621 cv de potencia y 1.000 Nm de par máximo. Mercedes-Benz presentó al S65 AMG Coupé. |
Así como la película "El lobo de Wall Street" es una constante escalada de excesos -si no la vieron, se las recomiendo-, AMG hace lo mismo con cada producto de Mercedes-Benz que se ve tocado por la varita mágica de Affalterbach. Y en el caso del S65 AMG Coupé, no es la excepción.
Si lo comparamos con su hermano menor, el S63 AMG Coupé (ver nota) estéticamente se diferencia gracias a las enormes entradas de aire frontales con rejillas tipo panal de abejas, las llantas de 20 pulgadas multirrayos con inscripciones AMG, el spoiler frontal tridimensional, los apliques cromados en los zócalos, que contrastan con las salidas de escape cromadas, además de los logos "V12 biturbo" en los guardabarros.
Detrás de los rayos cromados de las llantas aparecen los frenos con pinzas en color gris, aunque de forma opcional pueden ir pintadas en rojo o bien optar directamente por un equipo en material cerámico, 20 kilogramos más ligero, mucho más resistente a las altas temperaturas, y con pinzas de color amarillo.
Si nos vamos al interior, nos encontramos con un habitáculo, con volante deportivo de aro grueso con cuero perforado, levas de cambio en aluminio por detrás, y base plana. Las butacas deportivas, así como el volante cuentan con regulación eléctrica con memorias, así como regulación de los soportes laterales. El cuero usado es del tipo nappa con patrón tipo diamante, y en el instrumental encontramos a la pantalla de TFT generosa, ya vista en otros Clase S, con 12,2 pulgadas.
Entre el equipamiento de serie destacan el Head Up Display o un touchpad para comandar el sistema multimedia, cámara de 360 grados, asistente de aparcamiento asistido con Parktronic, sistema de sonido Burmester High End 3D, sistema PRE-SAFE, asistente de ángulo muerto y de cambio involuntario de carril, entre otros elementos.
Utiliza un motor V12 bi-turbo fabricado a mano por un solo operario, que ofrece una potencia de 630 cv y un par motor máximo de nada menos que 1.000 Nm entre 2.300 y 4.300 vueltas. Declara una aceleración de 0 a 100 km/h de 4,1 segundos, mientras que la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h. El consumo homologado en tanto, es de 11,9 litros cada cien kilómetros.
Utiliza un motor V12 bi-turbo fabricado a mano por un solo operario, que ofrece una potencia de 630 cv y un par motor máximo de nada menos que 1.000 Nm entre 2.300 y 4.300 vueltas. Declara una aceleración de 0 a 100 km/h de 4,1 segundos, mientras que la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h. El consumo homologado en tanto, es de 11,9 litros cada cien kilómetros.
Este V12 va asociado a una transmisión AMG Speedshift Plus 7G-Tronic, con siete marchas y con tres modos de conducción (Controlled Efficiency, Sport y Manual). Respecto al chasis, cuenta con el sistema Magic Body Control con una función de balanceo en curvas, activa entre 15 y 180 km/h.
Esta tecnología es capaz de inclinar la carrocería en pleno apoyo con tal de ayudar a mantener la comodidad de los pasajeros en el paso por curva. A su vez, cuenta con el sistema Road Surface Scan, que puede "leer" la carretera mediante una cámara instalada en el parabrisas y ajustar la suspensión de acuerdo al estado del camino.