Citroën celebra los 35 años del lanzamiento del BX

martes, 3 de octubre de 2017



Hace 35 años atrás, el Citroën BX hacía su aparición previo al Salón de París de aquel año.
Hace 35 años atrás el 16 de septiembre de 1982, una caja de madera suspendida del primer piso de la Torre Eiffel iniciaba un lento descenso hacia la base del monumento. Por fuera, sólo un mensaje: "Aquí está el nuevo Citroën". Una semana después, se desvelaba el misterio: el BX.

Así fue como se presentaba a la prensa en medio de un espectáculo de luces y pirotecnia anticipo de una brillante carrera comercial, en la que se matricularon más de 2.300.000 unidades en todo el mundo. El Citroën BX se destacó en su época por el confort y el excelente comportamiento en carretera que le proporcionaba la suspensión hidroneumática, exclusiva de la marca, y por sus versiones de altas prestaciones, como el BX GTi 16V, que podía alcanzar los 220 Km/h.


Además de ser un emblema icónico de París, la Torre Eiffel está muy unida a la historia de la marca. Si André Citroën mostró su genio publicitario al iluminarla con su nombre y el logo de los dos chevrones con miles de bombillas, casi medio siglo después Citroën volvía a este monumento emblemático de la capital francesa para crear suspense ante lo que iba a ser un modelo clave en su historia: el BX.

En 1982, Citroën acababa de abandonar su sede histórica del Quai de Javel de París para trasladarse a las afueras, a la exclusiva localidad de Neuilly-Sur-Seine. Necesitaba un modelo para sustituir al GSA que lograra la cuadratura del círculo. Se buscaba una alternativa rompedora en lo estético, que lograra conectar con las necesidades y los gustos de las personas.


En vísperas del Salón del Automóvil de París, la marca apostó por el espectáculo para dar a conocer su nuevo modelo y hacerlo destacar entre la legión de novedades que se presentaban en aquella edición. Nada mejor que un lugar icónico para presentar un vehículo destinado a marcar una época.

Una gran caja de madera quedó suspendida de primer piso de la Torre Eiffel el 16 de septiembre de 1982. En ella sólo se anunciaba que dentro se encontraba "el nuevo Citroën". Para provocar aún más expectación, la caja misteriosa descendía unos pocos metros cada día. Finalmente, justo una semana después, se citó a la prensa al pie del monumento para el gran día. El entonces Presidente de Citroën, Jacques Lombard, fue el encargado de desvelar el automóvil que tanto se había hecho esperar: el BX.


Llamó la atención por sus líneas rectas y muy angulosas, fruto del diseño futurista y dinámico del diseñador de Bertone, Marcello Gandini, autor de varios deportivos italianos míticos de los años 70, en especial de Lamborghini. Una colaboración y una estética que continuaron hasta los años 90, con los AX, ZX y XM como modelos destacados. En el exterior, respetó señas de identidad de la marca, como el limpiaparabrisas con una sola escobilla, introducida en el CX, o la arquitectura cinco puertas del GSA.

Al volante, el Citroën BX se reveló como uno de los vehículos más confortables y prestacionales de su época. Su suspensión hidroneumática garantizaba un comportamiento en carretera sin rival, mientras que su amplia gama de acabados y motores le permitieron llegar a un público diverso. En 1988 entró aún más en la leyenda con su versión GTi, equipada de un motor de 16 válvulas, capaz de desarrollar 160 cv y de alcanzar una velocidad punta de 218 Km/h. Incluso a finales de los años ochenta, el BX llegó a ensamblarse en Uruguay, en la planta de Nordex para ser exportado a la región en versiones llamadas TZS y TZD, por ejemplo. ¿Alguna vez tuvieron o manejaron uno? Espero alguna anécdota en los comentarios.