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| El último Peugeot con tracción trasera está cumpliendo en 2019 sus primeros 40 años de existencia. |
Con un exterior firmado por Pininfarina, y un interior diseñado por Paul Bracq, conocido por su trabajo en modelos de Mercedes y BMW entre los años 50 y 70, el Peugeot 505 se comercializó entre 1979 y 1997, superando en estas casi dos décadas, los 1.300.000 vehículos producidos, logrando un éxito comercial en Europa, siendo además uno de los últimos Peugeot en ser comercializados en un mercado como el estadounidense.
Fue uno de los iniciadores del concepto “auto mundial” para la marca, dado que fue un vehículo pensado para satisfacer las necesidades de mercados muy diversos. No hay más que ver la lista de países en los que se fabricó: Francia, España, Chile, Egipto, Argentina, Nueva Zelanda o, incluso, China e India ensamblaron unidades de este modelo.
El 505 llegó al mercado en 1979 con un reto de categoría: sustituir al 504, un modelo que marcó una época en la historia de las grandes berlinas de la marca y que definió el “estilo Peugeot” gracias a su diseño y sus emblemáticos faros, inspirados en los ojos de la actriz italiana Sofía Loren. Una misión que cumplió con nota, si nos fijamos en su trayectoria comercial, con 1.351.254 unidades vendidas hasta 1997, año en el que finalizó su fabricación en China.
Este modelo supuso el fin de toda una era para la firma francesa, al ser la última de sus berlinas en utilizar la tracción trasera, una de las tradiciones más arraigadas en la historia de Peugeot. Su robustez en aquellos caminos en mal estado siguen siendo legendaria y fue clave en su éxito en mercados como África o en Medio Oriente.
Incluso llegó a competir en categorías de resistencia como el Dakar, por ejemplo, ganando de forma consecutiva en su categoría en los años 1987, 1988, 1989 y 1990. Esta solidez también se tradujo en una gran polivalencia, habiéndose transformado en ambulancia, vehículo policial, automóvil militar, coche fúnebre e, incluso pick-up doble cabina. El preparador francés Dangel llegó a preparar una versión 4x4 asociada al motor turbodiésel de 110 cv.
Incluso llegó a competir en categorías de resistencia como el Dakar, por ejemplo, ganando de forma consecutiva en su categoría en los años 1987, 1988, 1989 y 1990. Esta solidez también se tradujo en una gran polivalencia, habiéndose transformado en ambulancia, vehículo policial, automóvil militar, coche fúnebre e, incluso pick-up doble cabina. El preparador francés Dangel llegó a preparar una versión 4x4 asociada al motor turbodiésel de 110 cv.
Esa practicidad de uso se aumentó tras el lanzamiento de su versión familiar, presentada en el Salón de Ginebra de 1982. Esta break fue un ejemplo de modularidad décadas antes de que este concepto se pusiera de moda: permitía disponer de 3 filas de asientos y acoger hasta 8 pasajeros. De hecho, esta versión compitió con éxito frente a los primeros monovolúmenes que fueron llegando al mercado.
Fue uno de los últimos modelos de Peugeot que se vendieron en el difícil mercado estadounidense, donde desembarcó con un importante pedido para las míticas flotas de taxis amarillos de Nueva York y Los Ángeles. Su momento álgido en Estados Unidos llegó en 1984, cuando se matricularon 20.000 unidades del 505 en el país.
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