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| Como no podía ser de otra forma, recibe un diseño exótico y futurista: seña de identidad desde el primer Murano. |
Nissan anunció una de sus novedades para el Salón de Nueva York. Se trata de la tercera generación del Murano, su crossover mediano, que llega más tecnológico que nunca y -por primera vez- fabricado en los Estados Unidos. Más detalles, después del salto.
La primera generación del Murano fue revolucionaria. Nissan planteaba una forma distinta de ver al crossover, con trazos deportivos y fluidos. Su sucesor, con un frontal bastante discutible, seguía siendo una opción para quienes buscaran algo diferente.
La marca nipona presentará en el Salón del Automóvil de Nueva York a la tercera evolución del Murano, que juega doblemente de local: en primer lugar, por haber sido diseñado especialmente para el gusto yankee, y además por convertirse en el noveno modelo que saldrá de la planta de Mississippi.
Aunque lejos -muy- del paladar norteamericano, siempre me llamó la atención el Murano. Y esta vez logra convencerme aún más. El frontal recibe la nueva imagen de marca de Nissan, con la parrilla denominada V-Motion, junto a ópticas en formato boomerang.
Integran luces diurnas LED, y -como opcional- pueden utilizar esta tecnología también en el resto de las funciones. El lateral recibe líneas fluidas y con toques que dotan al conjunto de aires deportivos. Se destaca el parante D flotante, que parece separarse del techo.
La trasera adopta ópticas LED, inspiradas en las de la coupé 370Z. Un discreto alerón se combina con los trazos del techo, mientras que en la parte baja encontramos un generoso difusor con escapes rectangulares en los extremos.
Respecto a su antecesor es apenas más bajo, ancho y largo. Además mejora la aerodinámica en un 16%, con un coeficiente aerodinámico de 0,31 Cx.
En el interior se trabajo para lograr un ambiente más confortable y ergonómico, buscando ofrecer un elevado nivel de terminaciones. La consola central recibe una pantalla táctil de ocho pulgadas, con funciones multimedia y del vehículo. Para ofrecer un manejo intuitivo, se redujo la cantidad de teclas en un 60%.
Debajo del capot mantiene el ya conocido 3.5 V6, con una potencia máxima de 260 cv y un par de 325 Nm. Se asocia con una renovada transmisión CVT, sin opción de caja manual -gusto yankee, como decía- que permite reducir el consumo en un 20% respecto al modelo actual.
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