Medio siglo de elegancia francesa: el Peugeot 504 cumple 50 años

sábado, 10 de marzo de 2018



El 504 es uno de los modelos más emblemáticos de Peugeot, así como también de los más exitosos de su historia.
El Peugeot 504 rompió moldes en su presentación en 1968 por su estética firmada por Pininfarina, que acabaría por dejar su sello en todos los modelos posteriores de la marca. Este 2018 esta berlina cumple sus casi cinco décadas de vida comercial y con esa excusa la repasaremos a continuación.

En 1968, Peugeot lanzaba al mercado el Peugeot 504. Heredero del 404, no sólo inauguraba la saga 500: también supuso el comienzo de la era moderna de la gama Peugeot en lo relativo a su imagen, y el 504 en su momento era destacado por la prensa por: un diseño elegante, equipamiento tecnológico, riqueza de versiones y en especial su comportamiento dinámico.

El Peugeot 504 recibió el testigo del 404 como modelo de alto de gama de la marca francesa. Al igual que su predecesor también fue diseñado por Pininfarina. Uno de los puntos más característicos de este modelo es que incluyó por primera vez los míticos faros en forma trapezoidal de Peugeot. El carrocero llegó a afirmar a este respecto que el 504 poseía "los ojos de Sophia Loren".


Además de este elemento, el 504 es recordado por la horizontalidad de la parrilla, sus barras cromadas, el efecto interior de sus faros que simulaban estar cincelados o la figura de las ópticas traseras, que recordaba a la de un boomerang. Todos estos trazos de estilo se convirtieron en una constante en posteriores modelos de Peugeot.

El 504 también supuso una revolución debido a sus innovaciones técnicas. Incluyó cuatro frenos de disco asistidos, suspensión trasera de ruedas independientes o la línea quebrada del portaequipajes. Su nivel de equipamiento también era elevado ya que, en función de la versión, contaba de serie con cinturones de seguridad, radio con casette, tapicería en cuero, dirección asistida, levantavidrios eléctricos, techo solar, o aire acondicionado.


Uno de los puntos que mejor describe al Peugeot 504 es la variedad de siluetas: su versión sedán de lanzamiento se enriqueció un año más tarde con carrocerías coupé y cabriolet y a principios de los 70 con una variante familiar. 

En el Salón de Ginebra de 1971 se presentó el 504 Riviera, un shooting brake ideado sobre el cupé que nunca llegó a producirse en serie y que supuso un salto en el tiempo hacia delante respecto a su época. También existió un 504 pick-up con tracción a las cuatro ruedas en colaboración con Dangel.


En lo relativo a sus motores, se surtió de impulsores nafteros y también diésel, ofreciendo una gran riqueza de opciones con cilindradas que iban desde los 1.800 cc hasta los 2.700 cc y potencias desde los 53 hasta los 144 cv.

Las críticas periodísticas de la época hablaban del 504 como un vehículo que ofrecía una postura de conducción cómoda y con una visibilidad óptima. Destacaba por su comportamiento en curvas, la suavidad de su conducción, el notable filtrado de las irregularidades de la carretera y su aplomo.


El Peugeot 504 fue un éxito comercial, de crítica y aceptación. En lo relativo a lo primero, queda demostrado con las aproximadamente cuatro décadas que este modelo se mantuvo en activo en el proceso de producción: hasta 2006 se siguió fabricando en Nigeria y 3.700.000 unidades fueron ensambladas durante todo este tiempo.

Y además del público, la prensa especializada también dio su beneplácito al 504. Un año después de su presentación, en 1969, ganaba el premio "Car of the Year", otorgado por los más prestigiosos periodistas del motor de Europa. Este modelo fue el primero de la saga Peugeot que lograba tal reconocimiento.


En 1950, los centros Peugeot producían 62.000 vehículos al año. En 1960 esta cifra aumentaba hasta los 220.000. En 1970 seguía creciendo y llegaba a los 600.000. Y en 1973, previo a la crisis del petróleo, se alcanzaban los 765.930 vehículos Peugeot fabricados. 

Estos datos son el reflejo del éxito de la estrategia de producto, impulsada por Jean-Pierre Peugeot y Maurice Jordan, para convertir a Peugeot en una marca generalista y que tuvo en el 504 uno de sus principales activos.


El 504 fue un vehículo con un espíritu global. Prueba de ello es que fue ensamblado en varios de los centros del grupo PSA repartidos por todo el mundo: Sochaux, Buenos Aires, y Vigo, siendo el primer modelo Peugeot de la historia que se atribuyó a esta planta.

También cuenta con un capítulo propio en el mundo del deporte motor. Su fiabilidad y durabilidad contribuyó a que este modelo fuese muy apreciado para la competición. En África cosechó victorias en pruebas como el Rally Safari, el Rally Bandama Costa de Marfil o el Rally de Marruecos.