Autoblog en el multiverso del Duque de Richmond: fuimos al Goodwood Festival of Speed 2022 : Autoblog Uruguay

Asistimos junto a Carlos Cristófalo de Motor1 Argentina y el youtuber Lucas Abriata al FOS 2022.

Autoblog estuvo de vacaciones en junio por Inglaterra y aprovechó a asistir por primera vez al Goodwood Festival of Speed. Una celebración de la cultura petrolhead como pocas en el mundo, en donde se reúne lo histórico y lo moderno. Sin exagerarlo: hoy es el mejor evento automotriz del planeta.

Desde Goodwood, Inglaterra - Este oficio permite desde hace años que los periodistas, creadores de contenido y petrolheads en general disfruten (o padezcan, depende de cada uno) los famosos "salones del automóvil". La pandemia y hasta diría que Internet en cierta medida, lograron que estos eventos se borren del mapa de cultura automotriz en los últimos dos años. Al menos en Occidente. En China la historia es otra. Los salones del automóvil son una especie casi que en extinción o ya extinta, esto no es novedad.

Pero aún le sobreviven eventos como el Goodwood Festival of Speed. Una idea creada por el Duque de Richmond (antes conocido como Lord March), un aristócrata inglés que heredó una propiedad en la localidad de Chichister, West Sussex con un castillo (Goodwood House) que casualmente, está a unos metros del Goodwood Circuit. Pero en el "patio" del castillo, el Duque se montó un circuito de trepada de 1.890 metros de extensión, en donde los autos más potentes, nuevos, icónicos y famosos del planeta son conducidos por leyendas del volante y los aceleran a fondo para el delirio del público.

El Duque viene perfeccionando desde 1993 esta fiesta del universo petrolhead de diferentes formas. Le habilitó a su lado un hotel para alojar a los más pudientes asistentes así como también fue creciendo en dimensiones, con un trazado de rally, otro de off-road más extremo e incluso con una carpa en donde la casa de subastas Bonhams hace un remate de automóviles ultra-exclusivos en cada edición. También hay motos, pista de BMX para hacer acrobacias y varias marcas de autos llevan sus stands propios. A su vez, podés cruzarte en sus paddocks con George Russell, Esteban Gutierrez o Zhou Guanyu. Pero también con Jenson Button, Tatiana Calderon, Karun Chandhok, Dario Franchitti, Sophia Floersch, Mika Häkkinen, Damon Hill, Travis Pastrana, Bruno Senna, Sir Jackie Stewart, Mark Webber o Tessa Whittock.

Desde entonces, cada año y durante cuatro días en el Sur de Gran Bretaña, se combinan pilotos, autos de competición, vehículos deportivos, remates de clásicos y novedades de último minuto de la industria. Sin ir más lejos, en la edición de este año se presentó todo esto: BMW M3 Touring, BMW M4 CSL, BMW i7 y Serie 7, BMW X1, Mercedes AMG Project ONE, Range Rover Sport, Pagani Huayra Codalunga, Porsche 963, Kalmar 7-97, Hispano-Suiza Carmen, GMA T.50, Bugatti Chiron Super Sport 300+, Charge Mustang, Czinger 21C, Ferrari SP38, Ford Electric Supervan, Genesis G80 E, Polestar 2 BST edition 270, Polestar 5 Prototype, Porsche 911 Sport Classic, Radford Lotus Type 62/2, Subaru Gymkhana GL wagon, y Subaru Impreza P25 Prodrive. Y sí, todos giraron a fondo en la trepada de Goodwood. Superen eso, salones.

Es un "salón en movimiento" pero con stands que exhiben vehículos estáticos mientras esperan a salir a pista. En lo personal es la primera vez que asisto y coincidió (de forma no-accidental) con mi fecha de cumpleaños número 34. Elegí ir con mi colega, amigo y hermano Carlos Cristófalo de Motor1 Argentina y con el youtuber/creador de contenido (ahora también nuevo compinche de aventuras) argentino Lucas Abriata, radicado en Madrid desde 2019. Los tres hemos visto cosas muy delirantes en nuestros oficios. Pero nunca nada como lo que es Goodwood. No exagero. Fuimos los cuatro días y no paramos de asombrarnos o de descubrir algo nuevo. Si piensan ir, lleven calzado cómodo. Porque se camina y mucho.

Imaginen un espacio en donde puedan ver todos los autos habidos y por haber juntos, expuestos o girando a fondo, mientras en el estacionamiento del evento hay hypercars de más de 20 millones de dólares estacionados como si fueran un Uber, sumado a una flota de aviones de la RAF sobrevolando el predio con humo de colores, banda en vivo, tribunas entalladas de gente, y olor a neumáticos y combustible quemado durante cuatro días. Para algunos será el paraíso. Pero me gusta describirlo como el "multiverso del Duque de Richmond". Que es mucho mejor que los que intenta crear Marvel o DC en el cine. Porque este es real.