producto, mantuvimos un breve contacto de manejo, con el fin de, en primer lugar, evaluar un Lifan, marca de la que hasta ahora no habíamos manejado ningún producto, y en segundo lugar, para hacer algo que pocas veces se puede hacer en Uruguay, que es probar algo previo a que salga oficialmente a la venta. Así que sin más, conozcamos al 720.


Exterior

El 720 es uno de esos modelos de origen chino en los que -afortunadamente- ya no caben las expresiones "copia al" o "inspirado en". Sin caer en extravagancias o ejercicios espectaculares de diseño, logra un estilo atractivo y propio, y eso merece ser destacado.

Mide 4.700 mm de largo, 1.765 mm de ancho y 1.490 mm de alto. El frontal destaca por la generosa parrilla cromada, que junto a los faros de diseño moderno y estilizado le dan aires elegantes al 720, ayudados también por las generosas dimensiones de la carrocería. No es un auto que pase desapercibido en ese sentido. Además cuenta con una distancia entre ejes de 2.700 mm que, como veremos más adelante, también hace que el 720 sea grande por dentro.


El lateral es sobrio y limpio, con apenas un nervio que lo atraviesa pasando por los tiradores de las puertas. Las llantas son de 16 pulgadas, y van montadas sobre neumáticos Giti GitiComfort 221 en medida 205/55 R16. Los guardabarros incorporan las luces de giro, los marcos de las ventanillas van decorados con un borde cromado, que combinan con los tiradores de puertas, también cromados.

Visto de atrás es quizás donde el diseño es menos convincente, con lineas algo impersonales. El protagonismo se lo roban dos faros horizontales de generosas dimensiones, unidos por una barra cromada. En la parte más baja del paragolpes trasero encontramos los sensores de estacionamiento, bastante prácticos si consideramos el tamaño del auto.


Interior

Puertas adentro lo primero que destaca es que el interior es a dos tonos, como es costumbre varios productos de origen chino. El tablero tiene un diseño atractivo, y la calidad es algo superior al del resto de la gama Lifan. Si bien los materiales -rígidos todos- utilizados son correctos, los encastres no son los mejores, y en esta unidad con algo menos de 10.000 km, ya se podían escuchar unos cuantos grillitos y piezas sueltas.

La posición de manejo es alta, e incluso en la posición más baja. No es incómoda, pero para aquellos que prefieran manejar sentados algo más abajo, no se sentirán tan a gusto. Lo que sí se podrá regular es el volante, solo en altura, y la butaca tanto en su respaldo como longitudinalmente. Para el conductor adicionalmente hay ajuste lumbar.


El tablero de instrumentos lleva solo marcadores de agujas, tacómetro, velocímetro, mientras que los medidores de temperatura de agua y combustible, consumo instantáneo, odómetro, temperatura y otras funciones van en un display que, si bien es legible, queda muy amontonada la información. El volante es plástico y carece de comandos para radio, algo entendible en un auto más básico, pero en un modelo de segmento D es un faltante inexcusable.

También queda algo pequeño el display que corona la consola central, donde se pueden visualizar las funciones de la radio y del climatizador automático. Contrariamente, las teclas de la radio o del climatizador están bien espaciadas y su uso es bastante intuitivo. Al igual que en otros sectores del habitáculo, su calidad percibida no es de las mejores.


De todas formas quien se acerque al 720 será buscando habitabilidad, y en ese sentido cumple con una buena nota. Cinco adultos podrán ubicarse en el interior, y aquellos que viajen en las plazas posteriores gozarán de mucho espacio a lo ancho, alto, y largo. Como puntos positivos, en el asiento trasero hay anclajes para sillas infantiles y tres apoyacabezas, pero no completa el puntaje redondo, al contar con un cinturón de dos puntas para el que viaje en la plaza central.

Siguiendo con el espacio abundante, el baúl ofrece 620 litros de capacidad, bastante más que varios modelos del mismo segmento, pero de precios más abultados. Por debajo de una alfombra de una calidad bastante pobre, está el auxilio de la misma marca y medida que las titulares, aunque con una llanta de chapa, que es lo menos importante.


En ciudad

El impulsor LFB479Q de origen Lifan es un conocido de la gama, dado que mueve al SUV de la marca, el X60 (ver nota). Tiene una cilindrada de 1.749 cc, cuatro cilindros, 16 válvulas, doble árbol de levas a la cabeza con sistema CVVT (Constantly Variable Valve Timing) y 134 cv de potencia a las 6.000 vueltas. Tiene un par máximo de 159 Nm a 4.400 rpm.

Esta mecánica llega a Uruguay con una transmisión manual de cinco relaciones. Según fábrica, no hay datos de aceleración de 0 a 100 km/h, pero sí de velocidad máxima que es de 180 km/h. El peso en orden de marcha está en los 1.265. El consumo mixto está en los 7,9 litros cada 100 km, aunque en nuestra toma de contacto jamás pudimos bajar de los 8,9 l/100 km.


El impulsor responde con modestia ante los pedidos del conductor, mientras que va asociado a una transmisión con cambios poco precisos con un tacto algo desconectado y suelto, bastante mejorable. Está relacionada con cambios algo cortos en las primeras tres marchas, mientras que las cuarta y quinta marcha, algo más largas, intentan -y no pueden- relajar el ritmo del impulsor, que a 70 km/h en 4° trabaja a unas 2.700 rpm.

La pedalera, al igual que la dirección, pecan de ser demasiado blandas, y en el caso de esto último, si bien será ideal para acomodar al 720 en los estacionamientos, circulando en ciudad, en mi caso, incomoda que haya una asistencia excesiva de la dirección, y termina sintiéndose muy imprecisa.


Lo único blando que no molesta en ciudad son las suspensiones, consiguiendo así un confort de marcha urbano bastante destacado. Los pozos o cortes de la calzada apenas se sienten, y en relación a los lomos de burro, tampoco perturban el bienestar a bordo. Definitivamente es uno de los puntos más fuertes en la dinámica del 720.

En ruta

Al tener un conjunto de suspensiones blandas, sería de suponer que en ruta es un vehículo inestable. Pero no es el caso del 720. Tiene un comportamiento correcto en lo recto, sin verse perjudicado por vientos cruzados, y ante curvones ruteros, no se inclina tanto como se podría esperar.

De todas formas, la falencia más grande viene de la mano del impulsor, que no parece contar con la potencia que declara, sino con menos. También es responsable la entrega del par a un régimen elevado (4.400 vueltas), sumado a un impulsor que tiene que luchar con una caja que lo hace trabajar tiempo extra. A 120 km/h en 5°, el mil ocho viaja a 3.700 vueltas, un régimen bastante alto.

También a la hora de adelantar será necesario echar en mano de las 3° y 4° marcha para realizar las maniobras con confianza. En el entorno de las 3.500-4.000 vueltas es cuando se le saca el mejor provecho al impulsor, por debajo de ese régimen, la respuesta es bastante aletargada.


De todas formas no se lo oye demasiado en el habitáculo, pero no por estar bien insonorizado, sino porque el ruido a viento a esas velocidades, en especial proveniente de los retrovisores y burletes de las puertas, es aún mayor. Es algo que se puede esperar de productos de menor precio, pero en un modelo que orilla los 30 mil dólares ya no es tan perdonable. Es más, hay productos de este mismo origen y menor costo, con mejor insonorización en ruta.

La dirección es hidáulicamente asistida, y en las pruebas en ruta manifestó un tacto algo más firme que en ciudad, aunque al igual se excede en la asistencia y le faltaría un poco más de dureza para ser más precisa en su accionar. De todas formas no transmite inestabilidades al volante mientras circulamos a velocidades de ruta.


Equipamiento

El 720 que se comercializará en Uruguay contará con un nivel denominado LX, que ofrece de serie los siguientes ítems: aire acondicionado automático, cuatro levantavidrios eléctricos, bloqueo centralizado de comando a distancia, dirección hidráulica, llantas de aleación, apertura de baúl y depósito de combustible desde el interior, radio AM/FM/MP3/CD/USB con seis altavoces, doble airbag, frenos ABS+EBD, encendido automático de luces, faros antiniebla delanteros y trasero, espejos eléctricos, tapizado símil cuero, columna de dirección regulable en altura, y sensores de estacionamiento traseros, entre otros.

Precio, garantía y competidores

Al momento de esta nota, desde Grupo Aler no nos comunicaron la fecha de lanzamiento del 720, y lo único confirmado es que durante las próximas semanas sería divulgado el precio oficial, que se estiman rondará los U$S 27.000. La garantía del 720 será exactamente la misma del resto de la gama Lifan, es decir, de 3 años o 60.000 km.

En relación a los rivales de segmento, por el 720 por su precio no tendría competidores directos, dado que en ese sentido está compitiendo con los sedanes de los segmentos C y B.


A favor
Espacio interior amplio
Confort en ciudad
Garantía
En contra
Respuesta del motor en baja
Calidad de terminaciones y materiales
Carece de cinturón inercial en la plaza central trasera
Galería: Lifan 720 1.8 CVVT