Tres décadas de leyendas: 30º aniversario del BMW M3

lunes, 18 de enero de 2016



Cinco generaciones en tres décadas. BMW está celebrando los 30 años del M3.
El 12 de septiembre de 1985, en el Salón de Frankfurt y tras intensas sesiones de pruebas en algunos de los circuitos más exigentes del planeta, se presentó al público el primer BMW M3 de la historia. Ahora la marca está festejando las tres décadas de este modelo y las repasamos, a continuación.


Primera generación (1985-1992)

La historia del BMW M3 comenzó en el verano de 1985, cuando varias revistas especializadas publicaron por primera vez en Alemania informaciones sobre un modelo que estaba destinado a convertirse en el Serie 3 más rápido y deportivo de todos los tiempos. Los primeros datos que aportaron entusiasmaron a los lectores: un motor con 200 cv, una velocidad punta superior a los 230 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos. 


Sin embargo, pasó más de un año hasta que los primeros clientes y probadores pudieron sentarse al volante del anticipado modelo. El proyecto del M3 se inició unos meses antes. La producción del M1, el primer deportivo con motor central de la marca, ya se había dado por finalizada. Eberhard von Kuenheim, presidente de la junta directiva de BMW, encargó a Paul Rosche, gerente técnico de BMW Motorsport GmbH, el desarrollo de un motor de alto rendimiento para el Serie 3. 

Rosche y su equipo ya habían demostrado su habilidad con el bloque de seis cilindros en línea del M5. Además, Rosche fue el responsable del desarrollo del motor turbo que utilizó Nelson Piquet para ganar el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 en 1983 al volante de un BMW Brabham. Tan pronto recibieron el encargo, se pusieron manos a la obra.

Pocos meses después del inicio del proyecto del, en otoño de 1985, el M3 E30 fue presentado por primera vez al público en general en el Salón de Frankfurt.  Habían cambiado numerosos elementos con respecto a los Serie 3 convencionales, como la cinemática de los ejes, la amortiguación y la suspensión. Los frenos, equipados de serie con ABS, tenían discos ventilados en el tren delantero y contaban con una bomba de alta presión accionada por el motor, que también alimentaba la dirección asistida. 


Mención aparte merece el minucioso diseño aerodinámico, que ofrecía un excelente coeficiente de 0,33 y que, en comparación con otros modelos de dos puertas de la Serie 3, reducía la fuerza ascendente en el eje delantero a la mitad y a menos de dos tercios en el tren trasero gracias al efecto del alerón.

El peso se situaba en 1.200 kilogramos, de forma que ofrecía una relación peso/potencia de apenas 6,15 kg/cv; una cifra más que respetable incluso hoy. La carrocería y los pasos de rueda eran de acero, pero para conseguir ese peso, recurrieron al uso de piezas fabricadas con material sintético, como los paragolpes, los umbrales laterales o la tapa del baúl y el alerón. La velocidad punta de la versión con motor equipado con catalizador alcanzaba los 230 km/h, mientras que la variante con motor sin catalizador llegaba a los 235 km/h.

Segunda generación (1992-2000)

El siguiente capítulo en la exitosa historia del M3 se escribió en 1992, cuando salió a la venta el M3 E36 desarrollado sobre la base del Serie 3 Coupé. La fórmula empleada por los ingenieros de la marca para este modelo cambió con respecto a la de su antecesor, ya que optaron por un diseño exterior que, aunque lucía toques deportivos específicos, se alejaba del espíritu de carreras del M3 E30. Se optó por presentar un coupé sin estridencias, dotado con un motor potente.


Fue la primera ocasión en la que un BMW M3 montaba un motor de seis cilindros en línea. Su propulsor de 2.990 cc suponía un incremento de casi un tercio en la cilindrada en comparación con el motor de cuatro cilindros en línea y 2.302 cc del anterior M3. 

Pero no fue más potente únicamente por su mayor cilindrada, sino también (y especialmente) por la incorporación del sistema VANOS de regulación variable del ángulo de los árboles de levas, con el que era posible adaptar los tiempos de apertura de las válvulas de admisión en función de las revoluciones y de la carga de trabajo. De esta forma, no solo consiguieron aumentar el par motor y la potencia; también optimizaron el consumo.


Como resultado, el motor entregaba una cifra de potencia máxima un 46% superior a la de su antecesor y ya desde el ralentí ofrecía prácticamente la misma cifra de par. Producía 286 cv, con un par máximo de 320 Nm disponible a 3.600 rpm, posicionándose así como la referencia entre los motores atmosféricos de altas prestaciones. De hecho, en aquel momento ningún otro motor aspirado disponía de una potencia específica tan elevada, con una cifra de 95,2 cv por litro de cilindrada, ni tampoco de un par específico tan alto (107 Nm por litro de cilindrada).

Las prestaciones de este coupé eran realmente brillantes, con una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas seis segundos y una velocidad máxima de 250 km/h. Esta última cifra no era más elevada porque BMW se comprometió voluntariamente a introducir esa limitación gracias a la incorporación de un dispositivo de control electrónico.

Tercera generación (2000-2007)

En octubre del año 2000, BMW presentó a la tercera generación del M3, que esta vez estaba basada en el Serie 3 Coupé E46 que había sido introducido en abril de 1999. El nuevo modelo adoptó una imagen más diferenciada con respecto a los demás modelos de la Serie 3, con un diseño más dinámico que retomó parte de los rasgos estéticos del E30 (si bien, prescindió de alerones y unos pasos de ruedas tan marcados como los del primer M3).


Con el nuevo motor de seis cilindros en línea de 3.246 cc, trasladó al M3 el concepto de altas revoluciones adaptado para un modelo de fabricación en serie apto para el día a día. En aquellos días, no había nada parecido en el segmento: producía 343 cv a 7.900 revoluciones y un par motor máximo de 365 Nm a 4.900 vueltas, lo que permitía acelerar a una carrocería que pesaba 1.570 kilogramos de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos.

De esta forma, obtuvieron una potencia específica de 105 cv por litro de cilindrada, un valor que muy pocos deportivos con motor atmosférico podían alcanzar. Durante el desarrollo del nuevo propulsor, los ingenieros tuvieron que cumplir con una serie de requisitos, como reducir su peso con respecto al que montaba su antecesor, o aumentar el par motor y la potencia en todo el rango de revoluciones y que fuera apto para poder ser utilizado en cualquier lugar del mundo.


Para la ocasión, el sistema doble-VANOS que ya equipaba el M3 E36 más potente se optimizó y, dado que era capaz de alcanzar un mayor rango de revoluciones por minuto, fue necesario desarrollar una nueva unidad de control del motor, denominada MSS 54. Como en el anterior M3, este sistema multiprocesador coordina dos controladores de 32 bit, dos procesadores de control de tiempo, capaces de funcionar con ciclos más cortos. Como resultado, la unidad de control es capaz de realizar 25 millones de operaciones por segundo.

Cuarta generación (2007-2013)

La cuarta generación del M3 fue anticipada por primera vez con el prototipo que BMW presentó en el Salón de Ginebra de 2007, que nos adelantó gran parte de las características que definirían al sucesor del modelo más famoso creado por BMW M GmbH. 


Desarrollado sobre la base del Serie 3 Coupé (E92) del momento, sorprendió al público no solo por su diseño exterior específico (que únicamente compartía con el modelo convencional las puertas de acceso al habitáculo, la tapa del baúl, los faros delanteros y traseros); también porque bajo su capot se escondía un motor V8, en lugar de un seis cilindros como el que montaron sus antecesores más próximos.

Desde ese momento, quedó claro que el nuevo M3 Coupé estaría animado por primera vez por un motor V8 en las variantes de producción en serie. Y así fue. Pocos meses después, en julio de 2007, BMW presentó la cuarta entrega en la saga del M3.


Se trataba de un vehículo totalmente nuevo que estrenaba un propulsor V8 de 4.000 cc capaz de producir 420 cv a 8.300 revoluciones por minuto y un par máximo de 400 Nm a 3.900 vueltas. Con tanta potencia disponible, podía acelerar de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y alcanzar una velocidad punta limitada electrónicamente a 250 km/h.

Quinta generación (2014-)

El último episodio en la historia del BMW M3 llegó en diciembre de 2013, con la presentación de la quinta generación, desarrollada en esta ocasión sobre la base del Serie 3 F30. Era la primera vez que se presentaba simultáneamente la variante con carrocería de cuatro puertas y el coupé, si bien, este último, siguiendo la lógica de denominación de modelos de BMW, pasó a llamarse M4 Coupé, que ocupó el lugar que dejó el M3 Coupé E92 así como sus antecesores de dos puertas.


El nuevo motor turbo, que representa el regreso de los propulsores de seis cilindros en línea y que es capaz de alcanzar las 7.600 revoluciones por minuto. Gracias a la tecnología M TwinPower Turbo, la entrega de la potencia alcanza su cifra máxima desde tan solo 1.850 vueltas y permanece constante hasta llegar a las 5.500 rpm.

Desarrolla una potencia máxima de 431 cv entre 5.500 y 7.300 rpm; es decir, 11 cv más de potencia que el motor V8 que empleaba el M3 de cuarta generación. Por su parte, el par motor máximo queda fijado en 550 Nm, lo que representa un incremento aproximado del 40% con respecto a su antecesor, y está disponible en un amplio rango de revoluciones. 

Equipado con la caja de cambios opcional M DKG, la actual generación del M3 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 280 km/h si equipa el Driver´s Package opcional.