Ahora le toca el turno al Corvette Stingray Convertible. |
Después de la invasión mediática de enero con el Stingray Coupé (ver nota), General Motors buscó un salón internacional del automóvil más pequeño, como lo es el de Ginebra, para presentar a la variante cabrio, aunque ellos le digan convertible, del Corvette.
Estéticamente los cambios se reducen a que en lugar de contar con un techo rígido, el deportivo insignia de la marca norteamericana, ahora puede llevar también uno de lona. También se modificó la carrocería para poder tener un espacio donde guardar el techo plegable y se reubicaron los soportes de los cinturones de seguridad.
La marca aprovechó la primera presentación fuera de suelo yankee del Corvette Stingray para hacer el anuncio de las modificaciones que tendrá en los mercados que no se valen de la homologación que rige en los Estados Unidos. Las variaciones de equipamiento serán solo las necesarias para cumplir la normativa de cada país en donde se venda, como ser la iluminación que en algunos países no permite ópticas con carcasas de vidrio, los lavafaros delanteros y los retrovisores exteriores, es decir, por lo mismo que pasó al salir de casa, el hermano menor del Corvette, el Camaro.
Volviendo al Stingray Convertible, presenta un techo de lona de accionamiento completamente eléctrico que se puede plegar mediante un botón en el habitáculo, o a distancia usando la llave. Además, se puede abrir y cerrar en marcha hasta a una velocidad máxima de 50 km/h.
La marca aprovechó la primera presentación fuera de suelo yankee del Corvette Stingray para hacer el anuncio de las modificaciones que tendrá en los mercados que no se valen de la homologación que rige en los Estados Unidos. Las variaciones de equipamiento serán solo las necesarias para cumplir la normativa de cada país en donde se venda, como ser la iluminación que en algunos países no permite ópticas con carcasas de vidrio, los lavafaros delanteros y los retrovisores exteriores, es decir, por lo mismo que pasó al salir de casa, el hermano menor del Corvette, el Camaro.
Volviendo al Stingray Convertible, presenta un techo de lona de accionamiento completamente eléctrico que se puede plegar mediante un botón en el habitáculo, o a distancia usando la llave. Además, se puede abrir y cerrar en marcha hasta a una velocidad máxima de 50 km/h.
Al igual que el Coupé, su construcción se basa en la utilización de materiales ligeros, como el capot en fibra de carbono y guardabarros, puertas y paneles traseros compuestos de nanocarbono y un nuevo bastidor de aluminio, que es un 57% más rígido y 45 kg más ligero que anterior construido en acero. Todos estos elementos contribuyen a trasladar el peso hacia atrás, logrando así un equilibrio de pesos perfecto, es decir, 50/50.
En el interior hay fibra de carbono, aluminio y cuero trabajado a mano, que elevan el nivel de calidad del habitáculo si lo comparamos con la generación anterior, en tanto que existen dos opciones de asientos ambos con construcción ligera en magnesio. Infaltables son las pantallas y por eso el Stingray tiene dos de ocho pulgadas configurables, una para el conductor con datos sobre consumos, velocidad, y el navegador, y otra que se encarga solo del info-entretenimiento.
Obviamente comparte con el modelo de techo rígido el selector de modo de conducción con cinco niveles, que adapta 12 características del vehículo al entorno del conductor y la nueva transmisión manual de siete velocidades con Active Rev Matching, un sistema que anticipa la elección de la marcha y ajusta las revoluciones del motor, además de emular el efecto "punta-taco". También está la opción de una automática de seis relaciones.
El apartado mecánico es un calco del Coupé (¿esperaban cambios acá?) Lleva bajo su capot un impulsor realizado completamente en aluminio con 6.162 cc de cilindrada, V8, con 450 cv de potencia y 610 Nm de par máximo. Según GM acelera de 0-100 km/h, en unos cuatro segundos, y el consumo es de 9 l/100 km en ciclo mixto.